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No será hoy motivo de noticia en
prensa nacional la presencia del impresionante ‘Prinsendam’,
un crucero de bandera holandesa que hizo escala en Ceuta; no
será noticia tampoco que un millar de pasajeros-cruceristas
desembarcaron y recorrieron las principales calles de la
ciudad desde primeras horas de la mañana y no será motivo de
noticia hoy mismo a nivel nacional la serenidad y confianza
con la que viven a diario los ceutíes en esta tierra
“amenazada por Al Qaeda” como propalan gratuitamente y a los
cuatro vientos diferentes medios cayendo, sin intención -o
con intención-, en el juego tenebroso de la propaganda
publicitaria; lograda de este modo por quienes buscan
atemorizar aprovechando las ‘armas’ que les proporciona el
propio occidente, es decir, la absoluta libertad de opinión
y de prensa en la que, cual troyanos, logran sus objetivos
desde dentro, o sea, aprovechándose del sistema.
Conseguido el objetivo de titulares grandilocuentes con el
añadido de la irrupción de los ahora -múltiples- expertos
islamistas que aparecen con vaticinios sobre objetivos
terroristas probables [han dicho barcos, centros
comerciales...]-, tenemos que los terroristas han logrado
-de este modo- movilizar a todo un país y soliviantar a la
población... Esto, desgraciadamente, seguirá siendo noticia
diaria y eso es lo verdaderamente peligroso. ¿Hasta qué
punto se puede regular la responsabilidad?... no se puede;
vivimos la libertad feliz donde la ética, la moral y lo
razonable debiera ser una máxima que no aparece por según
qué sitios, de lo cual sacan buena tajada los grupos
terroristas nacionales o internacionales. El debate sigue
perdido para quienes no creen en el recorrido noticiable de
las actividades terroristas.
Pero lo cotidiano, lo que vemos los ceutíes, lo agradecemos.
La presencia de cruceros en el Muelle de España es causa de
optimismo y pese a todo, la Autoridad Portuaria sigue
trabajando; ya ha cerrado las visitas de más de una decena
de ellos para los próximos meses. No será una noticia de
calado nacional... ‘no vende’, pero los ceutíes sabemos que
la seguridad está en buenas manos y que del Estado depende
que aquí no pase nada si implementa sus recursos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
