PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MIÉRCOLES, 24 DE ENERO DE 2007

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Hoy pido perdón
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Y es un acto de contrición sincero que nace de la profunda vergüenza que siento por mi comportamiento . Me declaro culpable y no se como reparar el mal que he causado, sino pidiendo humildemente perdón, no genuflexa, ya que yo, por principios, solo doblo la rodilla ante el Santísimo y ante mi jefe Ratzinguer, pero sí amagando la cerviz y con un sentimiento de auténtica desolación.

Hoy pido perdón a los jóvenes , a todos los jóvenes españoles y especialmente a aquellos que, desesperados, han tenido que salir a las calles de Alcobendas para defender lo suyo, que es lo nuestro. Y nosotros, padres y madres, adultos, hemos permitido que la situación se salga de madre, que en nuestra España enloquezca la rosa de los vientos, que las bandas extranjeras nos hayan puesto de rodillas y nos tengan aterrorizados y que, cuando nuestros niños, acosados y acorralados por la delincuencia, salen a las calles a defenderse, se les mande a los antidisturbios para que les majen a palos. ¿Pero de que pasta de viscosos excrementos porcinos estamos hechos los españoles para permitir que peguen a nuestra juventud? La policía está para detener a delincuentes y a criminales y meterles en la cárcel, está para protegernos, son nuestros ángeles guardianes, son el único consuelo que tenemos y la única garantía de que delincuentes kosovares, rumanos, Latin King, ajustadores de cuentas colombianos, albaneses y demás importados, no nos saquen las tripas a las primeras de cambio.

Lo padres no pagamos a las FOP para que repriman a la sangre de nuestra sangre, que es la sangre de ellos también, sino para que la protejan y hagan de las ciudades lugares seguros y cómodos, que no guetos dominados por las mafias donde, si un abuelo se quiere sentar en el banco de un parque tenga que pagar a las bandas sudamericanas, ni un lugar donde, salir por la noche a tomarse una copa sea jugarse la vida por “las bandas”. Hoy pido perdón por permitir que, la Delegada de Gobierno de Madrid, esa albóndiga sin condimentar, niegue la evidencia del miedo que sienten los ciudadanos y que, las autoridades frivolicen y traten de “desdramatizar” el drama real que nuestros jóvenes viven en un país que, los padres ,en nuestra cobardía, hemos permitido que se nos vaya de las manos. ¿Qué dicen? ¿Qué que podemos hacer los padres que no somos influyentes ni poderosos sino abrumadoramente normales y corrientes? Pues mucho. Podemos hacer mucho. Denunciar y denunciar a las autoridades, por cada mentira, por cada negligencia, por cada imprevisión, por cada imprudencia, por cada omisión, judicializar la vida pública a fuerza de esas denuncias que cuestan el precio del folio donde se escribe, pero cuyo valor es inmenso porque encierran la rabia y el orgullo de unos ciudadanos humillados, ofendidos y hartos. Se deposita la denuncia ante el Juzgado de Guardia y el Instructor incoa Diligencias, Jueces, Ejército y FOP son los que tienen más vergüenza y más cojones de España. Y que los altos cargos pasen más tiempo declarando en los Juzgados que en sus despachos.

Los Poderosos pasan de nosotros, no sienten nuestros sentires ni comparten nuestros miedos, permiten que en las ciudades manden los criminales, desbaratan nuestros dineros en “ayudas y cooperación internacional” mientras nuestros jóvenes no pueden ni arrimarse a una vivienda digna y nuestros ocho millones de pobres se comen los mocos y mandan, para su bochorno, a la policía a cargar contra nuestros hijos en lugar de anunciar la deportación inmediata de bandidos, chorizos, vagos, maleantes y todo aquel foraneo que sea un peligro para los españoles. Hoy pido perdón por mi pasividad, mi desesperanza, mi amargura, pido perdón por no denunciar.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto