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ACTUALIDAD - LUNES, 14 DE MAYO DE 2007


PASAJEROS EN UN FERRY. M.Z..

SEGURIDAD / LÍNEA MARÍTIMA CEUTA - ALGECIRAS - CEUTA
 

Barra libre en el Estrecho

Ni el fraude generalizado en la bonificación al transporte marítimo para los ceutíes, ni la amenaza de Al Qaeda sobre la ciudad autónoma, consiguen elevar los controles de identidad y seguridad para cruzar el Estrecho de Gibraltar

CEUTA
Gonzalo Testa
gonzalotesta@elpueblodeceuta.com

Cruzar el Estrecho de Gibraltar en la línea de transporte marítimo que une Ceuta con la península a través del puerto de Algeciras con tarjetas de embarque emitidas a nombre de otra persona (o lo que es lo mismo, bajo una identidad falsa) y beneficiarse sin merecerlo de la subvención del 50% del precio del pasaje que el Estado abona a los residentes en la ciudad autónoma sigue siendo un juego de niños. Lo mismo puede decirse de embarcar con un vehículo en cualquiera de los buques de las cuatro navieras que operan en este trayecto sin atravesar un solo control policial, no ya bajo la supervisión de perros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, sino sin que siquiera llegue a verte a la cara ni la documentación un miembro de los Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente si uno embarca hacia África desde Algeciras.

Todo ello a pesar de que a mediados de diciembre del año pasado la Delegación del Gobierno en Ceuta reconoció que, según los datos recopilados tras la intensificación de los controles de identidad en el puerto de la ciudad, el 60% de los viajeros de la línea viajaban con billetes emitidos a nombre de residentes para ser utilizados por quienes no lo son. Teniendo en cuenta que cada pasaje entre Ceuta y Algeciras cuesta alrededor de 30 euros, el fraude al Estado asciende a esa cifra por cada viaje de ida y vuelta.

Y, lo que a juicio del diputado en el Congreso por Ceuta Francisco Antonio González Pérez, es más grave, que la barra libre del transporte en el Estrecho sigue abierta a pesar de las amenazas directas vertidas por altos mandos de Al Qaeda sobre Ceuta y Melilla a las que el Juez de la Audiencia Nacional dio verosimilitud hace apenas un mes, cuando dijo que ambas ciudades podrían ser “el siguiente paso” de los de Osama Bin Laden.

Desde que se activó el nivel 2 de alerta antiterrorista en toda España con motivo del inicio del juicio por los atentados del 11-M González Pérez ha acusado en reiteradas ocasiones al Gobierno de no ser capaz de garantizar la seguridad en Ceuta y Melilla. “Tras las amenazas de Al Qaeda el Gobierno no ha respondido como le han exigido hasta los propios sindicatos policiales”, critica el parlamentario ceutí, quien también advierte del “grave perjuicio económico” que podría causar a la ciudad autónoma “el clima de tensión y alarma social que se ha generado en las últimas semanas”.

Según sus denuncias, aunque en Ceuta la dotación policial se ha reforzado, según detalla la propia Delegación del Gobierno, con varias unidades de la Unióad de Intervención Policial (UIP) y ha aumentado el número de efectivos en varios departamentos como Inteligencia y Documentación, a juicio de González Pérez “en el puerto de Algeciras se sigue echando en falta más vigilancia”, máxime si realmente el Ejecutivo de Zapatero se ha “tomado en serio” las informaciones que apuntan a que un atentado en un barco sería “el sueño” de Al Qaeda. “No se está tomando en serio la amenaza terrorista sobre Ceuta y Melilla”, critica González Pérez, quien ha recordado que “el peligro no tiene que venir obligatoriamente desde Marruecos.

Este fin de semana, EL PUEBLO tuvo la oportunidad de constatar directamente lo exiguo de la vigilancia policial sobre la línea marítima. Como desde diciembre la Delegación del Gobierno, Capitanía Marítima y la Autoridad Portuaria recuerdan periódicamente que se practican “controles aleatorios” de identidad y para prevenir contratiempos es mejor adquirir los pasajes en una agencia de viajes.

Otra identidad sin problemas

Sin ser tan evidente como lo era hasta el pasado otoño, con una mínima relación de confianza en muchas te expiden sin problemas billetes a nombre de residentes. Si uno lleva el ticket personal con el que posteriormente se justifica la bonificación aplicada al Estado, mejor que mejor. Si no, es la propia agencia quien lo facilita con dos precauciones: que el sexo del pasajero corresponda con el del fiador de identidad y, dada la pluralidad social local, que un rubio de ojos azules no vaya a recibir un pasaje con nombre árabe.

Con el billete en la mano se puede optar por embarcar a pie o en vehículo. A pie los controles son más rigurosos, tanto sobre el equipaje como sobre los viajeros. En un vehículo (la opción escogida) es mucho más sencillo. En taquilla, el empleado toma los billetes y entrega las tarjetas de embarque sin más preguntas. Las amenazas y agresiones “frecuentes” según los sindicatos y “esporádicas” según Delegación que los trabajadores de las navieras padecen a manos de los pasajeros que no aceptan su negativa a entregar tarjetas a nombre de otro individuo “no invitan precisamente a ser demasiado exhaustivos”, según fuentes del personal.

Para la UGT, el problema es más agudo porque ese colectivo “hace una labor de controladores de las bonificaciones públicas minimizando el fraude y ahorrando ingentes cantidades a la Administración trabajando indirectamente para ella”. Por eso, el sindicato reclama que los Ministerios de Fomento y Hacienda se impliquen para evitar “la consecución de fraudes a la Hacienda Pública o la usurpación de identidades cometiendo delitos tipificados en el Código Penal que se están pasando por alto”.

Desde Ceuta, el pasajero embarca con identidad falsa pese a que, a pie del ferry, y tras pasar la oportuna inspección del perro detector de droga (los especialistas en detección de explosivos llegaron hace pocas semanas y se encuentran, sobre todo, en la frontera del Tarajal), un policía nacional pide la documentación de los ocupantes del vehículo. Sólo la documentación, por lo que el fraude pasa por alto. Cincuenta minutos después y ya en la península, la Guardia Civil registra aleatoriamente los vehículos que salen del puerto.

Ningún control en Algeciras

De regreso hacia Ceuta, un puesto de vigilancia de la Guardia Civil sirve de pórtico a los terrenos de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras. Nada. Los efectivos de la Benemérita de Servicio se afanan en el vial de salida en la inspección de un camión de gran tonelaje. Adelante.

La Federación Sur de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha criticado en infinidad de ocasiones lo “mal repartidos” que están sus controles, que todo lo relacionado al tráfico de hachis (Marruecos es el primer productor mundial de resina) se confía al puerto de Algeciras y que la droga circula por la ciudad autónoma sin cortapisas, que la prioridad es “que no entre costo en la península”.

A falta de 40 minutos para la salida del último ferry del día, que parte a las 22.00 horas desde Algeciras, una pequeña hilera de vehículos (nada que ver con las que se generan durante los fines de semana y ‘días punta’ de julio y agosto, meses en los que más de 700.000 coches y casi 3 millones de magrebíes utilizarán la ruta durante la Operación Paso del Estrecho) aguarda la apertura de las taquillas.

Diez minutos antes de la hora de partida, otro empleado de las navieras entrega las tarjetas de embarque para el viaje de vuelta. Justo debajo de su ventanilla existe un cartel de Capitanía Marítima local en el que se “recuerda” a los viajeros la obligación de presentar su documentación oficial para ser cotejada con su billete por los operarios.

Campaña informativa

Es una campaña muy similar a la que todos los agentes públicos y privados implicados en el transporte marítimo en Ceuta pactaron difundir en los medios y a través de las agencias de viajes para “informar” a los usuarios de su deber de no estafar al Estado con las bonificaciones. Aún no se ha puesto en marcha pero dado que la sanción que se impone a los sorprendidos en el fraude consiste en volver a la taquilla y abonar la diferencia de precio con un billete no subvencionado se otorga poca efectividad.

“Son delitos que deben sancionarse de oficio porque además pueden tener sus consecuencias en la seguridad de los buques”, consideran en la Federación de Transporte, Comunicación y Mar de UGT-Ceuta, cuyos responsables han exigido a la Delegación “que no minimice el problema proponiendo seguridad privada” y que los pasajeros “no se vayan de rositas para intentarlo media hora después en otra compañía”.

Superado el trámite en la taquilla de la naviera, nadie más vuelve a requerir a los pasajeros más que para cortar los cartones de sus tarjetas de embarque. Otra vez en el mar y cerca de la medianoche, una pareja de la Guardia Civil solicita aleatoriamente a los pasajeros de algunos vehículos su documentación. Tampoco.

En un comunicado oficial remitido a través del gabinete de prensa de la Delegación la Guardia Civil ha subrayado esta semana que son los trabajadores de las navieras quienes “deben comprobar en el embarque la identidad de las personas” que utilizan la línea de transporte y ha asegurado que “ninguna unidad andaluza cuenta con más canes detectores de explosivos” que la encargada del puerto.

Además, la Benemérita pidió al diputado ceutí “máximo respeto y mesura en el tratamiento de temas tan sensibles como la seguridad”, ya que a juicio del Instituto Armado no está bien “especificar los medios concretos con los que se cuenta por parte de la Guardia Civil”. “Desde el establecimiento del nivel 2 por esta Comandancia se vienen cumpliendo todos los objetivos que le han sido encomendados en la forma establecida en la citada instrucción, lo que supone un esfuerzo adicional en la utilización de los recursos disponibles en la unidad”, dejó claro.
 

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