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OPINIÓN - DOMINGO, 18 DE MARZO DE 2007

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Naúseas
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Me siento desmotivada, cuestión de biorritmos, de falta de calorías en forma de buenos bocatas de jamón de bellota y exceso de tazones de insípidos cereales con fibra. O tal vez, es la futura Primavera que “la sangre altera” y desencadena depresiones estacionales en plan “que no nos falte de ná” a nivel consulta del psiquiatra, despachada en diez minutos con una nueva receta porque, digan lo que digan, no es lo mismo ir al médico de particular “al dinero”, que ir por una compañía privada o por la Seguridad Social con tempus clausus porque tempus fugit. Leo la prensa, las aburridas y repetitivas noticias, que no las soluciones lógicas a los problemas que genera la noticia y me desmotivo, rectifico, me entra amargamiento y el único que entiende ese sentir es mi hermano Hamadi Amar Mohamed, el filósofo del euroislam con el que maquino proyectos literarios, lo entiende porque, si me amargo, no maquino y este Mario-neurona- activa, si no está intelectualmente echando humo se aburre y me recrimina ácidamente. Pero, me digan, me digas Mario ¿No es para caer en la nausea el que sea “noticiable” el que se elimine el 0 puro y duro de las calificaciones escolares? En verdad ¿A mí que cojones me importa que no pongan 0? Me importa, me angustia y me lleva al paroxismo de indignación el que, el antiguo Reino de Navarra, con sus fueros centenarios, con su Historia milenaria y única, esté viendo peligrar su existencia por las demencias expansionistas de unos hijoputas batasunos. Primero Navarra ¿Y luego que? Luego Villa Jovita y la barriada malagueña de Churriana, que lo sé de buena tinta, porque me lo ha chivado un taxista y los taxistas están a la última de los secretos de Estado. Me duelen Navarra y los navarricos, me importa un carajo la corrección política y corruptela académica de que, a un besugo gandul que merezca un cero le pongan un uno. ¿Cómo se atreven a reflejar en los medios semejante parida mental, cuando nos estamos jugando la unidad de España? ¡Eso, eso! Que llamen a declarar a la Pantoja y que Sus Señorías Ilustrísimas del Tomate decidan sobre su situación personal. Carnaza a las marujas y a los pepitos, charla de barra de bar, café, periódico grasiento por los dedos pringosos de los churros y cigarrito porque, en nuestros pulmones, no manda la cursi de la Ministra, con sus modeletes de lechuza ajada, sino nosotros, pese al prohibicionismo imperante en este relativista Estado de Derecho. ¿Qué por que es relativista? Pues lo es porque lo digo yo, que soy la que escribo y opino y es mi opinión y además todo es relativo. A los chavales no les ponen el 0, pero, los chicos menores de edad o jóvenes delincuentes (para muchos, el muchacho deja de ser “menor” cuando le apunta el vello en las partes pudendas y entre los muchos está servidora) si, repito, esos jóvenes,si presentan enfermedades, trastornos graves de conducta o alteraciones mentales, no tienen psiquiátricos especializados donde puedan curarse. Me informen ¿Qué se hace con un pobre niño o un desventurado joven enfermo mental? ¿Unidades de agudos? ¿Por cuánto tiempo? ¿Y luego?. No hay 0. Pero tampoco tenemos a un buen Director General Estatal de salud mental, como lo es el excepcional Rojas-Marcos en Nueva York. Aquí, en el imperio nauseabundo del buenismo, donde sobran y empachan los profesionales de la buena conciencia, no tenemos Directores de salud mental. Ni planteárnoslo ¿Para que? Si los privilegiados tienen achaques tiran de chequera y se van al Hospital Vall d´Hebron o a Enrique Rojas, los empobrecidos paganinis, pagadores de la usura bancaria, podemos meternos nuestra salud mental por el trasero, que haga la trayectoria inversa y que nos de la nausea y vomitarla junto a un exceso de diazepanes. ¿Qué como se me quitaría la nausea y si no debería tomar primperán? No. Quiero que el Gobierno reconozca al derecho a la felicidad rango de ley. Que existan clínicas para nuestros niños, que entre el Tercio de Ceuta en el País Vasco la próxima vez que pidan Navarra, tener un Director de salud mental a nivel estatal y 0 a la cobardía, el oportunismo, la indigencia moral y el desgobierno. 0.
 

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