|
Hasta seis equipos de gobierno
distintos han dispuesto de responsabilidad sobre la Empresa
Municipal de la Vivienda en Ceuta desde su creación allá por
finales de 1986, si bien inició su operatividad en 1987.
Son veinte años en los que los responsables, unos más y
otros menos, han contribuido a que Ceuta haya cambiado
ciertamente su fisonomía y que la vivienda pública haya
llegado o, incluso, esté llegando a los que demandan de un
hogar digno tal y como consagra nuestra Constitución.
La muestra de los trabajos de Emvicesa que se expone en el
casino Militar no deja lugar a ninguna duda respecto de que
se ha actuado a lo largo y ancho de la ciudad, bien
construyendo vivienda, bien rehabilitando hogares o bien
generando suelo urbanizable para nuevos proyectos
constructivos.
En realidad la creación de Emvicesa, con el paso de los años
y salvando la imagen que de ella pudiera tenerse en su
primera década de existencia, ha ayudado a avanzar
cualitativa y cuantivamente el parque de viviendas de Ceuta,
pese a lo cual aún sigue habiendo mucho por hacer desde el
momento en que exista población con necesidades perentorias
de hallar un hogar adecuado a la realidad de su condición
económica.
Fomentar la vivienda pública sigue siendo un reto para
cualquier gobierno y lograr que las empresas privadas se
introduzcan cada vez más en la ejecución de obras que
amplíen el parque de viviendas protegidas es casi una
obligación que redunda, ante la falta de un mayor flujo
económico, en beneficios para la sociedad a la que le
permite optar por la posibilidad de acceder a hogares con
precios de claro servicio público.
La muestra evidencia el desarrollo y el avance de Ceuta que
se inició en 1987. Se trata de una exposición digna de
contemplarse para, si acaso, admirar -o no- lo mucho que se
ha hecho a lo largo de dos décadas y continuar admitiendo,
porque es así, que aún queda mucho por hacer. La
administración pública no debe contentarse con lo realizado,
sino que debe ir siempre a más amoldándose a las necesidades
coyunturales y dar su consiguiente respuesta.
|
OPINIÓN / EDITORIAL
