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OPINIÓN - VIERNES, 1 DE JUNIO DE 2007

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Libertad de expresión
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Recuerdo que al estudiar los tipos de democracias: populares, del tercer mundo y representativa o liberal burguesa, nos decía el profesor de Introducción a la Ciencia política, en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, que este último tipo que he reseñado podía estudiarse desde once puntos fundamentales. Pues bien, uno de esos puntos era :” Derecho a la libre expresión: públicamente se puede hacer proselitismo de sus ideas y divulgarlas”.

Al ver durante los últimos días los informativos de diversos canales de TV, variopintos y muy distantes los unos de los otros, hay una coincidencia general en todos sobre la forma de comportarse el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

No seré yo quien diga que este presidente no ha llegado al poder por un camino totalmente ortodoxo, políticamente hablando, pero esa ortodoxia deja de tener sentido cuando se ven los comportamientos que está teniendo este presidente venezolano.

La última “guinda” la ha puesto al clausurar, cerrar o secuestrar la cadena más antigua de televisión, porque estaba siendo crítica o muy crítica con él. Y más tarde advirtiendo a otros que mucho cuidado con lo que se dice en sus medios.

Aquí, pues, la democracia que impone Chávez no entra en el apartado que he citado anteriormente, no entra, aunque qué más quisiera, en el tipo de “democracias populares” y cuesta trabajo adecuarla, porque hay algunas que funcionan bien, al segundo grupo o democracias del tercer mundo.

La de Chávez, mientras no se demuestre lo contrario estaría metida en ese segundo grupo pero ... con aspectos liberales, aunque la representatividad él mismo se la ha cargado y su propia debilidad le ha hecho “romper esquemas desde dentro” (golpe político), o amarrar todo al máximo para masacrar a los que no están a su favor.

La situación en la zona comienza a ser preocupante y no tanto por lo que hay ahora y se avecina, sino porque lo anterior tampoco aportó nada positivo para la zona.

Ahora mismo, esa zona es un polvorín y además con el peligro de que en cualquier momento puede saltar, porque ya veremos si el de Hugo Chávez es un gobierno estable, de verdad, o es un simple pelele sustentado y apoyado por los mismos que han apoyado durante tantos años a Castro.

Ahora mismo, el eje formado por Castro ( o lo que quede de él), Hugo Chávez, con todo lo que se le viene encima, y el famoso del jersey de rayas, Evo Morales, constituyen el punto de mira, especialmente de occidente.

Y que no quepa la menor duda de que si perjudica los intereses económicos occidentales, lo mismo que él ha hecho desde dentro, le pueden hacer a él desde fuera.

Los últimos treinta y cinco años han sido difíciles para los países iberoamericanos, con trampas peligrosas de un signo y de otro.

Los que han sufrido golpes de la derecha, han terminado arruinados política y económicamente: Argentina ha sido el ejemplo más palpable. Chile fue otra cosa, más dura y canallesca, pero otra cosas.

Los golpes o las llegadas por caminos “legítimos” para asentarse con tendencias de izquierdas no presentan unas perspectivas demasiado claras, y una serie de territorios, con mucha población, pero población sin formación, con unas riquezas “controladas” por ciertas mafias de diversos géneros, con países subdesarrollados todavía, es una incógnita lo que pueden generar.

Ahora mismo, Venezuela está a un paso del enfrentamiento civil y eso, si no se mide con cautela, puede acarrear una serie de conflictos en cadena que afecten, además de a ellos, también a otros vecinos.

Una sociedad analfabeta, con regímenes sin escrúpulos, puede llegar a donde no se piensa. Un “soberano” con su ego personal por las nubes y con la creencia en su propia fuerza intenta todo lo más perverso y unos aliados, vecinos o no vecinos, sin una idea clara de lo que es el mundo, pueden ocasionar una auténtica carnicería.

Hugo Chávez se está haciendo fuerte con su producción de petróleo, con los pactos que ha contraido con gentes de su mismo talante, pero ahí no va a quedar todo, porque un pueblo mientras no se vea engañado y esté con lo necesario, traga pero...
 

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