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OPINIÓN - VIERNES, 30 DE MARZO DE 2007

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Domingo de Ramos en Elche, símbolo de ilicitanismo

Por Josep Esteve Rico Sogorb


Tras unas ‘Palmas Doradas’ -premios del Grup Cultural Ilicità ‘Tonico Sansano’ del 25 de marzo- vienen otras. A siete días de diferencia. Son las espigadas palmas amarillas, -blancas, doradas- y los artesanales ramos trenzados a mano, de iguales colores y que el Domingo de Ramos llenan las calles.

El premio ‘Palma Dorada’ -concedido al pueblo de Elche y a su Ayuntamiento y que recogió el concejal de Cultura- tomó su nombre y su aspecto de la palma de domingo de ramos. La larga palma y el ramo artesanal procesionales que la gente lleva acompañando a la imagen de Cristo montado en una burrita, se realizan en Elche.

Una artesanía única en el mundo y por tanto 'sui géneris' como autóctona y local ‘denominación de origen’ gracias a la milenaria actividad de las familias hortelanas ilicitanas, tradicionalmente, de generación en generación y cuyos origenes se remontan a 1371, cuando el Cabildo del Consell de la Vila (Consejo Municipal o Ayuntamiento antiguo) se une a la festividad repartiendo limosnas.

El comercio o venta de la palma blanca -dorada- de Domingo de Ramos en Elche es una actividad que se viene realizando durante siglos hasta hoy, como se demuestra en los libros de actas municipales de 1429, siendo las palmas doradas ilicitanas exportadas a todo el mundo cristiano desde la antigüedad.

La espigada palma se logra tras ocultar del sol las hojas de la palmera, lo que la dora, quedando blanca o amarilla mediante ‘encaperusament’, capucha o funda de plástico principalmente, conteniendo el cogollo y que se ata con cuerdas.

El ramo artesanal se hace trenzando, enlazando las hojas de palma y rizándolas –parecido a hacer cuerda de esparto -, dándole formas geométricas, ornamentales, monumentales y simbólicas, destacando la figura de la Patrona de los ilicitanos, la Virgen de la Asunción.

Mención merecen los espectaculares ramos que compiten en concurso y aquellos que se envian a diversas personalidades como jefes de Estado y presidentes de Gobierno.

El Domingo de Ramos de Elche, -procesión y artesanía- como celebración popular es también único en el mundo. Miles de ilicitanos damos comienzo a la Semana Santa llenando las céntricas calles y ofreciendo así un precioso mosaico dorado.

Los turistas extranjeros se hartan a hacer fotos, se maravillan de las excelencias de la ciudad -gracias a la promoción desarrollada desde la declaración de Fiesta de Interés Turistico Internacional- y se empapan de ilicitanismo.

Por ello, el Domingo de Ramos de Elche es signo de identidad totalmente propio, auténtico, autóctono. Los ilicitanos, con palma y ramo, demostramos en la calle nuestra ilicitanía, el identitario sentimiento cívico de pueblo diferenciado en esta fiesta digna de contemplar y que invita a ser visitada.Conocerla vale la pena.
 

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