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ACTUALIDAD - MIÉRCOLES, 21 DE FEBRERO DE 2007


Los tres acusados. NICOL´S

audiencia provincial / JUICIO POR ASESINATO
 

Uno de los hermanos asume la autoría material de los hechos

El testimonio de los tres imputados
coincide en señalar a Said A.A. como
el único responsable de la muerte
de A.A.A. el pasado 29 de enero de 2004
 

CEUTA
Rocío Maresco
rociomaresco@elpueblodeceuta.com

Con semblante tranquilo entraron ayer los tres hermanos acusados por el asesinato de Abdelatiz Hamed Ali a la sala de la Audiencia Nacional, escenario en el que se desarrolló una dura jornada. Los presuntos autores de los hechos acaecidos la mañana del 29 de enero de 2004 declararon uno a uno ante el jurado popular. El representante del Ministerio Fiscal, José Luis Puerta, llamó al hermano mayor, Mustafa Abdel-hah Ahmed, quien defendió el planteamiento propuesto anteriormente en el alegato de la Defensa. Este hombre afirma que se encontraba en su domicilio cuando su hermano pequeño Abdel le avisó de que el difunto Abdelatiz Hamed Ali había matado a su madre. Según el testimonio de este acusado, al llegar a la escena del crimen encontró a su hermano Ahmed herido en una rodilla a pocos metros del domicilio de la víctima, donde ésta forcejea con su otro hermano, Said.

La versión de los tres imputados coincide en varios puntos. Mustafa, al igual que sus hermanos, mantiene que acude a la casa de Abdelatiz Hamed Ali con la certeza de que su madre ha muerto, señala que él y Ahmed en ningún momento agreden a la víctima sino que intentan separar a su hermano Said del fallecido. La Fiscalía hizo hincapié en el hecho de que los hermanos no se trasladaran al hospital o confirmaran el estado de su progenitora, la procedencia de las armas puesto que el cuerpo presentaba heridas provocadas por tres objetos distintos. El abogado de la Acusación, Lorenzo Linares, con preguntas más directas interrogó a los acusados sobre detalles concretos como la vestimenta, la procedencia de las armas, la localización exacta de los acusados durante el 29 de enero de 2004 o el orden de llegada al escenario del delito.

El abogado de la Defensa, Carlos García Selva, presentó a Mustafa como un padre de familia de siete hijos, trabajador que por una discusión con un Policía hace años acabó una semana en la cárcel.

El segundo de los hermanos en testificar fue Ahmed, quien como soldado profesional en el Cuerpo de Regulares recibió la noticia de la supuesta muerte de su madre en el Cuartel por su hermano pequeño, Abdel. Apoya la declaración de su hermano mayor, realizada minutos antes en cuanto a inculpar directamente a Said y negar su implicación directa en la muerte de Abdelatiz.

El representante del Ministerio Fiscal puso sobre la mesa la instrucción militar que Ahmed ha recibido así como las técnicas cuerpo a cuerpo de las que tiene conocimiento. Es el primero de los tres hermanos que se persona en el domicilio de la víctima para “pedir explicaciones” por el supuesto fallecimiento de su madre y según su versión, es Abdelatiz quien sale a su paso con un machete, le agrede en la pierna y sufre una caída, la cual no pudo especificar si le produjo pérdida de consciencia o un aturdimiento leve. También niega haber portado ningún arma, afirmando que las únicas en el lugar del crimen son el machete que empuña la víctima, y el machete y el hacha que empleó supuestamente Said para matarla. Tanto la Fiscalía como el abogado de la Acusación solicitaron a Ahmed precisión a la hora de narrar la precipitación de los hechos desde que supuestamente cae desvanecido o seminconsciente hasta que la víctima cae sin vida en el habitáculo donde residía. La Defensa, en cambio, intentó hacer ver que la instrucción militar de Ahmed no incluye el ataque con arma blanca, que él y su hermano Mustafa no llevaban armas.

Llegó el turno de Said, que con respondió con voz alta y clara pero aparentemente más nervioso que sus hermanos a las cuestiones de la Acusación. Salió a relucir su pasado con las drogas y cómo en el momento de los hechos se encontraba en “proceso de desintoxicación” en su propio domicilio al cuidado de su hermano Ahmed. Desde una segunda vivienda que se ubica en la planta superior de la casa familiar, Said salió armado con un hacha y un machete en busca de Abdelatiz, al que según su exposición asesta numerosas puñaladas y hachazos por todo el cuerpo. La Fiscalía y la Acusación particular insisten en preguntar si sus hermanos participan o si existen testigos. Said contesta en ambos sentidos de la misma forma que sus hermanos: “en ningún momento”.

Los tres acusados son detenidos a pocas horas de los hechos del 29 de enero de 2004 con sangre en su ropa, que tras los análisis, se confirma que procede de la víctima. Todos, excepto Said, quien ha dejado su vestimenta en la casa de su hermano para lavarla, aunque posteriormente alerta a la Policía de ello. Tras el arresto de los tres acusados, el hermano pequeño, Abdel, se autoinculpa del asesinato y cumple tres meses de reclusión en un centro de menores. Tenía 15 años. Sin embargo, transcurrido este periodo de tiempo, rectifica su declaración y confiesa su inocencia para culpar de la autoría de los hechos a sus hermanos. Abdel testificó en la sesión de la tarde para reconocer que en aquellos momentos estaba muy nervioso y por ello, se autoinculpó.

Los acusados describieron a la víctima como una persona “agresiva” o “muy agresiva”, “peligrosa”, que había sido denunciado anteriormente por un acto violento contra una persona mayor así como que “todo el barrio” en el que residían, Príncipe Alfonso, sabía que el fallecido maltrataba a su madre. No obstante, los tres imputados reconocieron que las relaciones con la víctima eran muy buenas, ya que tienen lazos familiares y sus domicilios están muy cercanos.
 


La acusación aporta testigos que desmontan la versión de la defensa

La Acusación llamó a declarar a varios testigos clave para esclarecer los hechos. En primer lugar, uno de los hermanos de la víctima aseguró haber visto a los tres acusados saliendo del domicilio de Abdelatiz con la ropa manchada de sangre y portando cada uno en sus manos un arma blanca. Además, localizó al hermano pequeño de los acusados, Abdel, en la puerta del domicilio de la víctima y minimizó el daño que se infligió a la madre de los acusados.

El momento más tenso de toda la jornada se vivió cuando el sobrino del fallecido accedió a la sala y declaró que “sin ninguna duda” vio cómo los tres hermanos, Mustafa, Ahmed y Said asestaron puñaladas a su tío hasta que éste cayó en el suelo de su domicilio sin vida. El joven dijo que el recuerdo de esta escena le persigue desde estos tres últimos años y que recordó, según sus declaraciones, cómo rogó a los presuntos autores de la muerte de su tío que no lo mataran.

El abogado de la Defensa, Carlos García Selva, intervino para localizar las contradicciones que el testigo pudiera cometer respecto a sus declaraciones anteriores. Hasta tal punto que el presidente de la Audiencia tuvo que advertir al letrado que se estaba “pasando” con el testigo y le llamó la atención. Los agentes que intervinieron en la operación policial y las primeras investigaciones también aportaron su testimonio sobre el proceso de detención, la situación que se vivió en la barriada en esos momentos o las circunstancias en las que se encontraron la escena del crimen, totalmente contaminada ya que echaron cubos de agua. En la jornada de hoy declararán los testigos de la Defensa así como los correspondientes peritos, que desvelarán los resultados de los análisis efectuados a los presuntos autores de los hechos y a la víctima.
 

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