OPINIÓN - DOMINGO, 21 DE ENERO DE 2007

Entre lo cierto y lo incierto

Decía Blaise Pascual que “no es cierto que todo sea incierto”; ‘contrario sensus’, sería incierto que todo sea cierto y en la visión del caos quedase atrapada la maldad y benevolencia del sistema, especialmente de su ‘aparato’, diseñado tanto para beneficiar a la ciudadanía como para esgrimirse como puntual castigo. Esta espada de Damocles, está tan pendiente del hilo de las infraestructuras administrativas que, junto con el devenir burocrático, convierten al ciudadano de a pie en ‘sufridor’ de estos descompensado desencuentros.

Esta reflexión viene al pairo ante la denuncia que el sindicato FSP-UGT hace de la “caótica situación” del poco deseado y peor mirado departamento de multas de la Policía Local; un lugar al que hay que sumar al desagradable ‘sablazo’ al bolsillo del denunciado por los agentes la lentitud del sistema y la falta de recursos para ser atendidos con premura y diligencia.

Donde había cuatro personas para atender a la ciudadanía, se ha quedado una -como explica la denuncia sindical- lo que crea un aumento prácticamente insufrible en la torpeza que suele lucir el devenir burocrático, con la exasperación de los usuarios y la impotencia del funcionariado que atiende (en este caso, del solitario trabajador). La consecuencia, como dice el FSP-UGT, es que se está creando una “bomba de relojería” en la que las dos partes damnificadas van a terminar dando un solemne puñetazo sobre la mesa.

Al consejero de Gobernación de la Ciudad Autónoma ceutí han dirigido sus quejas, hartos de discutir con los conductores por un mírame allá estas multas, para que luego caigan en (nunca mejor dicho) saco roto; por este motivo, han advertido de que el “desinterés político” está calando en los agentes del cuerpo policial de la Ciudad y dicen, también, que la situación repercute en un aumento en la animadversión que demuestran ciudadanos y ciudadanas ante el cuerpo en estas situaciones. Lo dicho por el filósofo francés, no es cierto que todo sea incierto, ni tan siquiera lo contrario, el cambio de rumbo se origina cuando el timonel ‘gira toda’.