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política - VIERNES, 22 DE DICIEMBRE DE 2006


 el ministro Jordi Sevilla (c). cedida

negociación / Estatuto
 

El EBEP: pieza clave en el futuro
de las Administraciones Públicas

El Congreso de los Diputados aprobó el texto final que satisface a todas las partes La Ciudad Autónoma consiguió la potestad normativa que poseen el resto de ciudades
 

CEUTA
Raúl Mariscal
raulmariscal@elpueblodeceuta.com

El Estatuto Básico del Empleado Público ya ha sido aprobado por el Pleno del Congreso. El Gobierno de Zapatero negoció con los responsables de las 17 comunidades autónomas y las 2 ciudades autónomas a través de la Conferencia Sectorial de Administraciones Públicas. Las posturas entre socialistas y populares no se encontraban, y el anteproyecto de ley del E.B.E.P estuvo a la espera de una reunión en el MAP, en la cual todas las ciudades gobernadas por el PP presentaron las enmiendas que creyeron oportunas. Ceuta y Melilla tenían un especial interés en esta reunión ya que la situación de los funcionarios de las ciudades autónomas difiere a la del resto de España al no tener éstas la capacidad legislativa a través de la cual se regula el E.B.E.P.

Al otro lado se encontraban los sindicatos. CC.OO, UGT y CSI-CSIF alcanzaron un preacuerdo con el Gobierno de la Nación el pasado 24 de mayo. Los miembros de la Comisión Ejecutiva Estatal de CCOO, y negociadores de dicho Estatuto, Juan Carlos Rodríguez de la Coba y Mercé Serra, ya comentaron en su visita a la Ciudad Autónoma de Ceuta el pasado mes de abril que habían recibido con agrado la noticia de la reforma del estatuto, al considerarse “positiva” para el empleo público en su conjunto, al ser “una necesidad y un compromiso cumplido de los trabajadores públicos de este país”. La normativa que regía a los funcionarios databa del año 1967, así que desde el punto de vista de las organizaciones sindicales este proceso de reforma “vendrá a suplir y modernizar toda la legislación que afecta a la función pública”.

¿Qué es el E.B.E.P?


El Estatuto Básico del Empleado Público establece los principios

generales aplicables al conjunto de las relaciones de empleo público,

empezando por el de servicio a los ciudadanos y al interés general, ya que la finalidad primordial de cualquier reforma en esta materia debe ser mejorar la calidad de los servicios que el ciudadano recibe de la Administración.

El E.B.E.P contiene aquello que es común al conjunto de los funcionarios de todas las Administraciones Públicas, más las normas legales específicas aplicables al personal laboral a su servicio. Partiendo del principio constitucional de que el régimen general del empleo público en nuestro país es el funcionarial, reconoce e integra la evidencia del papel creciente que en el conjunto de administraciones públicas viene desempeñando la contratación de personal conforme a la legislación laboral para el desempeño de determinadas tareas. En ese sentido, el Estatuto sintetiza aquello que diferencia a quienes trabajan en el sector público administrativo, sea cuál sea su relación contractual, de quienes lo hacen en el sector privado.

Principales reformas


El estatuto afectará a dos millones y medio de trabajadores, que engloba la inmensa mayoría de empleados públicos de España y respeta la singularidad de sectores como el sanitario, enseñanza o Correos. También modificara el régimen retributivo estableciendo una estructura salarial básica que comprenda el salario base, los trienios y las pagas extraordinarias. La única retribución complementaria que no formará parte de estas pagas es la productividad.

Con el nuevo Estatuto se asegura una mayor estabilidad en el empleo, con el compromiso de reducir considerablemente los actuales niveles de temporalidad en el ámbito de las Administraciones Públicas, con 600.000 empleos eventuales, considerablemente superiores a los del sector privado.Tal y como reclamaron las organizaciones sindicales se han incluido una serie de garantías que permitirán la correcta aplicación de la evaluación del desempeño. Entre estas medidas se encuentra que sean materias de obligada negociación con los sindicatos, que forme parte del elenco de derechos de los empleados públicos y que incida exclusivamente en las retribuciones ligadas a la productividad.

El nuevo Estatuto también recoge una serie de iniciativas para promocionar la carrera profesional de los empleados, con el derecho del reconocimiento a la promoción interna y a la progresión de la carrera administrativa.

Reacciones

Las delegaciones sindicales de CCOO y UGT en Ceuta, no ven con malos ojos la reforma del Estatuto y se encuentran muy satisfechas con el texto votado en el Congreso de los Diputados. El secretario general de UGT, Antonio Gil, consideró en su momento que el único problema que existía en torno al E.B.E.P era la “capacidad competencial” de la Ciudad Autónoma.

Este problema fue resuelto mediante la disposición adicional presentada por la Ciudad Autónoma que consta de varios puntos. El primero de ellos dicta que: los empleados públicos propios de las administraciones de las ciudades de Ceuta y Melilla se rigen por lo dispuesto en este Estatuto, por las normas de carácter reglamentario que en su desarrollo puedan aprobar sus asambleas en el marco de sus estatutos respectivos, por las normas que en su desarrollo puede dictar el Estado y por la Ley de la función pública de la Administración General del Estado.

En segundo lugar, las Asambleas de Ceuta y Melilla tendrán además las siguientes funciones: el establecimiento, supresión y modificación de escalas, clases de funcionarios y la clasificación de los mismos; la aprobación de las plantillas y relaciones de puestos de trabajo; la regulación del procedimiento de provisión de puestos directivos, así como su régimen de permanencia y cese; la determinación de las faltas y sanciones disciplinarias leves y los funcionarios transferidos se regirán por el EBEP y sus normas de desarrollo, no obstante podrán integrarse como funcionarios de la ciudad a la que han sido transferidos quedando en una situación administrativa de servicios a Administraciones Públicas. Todas estas condiciones se regirán por el marco legal establecido en el primer punto de la disposición adicional.

Con esta propuesta presentada por el consejero de Presidencia, José Luis Morales, el pasado 7 de Julio en el Ministerio de Administraciones Públicas, el desarrollo reglamentario del EBEP en Ceuta y Melilla pudo ver la luz.

La negociación que comenzó con el gobierno de Aznar, ha finalizado con el actual gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Las condiciones laborales de dos millones y medio de trabajadores están a punto de definirse.
 

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