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Domingo de Ramos para la comunidad
cristiana de Ceuta, conmemoración del nacimiento del profeta
Mahoma para la comunidad musulmana ceutí e inicio de la
Páscua judia. Todo ello aquí en sólo 19 kilómetros
cuadrados. El recogimiento de los musulmanes entorno a la
celebración del nacimiento de ‘Siedna Mahammad’ a base de
oraciones, lecturas del Sagrado Corán en las distintas
mezquitas y zawias de Ceuta con sus cantes religiosos y la
ingesta de comida típica más dulces y té, contrasta con la
exaltación popular de la religión hecha en la calle, por los
devotos cristianos a sus Sagradas Imágenes, titulares de
cofradías y hermandades en los que la fe es profunda y se
armoniza con el arte y la tradición de gran potencialidad
turística ¿por qué no?. En Ceuta existen ‘pasos’ de notable
calidad artística que portan tallas de magnífico valor. Para
los no devotos, para los no creyentes, para los que profesan
distintas creencias a la cristiana, el hecho de presenciar
el esplendor cofradiero en la calle es suficiente como para
reconocer el tremendísimo valor de piezas de calidad
museística que se muestra. La Comunidad judia, por su parte
celebra su ‘Pésaj’, que conmemora el éxodo judio, el fin de
la exclavitud y el paso por el Mar Rojo
Tres celebraciones unidas en una ciudad como Ceuta,
verdadero crisol de culturas, que demuestra una vez más lo
ejemplar de un territorio ubicado en la Europa africana, o
en la África europea como prefieran, que debiera ser orgullo
nacional y ejemplo mundial tal y como está nuestro planeta
en el que abunda la intolerancia y la persecución por causas
de la religión.
La Comunidad Musulmana de Ceuta ha enviado un comunicado a
los medios felicitando a los seguidores del Islam en la
Ciudad, en especial a los jóvenes a los que les anima en la
convivencia con otras culturas, en paz, con todos los
ciudadanos de la ciudad. Mismos deseos que el patriarca de
la comunidad cristiana de Ceuta, el Obispo clama por este
espíritu de paz, ejemplo claro en la vida del hijo de Dios
hecho hombre, Jesús en su Semana de Pasión. La comunidad
judía de Ceuta siempre eleva el deseo de bien hacia el
prójimo.
A todos los ceutíes seguidores de tradiciones religiosas tan
arraigadas, felicidades.
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OPINIÓN / EDITORIAL
