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Mala despedida del año 2006 para
los que creían que ETA podía dejar de matar; mala despedida
del año pues para los crédulos y los incrédulos. Los
crédulos porque podían pensar que el fin del terror iba a
ser protagonizado y logrado por quienes ahora gobiernan
España; los incrédulos porque se lamentan del tiempo perdido
en la lucha contra los etarras dado, sobre todo, que en el
2002 se encontraban casi derrotados.
Sea como fuere, ETA ha logrado mofarse del Estado, ganar
tiempo para armarse y lograr con ello volver a ser la
amenaza que siempre fue.
Aún así, estos infames ciudadanos de baja calaña, fascistas,
hijos de p... y de negro espíritu, no van a lograr que
admitamos el momento puntual del año en el que nos
encontramos y brindemos por 2007 en la esperanza de que sea
un año duro para el terrorismo por la unión de los
demócratas manejando al unísono la maquinaria de la ley y
del estado de derecho.
Retomando la mirada a Ceuta, tras otear este concreto
panorama que nos afecta a los españoles, hemos de convenir
que el deseo fundamentalmente que nos une a los ceutíes es
el de la mejora constante de una convivencia ejemplar, el de
una mayor economía que reparta riquezas en base a inversión
y puestos de trabajo; el de la felicidad propia y familiar;
el de un entorno próspero, pacífico y productivo…
Son los mejores deseos para el año 2007 en el que, como
periódico y grupo empresarial, daremos que hablar. Son
numerosos los proyectos que verán la luz en el nuevo año,
unos más pronto que otros pero, en definitiva, están
destinados exclusivamente a cumplir con la permanente
vocación de servicio que caracteriza a El Pueblo de Ceuta y
a la amplia familia de trabajadores y staff directivo que lo
componen.
Feliz 2007 y feliz Id el Adha.
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OPINIÓN / EDITORIAL
