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sociedad - LUNES, 08 DE ENERO DE 2007


Pistoletazo de salida a las rebajas. EP

rebajas / inicio
 

Desenfreno consumista

Muchos comerciantes ven enero
como una época para liquidar material
 

CEUTA
Juanmi Armuña
juanmiarmuna@elpueblodeceuta.com

Zapatillas por los suelos, camisetas esparcidas en las bancas que normalmente se destinan al reposo del consumidor agotado y grandes carteles sobre las vitrinas anunciaban ayer el inicio de las rebajas más esperadas del año. A las 10 horas, y como si de los Cien Metros Lisos se tratase, los ceutíes se agolpaban a las puertas de las tiendas esperando que se abrieran las puertas, dando el pistoletazo de salida a unas rebajas que perdurarán hasta la primera semana de marzo. Una vez abiertas las puertas, los consumidores corrían directos hacia los percheros, dejándolos desordenados pocos minutos después de la apertura.

Largas colas de gente junto a las cajas registradoras mandaban a los comerciantes un aviso de que la jornada iba a ser intensa y sin descanso. Turnos para ir a desayunar y merendar, cambios de uno a otro mostrador, un segundo para fumar un cigarrito, todo era poco para superar el estrés del primer día de las rebajas de enero.

En el centro comercial Parque Ceuta, las rebajas llegaban incluso al 50 %. “Da gusto comprar a mitad de precio. En mi familia, en vez de comprar los regalos antes de Reyes, lo hacemos cuando llegan las rebajas. De esta manera compramos el doble de artículos por el mismo precio”, destaca una consumidora. Otras, sin embargo, destacan la “tradición” de las rebajas. “Esto ya lo hacemos por costumbre. Esta mañana me ha llamado mi vecina y me ha dicho que le acompañase, y como todos los años vamos juntas a las rebajas, pues me he ido con ella. Al principio no tenía intención de comprar muchas cosas, pero vas viendo productos y te apetece comprarlos.”

El aspecto bullicioso de las calles y del interior de las tiendas se contrapone con el sentimiento de alguno de los comerciantes, “las rebajas sólo valen para liquidar productos, ganamos dinero, pero no compensa el trabajo y el esfuerzo que realizamos durante estos intensos días”, lamenta el propietario de una zapatería del centro de la ciudad.

A las compras, le quisieron acompañar las devoluciones. Un importante número de clientes fueron ayer a descambiar sus productos a los establecimientos, colapsando las cajas registradoras. “En estos días no sólo se vende, sino que también se descambian muchos productos. Las rebajas no es sólo ganar dinero, sino trabajar mucho y no descansar durante un par de meses”, destaca la propietaria de un comercio ceutí.

Hay quien dice que las rebajas de enero son “los segundos Reyes Magos”, como Laura, quien prefiere “guardar el dinero que me dan el día seis y me lo gasto al día siguiente. De esta manera salgo ganando, porque puedo comprar más cosas.”

Los mayores descuentos vuelven a estar en el textil y el calzado, los productos más demandados por los clientes ceutíes. “En las rebajas suelo comprar ropa y zapatos. Del dinero que me queda de los Reyes, me compro las prendas que me gustan y que no me han regalado” asegura una consumidora mientras desordena un mostrador del que cuelga un gran cartel en el que se puede leer “Camisetas desde 4 euros”.

Un intenso día de trabajo


Los que seguramente disfrutan menos durante las rebajas son los empleados de los comercios. Antes de que abrieran las tiendas a las 10 horas, los/as trabajadores/as preparaban los mostradores, las estanterías y los percheros “para dejar todo a punto para recibir a los clientes”. Como hemos dicho anteriormente, los compañeros hacían turnos para no dejar solas las tiendas. “Estoy esperando que venga mi compañera de desayunar para irme yo. No podemos dejar la tienda sola ni un momento ya que es un día de mucha actividad”, comenta una dependienta.

Otros, demostraban su profesionalidad en todo momento, “en estos días disfruto mucho, porque me relaciono con mucha gente y a mí me encanta el trato con el cliente, me encantan los días de mucha actividad”, asegura un trabajador de una céntrica calle de la ciudad.

En cuanto al etiquetado, éste se mantiene idéntico durante la temporada invernal. Junto a la información de la prenda, el comprador puede encontrar una pegatina que indica el nuevo precio, debajo del antiguo, lo cual facilita la comparación.

Las reglas del juego comercial siguen siendo las mismas. Casi ningún comercio devuelve el dinero si el producto no satisface al cliente, pero sí le dan un vale u otro artículo de la tienda. “Ésto se hace también antes de la época de rebajas”, indica una dependienta mientras dobla paciente un importante número de pantalones revueltos.
 

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