PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MIÉRCOLES, 21 DE FEBRERO DE 2007

 

OPINIÓN / PERSONAL Y TRANSFERIBLE

Entendimiento y concordia
 


Domingo Ramos
domingoramos@elpueblodeceuta.com

 

Como consecuencia de la celebración del Carnaval y las intervenciones de las diversas murgas, chirigotas, cuartetos o comparsas que suelen actuar en el Concurso que anualmente convoca la Consejería de Cultura, se ha venido observando, principalmente desde el pasado año en que algunas letras no fueron del gusto de cierta población de la ciudad, principalmente la musulmana, ciertos enfrentamientos que dieron lugar a incidentes que, por suerte, no llegaron a mayores y este año, ya antes de la celebración del concurso, se han cruzado diversas opiniones encontradas sobre el mismo.

Nosotros que ni entramos ni salimos en esto del Carnaval, aunque reconocemos que tiene sus adeptos y que, como parte integrante de la Ciudad y seguidores del mismo, tienen su perfecto derecho a llevar a la práctica, a través de los grupos que para ello se forman y de exteriorizar, una vez al año como así lo vienen realizando, sus quejas o críticas a la ciudadanía en general o a los diversos estamentos públicos que, quiérase o no, llevan implícitamente “incluido en su sueldo” el derecho a presentar sus quejas que, en este caso, en vez de en el libro correspondiente, formalizan a través de sus canciones carnavalescas. O sea, que diríamos a estos últimos, son “servidumbres del cargo” y así hay que entenderlas.

Pero ello no obsta, por otro lado, a que las críticas no pasen de lo meramente anecdótico y gracioso, dentro de las quejas que quieran exponerse, al insulto personal o palabras gravemente injuriosas con referencia a la cualidad o menoscabo de la fama o estimación personal que, caso de no aceptarse, tienen su trámite legal en los juzgados que están para dirimir o resolver la controversia que pueda suscitarse. Luego entonces, estamos totalmente en desacuerdo con las acciones citadas que llegan al insulto personal así como con aquellas otras que, por no estar de acuerdo, las expresan llevando a cabo altercados públicos, roturas de escaparates o lesiones a particulares que en nada han intervenido ni participado en tales actuaciones y, aunque así fuera, ahí están, como decimos, los tribunales para resolver las diferencias que pudieran darse entre unos y otros.

Hay que ser, pensamos nosotros, indulgentes con los posibles agravios que pudieran entender quienes, principalmente musulmanes, no admiten estas actuaciones, como así, desde siempre, se viene soportando por los cristianos, por ejemplo, las llamadas por altavoces de cierta potencia, que molesta a los vecinos en su descanso, a los rezos diarios desde las mezquitas sean las 4,27 o las 5,35 de la madrugada, sin que por ello se organicen protestas o algaradas contra quienes llaman a practicar la oración. Es más, en nuestro caso particular, nos servía para recordar que también tenemos que elevar la mente a Dios para pedirle mercedes o alabarlo.

Por consiguiente, muy sucintamente expresado, podríamos decir que lo que debe mantenerse es el entendimiento y concordia entre todos, como viene sucediendo, sin que estos hechos produzcan más que una cuestión anecdótica que, como tal, así debe admitirse ya que debe prevalecer, por encima de todo, el interés del conjunto de la población y perseguirse la relación amistosa y el bienestar de cuantos tenemos la dicha de sentirnos y ser ceutíes.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto