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sucesos - MIÉRCOLES, 2 DE MAYO DE 2007


recogida de un vehiculo siniestrado. ep.

reportaje / el delito de estafa
 

Estafar a las aseguradoras, una actividad que suma adeptos

Los intentos de estafa en España se cifraron el pasado año en un total de 66.000 n La previsión es que continúen subiendo
 

CEUTA
Sonia Martínez J.
soniamartinez@elpueblodeceuta.com

Dos vehículos implicados en un choque. De esta forma comienzan la mayoría de partes presentados a las compañías aseguradoras tras un accidente de tráfico. “Al principio, los nueve ocupantes de los dos coches siniestrados fueron al hospital aquejados por diferentes daños corporales, todos presentaron sus partes médicos en la aseguradora y empezaron a cobrar una indemnización por esos daños. Con el transcurso de los días, se van descolgando chicos, y ahora mismo sólo tenemos a tres que continúan aquejados de molestias y que nuestro equipo está investigando. En el parte del accidente habían llegado a confundir ocupantes y a cambiarlos de vehículo”.

Esto no es más que un ejemplo diario de lo que le ocurre a los equipos de las aseguradoras españolas. “Los intentos de estafa se han convertido en un chollo para muchas personas sin honradez que quieren conseguir un dinero extra”. Así de contundente contesta un director de una compañía aseguradora de Ceuta al preguntarle por la situación del sector.

Los datos ofrecidos por ICEA, (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras), apoyan las quejas de este director ceutí y reflejan un problema real para este tipo de empresas, que se agrava cada vez más.

Las aseguradoras detectaron en España el pasado año unos 66.000 intentos de fraude por parte de sus clientes, cifra que hubiese supuesto el pago de más de 233 millones de euros, de no haber sido descubiertos. De estos 233 millones reclamados a las compañías, sólo 62 millones resultaron "procedentes".

ICEA, fundada en España en 1963, fue la primera organización creada con el objetivo de estudiar e investigar materias relacionadas con la actividad aseguradora en el país.

Las estafas de moda

Los cambios de conductor tras un siniestro, los robos simulados y las estafas de pequeña cuantía, en muchos casos de tipo doméstico, con falseamiento de facturas o la declaración de robos exagerados, son un verdadero quebradero de cabeza para las aseguradoras, que tienen que investigar tales hechos para descubrir si son reales o un intento de estafa.

El director de una de las agencias ceutíes comentó ciertas experiencias particulares que llegan en muchos casos a rozar el extremo de la picaresca y el pillaje.

“La gente aseguraba los con coches con robo en Ceuta, iban a Marruecos, le arrancaban las placas, volvían aquí, presentaban la denuncia y cobraban el seguro porque era documentación suficiente para que la aseguradoras se tuvieran que hacer cargo, ahora por suerte, eso ya se ha eliminado gracias a la carta verde que exigen las autoridades en el paso fronterizo” indicó, “y como éste, mil ejemplos que servirían para escribir un libro”, comentó.

Otra de las actuaciones más utilizadas es la rotura de lunas. “Mucha gente se dedicaba a contratar este tipo de seguros cuando ya tenía la luna rota de su vehículo. Y es que, cuando una persona viene a hacerse un seguro se hace un acto de buena fe por ambas partes, por lo que yo no tengo por qué desconfiar, y no voy a verificar el vehículo. Entonces nos encontrábamos que a los tres días, venían para que le reparáramos las lunas. Estos pagos podían ascender a un importe de hasta 1.000 euros”.

Los seguros de vida, que llegan a contemplar en algunos casos indemnizaciones millonarias, son sin embargo, mucho más difíciles de manipular, ya que los aseguramientos con cantidades altas exigen unos reconocimientos médicos completos. Incluso, a partir de pólizas de 30 millones de indemnización por muerte natural, se exigen pruebas como la del sida. Y en cuanto a los suicidios, no se contempla el cobro de la póliza de seguro hasta pasados dos años.

Otro de los intentos de estafa más realizados sobre todo en el ámbito empresarial, es el de las naves. “Empresarios a los que no les va bien el negocio, provocan incendios en sus naves o simulan robos para cobrar indemnizaciones cuantiosas. De hecho, esto ha sacado a flote a numerosa empresas importantes en España”, explicaba el director.

Cómo se descubre una estafa

Es difícil descubrir este tipo de delitos, sobre todo los llamados siniestros corporales. ‘El cuponazo cervical’, cómo lo conocen en la península, explica este directivo.

Se trata de una de las estafas que más se están dando en la actualidad y que suponen un verdadero chollo para los denunciantes, “porque con que el médico te diagnostique el dolor que certificas, la aseguradora ya tiene que indemnizarte, ¿y cómo le dices tú a una persona que le duele el cuello, que no es cierto?”, concluye.

Los daños corporales son los intentos de fraude en el que las aseguradoras están trabajando de forma más incesante, ayudados incluso de detectives privados, que siguen a la personas durante 24 horas hasta que consiguen descubrir la situación real. También se utilizan a los peritos, para detectar un intento de fraude en un accidente de tráfico. Y ahora también, a los médicos especializados en daños corporales, precisamente para que investiguen los daños sufridos por un accidentado y para que consigan dar de alta lo antes posible a esa persona. “Y es que el día de baja se está pagando a 80 euros, y es una cantidad muy golosa” comentó. “Hoy en día las aseguradoras prefieren pagar la factura de un detective privado, que la indemnización de un siniestro. Y es que estos accidentes pueden resultar con indemnizaciones de más de 50 millones de pesetas”, explicó. Y para resumir la situación del sector añadió, “hoy no hay nadie que no tenga un accidente de tráfico y aparezca al día siguiente con un collarín. Se trata del 100% de los casos de siniestro en vehículos. Se está dando el caso incluso de personas que buscan el accidente, y es que el gran problema de las aseguradoras hoy en día no son los siniestros que se producen, sino los fraudes y es el motivo por el que suben los precios de los seguros”.
 

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