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La Ciudad Autónoma de Ceuta ha
redondeado al alza el cupo del 5% que la Ley obliga a
preservar para puestos destinados a minusválidos. La noticia
salida ayer tras la reunión de la Ciudad Autónoma con
representantes del CERMI ha supuesto sensaciones de
esperanza entre una población que demanda las mismas
oportunidades de las que dispone el resto de ciudadanos.
De hecho, casi el 15% de las plazas ofertadas en la OPE de
la Ciudad para este año se ha previsto que sean cubiertas
por personas de este colectivo. Una respuesta que ha
satisfecho plenamente a la presidenta del CERMI, Mercedes
Medina.
Es una realidad patente que este hecho concreto supone la
plasmación clara de la sensibilidad tenida con este
colectivo de ciudadanos que también, por supuesto, merecen
las mismas oportunidades de desarrollo que aquellos a los
que los problemas motóricos o de cualquier otra índole nunca
fueron su preocupación.
Si la Ley de Dependencia es una solución de gran calado
social y de gran arrojo político, el hecho de proporcionar
plazas extra para el funcionariado a aquellos que son
capaces de desarrollar una vida profesionalmente activa es
un excelente paso y una medida extraordinaria a valorar.
Los asociados al Comité Español de Representantes de
Minusválidos (CERMI) valoran muy positivamente esta decisión
del gobierno de la Ciudad Autónoma. Además ha habido
flexibilidad dado que se ha permitido que las distintas
asociaciones hayan sido las encargadas de elegir los grupos
profesionales a los que accederán estos aspirantes a
funcionarios. No hay parangón hasta la fecha. La ley marca
una previsión del 5% para este tipo de trabajadores en
cualquier Oferta Pública de Empleo. La decisión final de
realizar un redondeo al alza colabora a la esperanza de
estos trabajadores a diseñar su futuro personal desde la
vida laboral. Una decisión, la adoptada, que merece la mejor
de las críticas. Nadie podrá poner un ‘pero’ ante la
iniciativa hacia los discapacitados.
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OPINIÓN / EDITORIAL
