PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 8 DE MARZO DE 2007

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Día Internacional de la Mujer

Ocho de marzo, fecha en la que se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Una jornada en la que los comunicados, los manifiestos y los pronunciamientos a favor de políticas tendentes a alcanzar la igualdad entre los sexos se multiplican por doquier.

Deseos para unos, esperanzas para otros pero, acabada la jornada de ‘celebración’, el discurrir posterior de los días, de los meses, las instituciones, las administraciones, los legisladores no ponen definitivamente el empeño necesario para equilibrar la balanza de un modo absoluto para que la mujer logre la equiparación total en el mercado laboral y en cualquier otro sector de la sociedad.

Romper ataduras del pasado respecto de las posibilidades de la mujer de hoy en día es un deber y obligación de las administraciones que, coadyuvando con campañas de concienciación social que lleguen hasta las zonas más profundas de nuestra actual España, logren el beneficio deseado.

Y que se logre la equiparación total. Una igualdad donde el sexo no influya para ninguna decisión que ni administracion, ni legislación, ni jueces, puedan adoptar.

Es un hecho que la preparación de la mujer es más elevada, si cabe, a la del hombre actual. Las futuras generaciones estarán comandadas por las féminas; es una realidad que la mayoría de los estudiantes en fase universitaria lo conforma el sexo femenino con lo que es obvio augurar este extremo.

Pero los extremos no son ni agradables, ni edificantes en la construcción de la nueva sociedad española en la que proyectamos nuestro futuro. Ni es aceptable el machismo abyecto, intransigente y antediluviano, ni es agradable el feminismo radical. Ambos casos van cogidos de la mano de lo irracional y de lo desagradable.

Es, sin embargo, mucho más beneficiosa la coherencia, ajustarse a los tiempos, la responsabilidad... y marcar así la pauta de la convivencia sana basada en el respeto y en la igualdad de oportunidades en todo el amplísimo espectro en el que se basa o regula nuestra sociedad.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto