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OPINIÓN - SÁBADO, 24 DE FEBRERO DE 2007

 
OPINIÓN / SNIPER

Idoia Rodríguez “In memoriam”

 

Por J.L. Navazo


Muerta por accidente, dicho de una forma políticamente correcta en sintonía con el pensamiento -y el talante, ¡sobre todo el talante!- de ese pájaro posado -¡y de qué manera!- en el nido de La Moncloa. Supongo además que la culpa sería, cómo no, de la conductora del BMR reconvertido en ambulancia blindada, por no haber visto la mina anticarro a su paso. Elemental, querido Watson.

Estamos en guerra y hay que ser muy imbécil -o muy cobarde- para no verlo. En fin, hay pajarracos pa tó. Pues nada, el pájaro monclovita del que hablaba negó la pasada madrugada del viernes a la militar fallecida la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo, concedida por acciones, hechos o servicios eficaces en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de la fuerza armada y que conlleven unas dotes militares o de mando significativas. Idoa fue merecedora de una cruz más light, con distintivo amarillo. Claro, la soldado no murió en acto de guerra. Supongo que iba, con sus compañeros, de paseo a repartir chocolatinas. Lo dicho. Un accidente. Como la terminal de Barajas. Seguro que además estaría despistada. La juventud.

Un emocionado recuerdo para Idoa, española muerta de uniforme a bordo de un vehículo militar en territorio en guerra. Sit tibi terra levis, soldado. Y mi más solemne desprecio para el pájaro huevón, abofado de saburra idológica, aranero, monaguillo de Chamberlain y Daladier, atolondrado en su abaldonamiento y acompañado en su vuelo por la hojarasca verbal de otro pajarraco, un valido (¿o debería escribir visir?) famoso por sus mentiras goebbelianas aun cuando, en sus albures, clama y clama por la verdad. Así estamos. Y así acabaremos, entre alambradas y trincheras de dolor.

Como advertía el mariscal Rommel, un ejército nunca es más fuerte que su punto más débil. Y, hoy por hoy, nuestro punto flaco está en el nido del flojeras. El del pajarraco de marras. En La Moncloa. A las legiones occidentales y a los aliados federados el enemigo que nos acosa, montaraz en el frente, silente y agazapado en la retaguardia, nos está emboscando un Rocroi. Un Annual. Un Dien-Bien-Fu. Y mientras, los pajarracos monclovitas engolados con la bufa diplomacia del turbante. Haciendo, eso sí, lo que mejor saben: el tonto útil.

Posdata: ¡pásalo!
 

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