Justo un día después de la celebración de San Francisco de
Sales (patrono de los periodistas), este diario pone en la
calle hoy mismo su número 4.000. Ahí es nada para una ciudad
como ésta donde antes de El Pueblo de Ceuta, fracasaron
varias cabeceras en el tú a tú con el Decano.
Nacido como alternativa y con el espíritu de permanencia, El
Pueblo de Ceuta ha sabido encontrar su hueco, establecerse y
enraizar firmemente en la estructura mediática de nuestra
ciudad.
Conocí cabeceras como Diario de Ceuta siendo más joven y que
‘pudo’ con el Decano. Fue la estructura empresarial del
Diario en una bien ganada partida desde el punto de vista
editorial la que desembarcó en El Faro de Ceuta que en
aquellos tiempos atravesaba momentos complicados. Desde
entonces el Decano con nuevos empresarios se reestableció
con fuerza, hace poco más de 22 años de esto.
En este tiempo, entre finales de los 80 y mediados de los
90, dos iniciativas empresariales sucumbieron ante el
‘poder’ derivado de la muy buena posición social y política
del Faro, recordemos El Periódico y el Ceuta información. No
fue hasta mediados de los 90 que apareció El Pueblo de
Ceuta. Durante estos doce años de nuestro periódico en la
calle, día a día, ha sufrido lo indecible para ganarse el
sitio que hoy ocupa. La persistencia en sus convicciones
sobre el futuro de Ceuta le hizo mantenerse con los pies
clavados en el sitio cuando la ciudadanía -yo entre ellos-
caímos gilipollescamente obnubilados ante lo que
representaba ese innombrable partido que pregonaba para la
ciudad el glamour y el fantástico mundo marbellí, algo de lo
que me arrepetiré mientras viva. Imbéciles de pacotilla.
A lo que iba, en tanto unos pocos, (lo sé de muy buena tinta
no lo duden) venían a llevárselo calentito, este medio o sea
El Pueblo de Ceuta, se mantuvo firme frente al todopoderoso
ente que significaba la Ciudad Autónoma en manos de estos
innombrables, otros para su histórica vergüenza lamieron
(porque me consta) la mano de estos bellacos.
Hoy en día, con una frágil memoria histórica, algunos
meapilas de ridícula figura política babean de la mano de
quien los traicionó. Sencillamente porque la infinita
mediocridad no les dá para más. A éstos, recordarles que El
Pueblo de Ceuta pone en la calle hoy su número 4.000 y con
proyección, al menos, de alguna decena de mil más. Y, por
supuesto, sin intención de fagocitar a nadie como en su día
sí hizo la cúpula empresarial del Diario de Ceuta con el
Decano.
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