Tres ceutíes participaron en el
concurso “Euromisión”, que llevará la ganador del mismo a
representar a España en Eurovisión, enfrentándose a los
elegidos por los distintos países participantes en este
concurso que les puede lanzar a la fama. Ganar Eurovisión
es, sin duda alguna, un espaldarazo para su carrera como
cante.
Dos de ellos, Carmen Mirian y Navas, fueron eliminados en la
primera ronda, al no quedar entre los tres primeros
clasificados. Para mi, es una opinión personal, que Carmen
Mirian no se encontraba en perfecta condiciones para
defender sus canción. Algo le debió pasar a la cantante
ceutí para estar muy por debajo de sus facultades. La chica
no se encontraba en perfectas condiciones físicas cuando
salió al escenario. Como persona muy vinculada al mundo del
espectáculo tengo que decir y digo que, la cantante ceutí,
merece todo el respeto del mundo por el enorme esfuerzo que
tuvo que hacer para interpretar la canción que tuvo que
defender. Desde aquí y desde ya, nuestro reconocimiento y
nuestro aplauso.
De Navas poco podemos decir puesto que, al artista ceutí de
nacimiento, en pocas ocasiones o quizás en ninguna hemos
tenido la oportunidad de escucharlo ya que, su vida
artística, se está desarrollando en Madrid. Defendió bien su
canción, pero igual no acertó en la elección de la canción
elegida.
Y la última de nuestras artistas locales que defendió su
canción fue Nazaret, quien hizo una magistral interpretación
de la misma. La ceutí le echo garra, fuerza y unas enormes
dosis de saber estar en un escenario. Estas tres cosas son
primordiales para el triunfo de un artista, ella las tuvo y
de ahí el triunfo conseguido, arrasando con la consecución
de 117 puntos que la elevaron al primer puesto de la tabla.
Cuando se interpreta una canción, ante todo, hay que darle
vida a lo que se está cantando poniendo, en ello, el alma si
es necesario y dejándose todo cuanto de arte se tiene sobre
el escenario, poniéndole toda la garra y la fuerza que uno
posea. Esas cualidades la tenía una gran amiga mía y fue,
sin duda alguna , la más grande.
Nazaret, como quedó demostrado, sobre el escenario de la
primera de televisión, se dejó la piel sobre el mismo en
defensa de la canción que le había tocado defender y, por
tanto, su esfuerzo, su entrega, su garra y su bien hacer
fueron recompensados por todas las comunidades que, de esa
forma, les premiaron con sus votos. Justa recompensa para
una artista, Nazaret, que se dejó el alma hecha jirones,
rota en múltiples cristalitos de colores, sobre el
escenario. Eso es ser artista.
Esta chica tiene todo para triunfar, voz, fuerza, garra, y
saber estar sobre un escenario. No le falta de nada, sólo la
veteranía que da el estar encima del “madero” día tras día
pero, eso, se aprende con el paso del tiempo. No encierra
ninguna dificultad.
Queremos, pues, felicitar a esta gran artista ceutí, porque
es artista en todo el sentido de la palabra y, por supuesto,
desearle lo mejor de lo mejor en su nueva intervención y, a
ser posible, ojalá lo sea, que lleve el nombre de nuestra
tierra, que es la suya, a la final de Eurovisión. Suerte,
artista
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