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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 14 DE FEBRERO DE 2007

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Muchos hablan hoy día, cuando ya el tiempo ha pasado, de lo qué hubiese ocurrido si el GIL llega a gobernar nuestra tierra. Y, todo estos que hoy hablan, me causan una gracia enorme escuchar sus comentarios, cuando fueron de los primeros en salir corriendo hacia Marbella para postrarse a los píes de don Jesús (q. e. p. d.), diciéndole, mientras se postraban a sus píes, lo que usted mande, lo que usted ordene, estamos a su entera disposición para cuanto guste mandar, diga, usted, qué es lo qué desea qué hagamos pues sus deseos, son ordenes para nosotros.. Son tan embusteros que, ellos mismos, se creen sus propias mentiras. El problema está, en que el pueblo, por mucho que traten de contarles cuentos , saben al lado de quienes estuvieron cuando el GIL desembarcó en esta tierra. Ese mismos pueblo que arremetió, con virulencia, contra todos aquellos, pocos por cierto, que fuimos contra el GIL por defender los intereses de nuestra tierra pero que después, con el paso del tiempo, tuvo la grandeza de agradecernos la labor que, por aquel entonces, hicimos contra ese desembarco. Y, ahora, me viene toda esa fauna a querer contarnos la milonga de que, todos ellos, defendieron nuestra tierra de los intereses del GIL. No tienen vergüenza, ni tan siquiera un mínimo de dignidad.

El GIL, aunque no estuviese mucho tiempo entre nosotros, creo escuela entre algunos de los que fueron a postrarse a sus píes que aprendieron, rápidamente, como se hace el reparto de los beneficios por los trabajos realizados en el asunto del “trinconeo”,

Hubo alumnos muy aventajados porque habían hecho los primeros cursos del asunto del “trinconeo” y, hoy día, con la experiencia que dan el paso de los años, tienen el convencimiento, que sobre dicho asunto del “trinconeo”, ya son cum laude, permitiéndose incluso echarles un pulso a la mismísima justicia, si ello fuese necesario, en el convencimiento pleno, de que por ser quienes son, la justicia no intervendría nunca.

Ellos, que duda cabe, están por encima del bien y del mal, que para eso son los que mandan y deciden en esta tierra. No son más gilipollas porque no entrenan una par de minutos al día. Aunque, todo hay que decirlo, parece ser que tienen el derecho de pernada. Pues, hasta el momento, nadie ha decidido intervenir, contra esa panda de fantasmones . Claro que la justicia es lenta pero segura y al final, siempre, se termina haciendo justicia y poniendo, a todos estos caras, en el lugar que les corresponde. Pero, ese día, el día que les pongan en el lugar que les corresponden, verán como corren a inclinarse ante quién sea pidiendo perdón por los errores cometidos, llorando a moco tendido cual plañideras de segunda mano porque, además de sus chulerías baratas son unos auténticos cobardes.

Ahora, en nada, en menos que canta un gallo, algunos de esos alumnos aventajados del GIL, que para eso fueron a Marbella a llorarle postrándose a sus pies, esos que creen tener el derecho de pernada y estar por encima de todo incluso de la ley, preparan otro gran “pelotazo” para llevárselo calentito. Y lo harán a bombo y platillo, si importarles nada lo que se pueda pensar o las consecuencias qué pueda tener el asunto. Son los de pernada.
 

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