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OPINIÓN - LUNES, 5 DE FEBRERO DE 2007

 
OPINIÓN / DAR RIFFIEN

Las garantías de un Rey (I)

Por J.L. Navazo


Vengo defendiendo, desde hace tiempo, el proceso de reformas (y libertades) que, al calor y bajo el impulso de Mohamed VI se van abriendo paso, de forma irreversible (son palabras del joven soberano alauí) en Marruecos. Todavía ayer y poco antes de las 5, me cruzaba con Emilio Cózar con algunos de sus amigos camino del estadio Alfonso Murube a disfrutar del juego de la A.D. Ceuta. Después de un amable saludo, de rigor entre gente educada, contaba Emilio que él no cruzaba a Marruecos desde hace seis años, tras un molesto rifi rafe quiero entender que en la comisaría de Castillejos y pensar, tras el sustazo, que le estaba prohibido el paso al vecino país o, peor aun, que podía llegar a pasarle algo si atravesaba el Tarajal. Intenté explicarle que las cosas habían cambiado mucho y que no dudara, si le apetecía, en ir a pasear por el vecino país. Ante sus temores, no dudé en invitarle a darse un garbeo conmigo y acercarnos hasta Asla a zamparnos unos pescaítos. Lo dicho, Emilio.

Escribo esto porque el proceso de apertura en el Reino de Marruecos es indudable, claro que con sus límites, habiendo todavía ciertamente un largo camino por recorrer. Pese al aparatoso cese del semanario Nichane (la presión islamista fue de órdago) y la marcha al exilio de Aboubakr Jamaï, corajudo director de Le Journal (una de las publicaciones más solventes del país) cuya familia ha estado muy ligada al Majzén (su abuelo fue uno de los firmantes del Manifiesto de la Independencia y su padre ocupó el cargo de redactor jefe en L´Opinión) y para quien el príncipe Mulay Hicham (primo del soberano alauí) tuvo elogiosas palabras, el mismo Mohamed VI acaba de tener un gesto de generosidad y vista larga que, a mi entender, no puede sino reforzar su imágen.

Me refiero al affaire del semanario Assahifa cuyo director, Mohamed Hafid llegó a anunciar el pasado 30 de enero y en un comunicado emitido el mismo día de la salida de la publicación, su intención de autocensurarse por un tiempo congelando posteriores ediciones, mientras presentaba sus disculpas a La Corona, curándose en salud... El hecho es que Assahifa publicó el día de marras una envenenada carta del empresario norteamericano Michael Gustin, patrón de la multinacional Skydmore (empresa responsable de las prospecciones petrolíferas en Talsint), en la que se contendrían graves acusaciones difamatarias contra el mismo Mohamed VI, lo que en Marruecos (y, ley en mano, probablemente también en España) constituye un grave delito de Estado.

Rey, Jefe de Estado y Comendador de los Creyentes, Mohamed VI ha sabido estar en su sitio mejor que muchos de sus inútiles cortesanos (¡Cortesanos!, La ruína de las monarquías en palabras de un Alfonso XIII que sabía bien de qué hablaba) garantizando in extremis la libertad de prensa, en una hábil mezcla de generosidad, tolerancia y perdón, propias de un estadista que se precie.

Bien es cierto que según el informe presentado el mismo jueves 1 de febrero por Robert Ménard, en nombre de Reporteros sin Fronteras (RSF), el año 2006 habría sido, para los medios de comunicación escritos, desastroso en Marruecos. RSF acusan directamente al Rey y al Palacio Real de ser La principal razón de la condena de los periodistas. Bueno, yo introduciría algunos matices en el debate.

1º En el arco de países musulmanes, el Reino de Marruecos es sin duda el país que más ha avanzado en el ámbito de las libertades y derechos humanos, posiblemente no en la perspectiva occidental (manejamos puntos de partida diferentes) pero, objetivamente, ocupa la primera posición en cuanto a su apertura entre el resto de países árabes y musulmanes.

2º En cuanto a las palabras de RSF, siento disentir en un punto clave: para mí, es precisamente Mohamed VI el garante inicial y último del paulatino proceso de reformas y apertura democrática que, aunque a trompicones, se va abriendo camino en el horizonte de Marruecos. Puede que para algún soplagaitas, pontificando cómodamente instalado en el tendedero, me haya vuelta repentinamente monárquico... Me la trae al pairo, sé bien de que escribo. Invito al lector, para entendernos, en lo que ocurriría en España (siempre que se aplicase la ley vigente) si se publicase alguna información, en similares términos, sobre Don Juan Carlos.

Por lo demás y encarando ya abiertamente el 2007, muchos son los frentes abiertos (¿autonomía para las Provincias del Sur?) entre los que podemos espigar los siguientes.

- El proceso electoral en ciernes, que en Marruecos se vive a contraritmo de España y me explico: cuando aquí son las municipales allí se celebran las nacionales. Y viceversa. ¿Para cuando?. Si en nuestro país parece que está relativamente claro (mayo), en el vecino aun caben varias variables. Se habla de octubre, pero para mí que bien pudieran adelantarse a septiembre por un motivo de peso: no creo que las autoridades marroquíes dejen coincidir la visita a la urna con la visita a la mezquita... en el sagrado mes de Ramadán. Para un alto resonsable del ministerio de Habús y Asuntos Islámicos (quien no me ha autorizado a dar su nombre) y que el otro día se me puso a tiro, en Ramadán se acude más las mezquitas y la gente puede ser más susceptible de votar hacia opciones islamistas. Mensaje recibido.

- La lucha contra el terrorismo de matriz islamista y, sobre todo, el entorno ideológico que lo sustenta. En este sentido, la reciente detención en Ceuta de militares en posesión de explosivos ha caído, pasado el Tarajal, como un mazazo. El martes diré por qué.

- El proceso de reformas y desarrollo económico, vital para anclar al país en un proceso sostenible de estabilidad y crecimiento.

Hasta mañana pues.
 

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