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sociedad - LUNES, 4 DE JUNIO DE 2007


José Gutiérrez. cedida.

Entrevista / José Gutiérrez, un veterano del sáhara español
 

“Me marcó la grandeza de
los hombres azules y de aquella tierra esquiva”

Este veterano del Aaiún se califica como un “enamorado profundo” del Sáhara y sufre por este pueblo “que siempre se creyó español y que fue abandonado”
 

CEUTA
Sonia Martínez J.
soniamartinez@elpueblodeceuta.com

Este veterano ceutí se enorgullece de haber estado sirviendo al Estado Español en la antigua plaza militar del Sáhara. Pese a estar en aquella zona en una de las épocas más difíciles del periodo del protectorado español, con el añadido si cabe ‘peligroso’, de pertenecer a la denominada Policía Territorial, un cuerpo semejante en la actualidad al de la Policía Nacional o Guardia Civil, José asegura que en esos 17 meses en los que vivió en el Sáhara, concretamente en la la ciudad del Aaiún, pudo conocer y aprender cosas que “de otra forma nunca habría sabido”. Este veterano guarda un grato recuerdo de su estancia en aquella plaza española y comenta que aún hoy sigue manteniendo un especial cariño a aquellos que “durante una época fueron nuestros hermanos y que el Gobierno Español abandonó por cuestiones de política internacional”,  El próximo fin de semana será el Encuentro de Veteranos del Sáhara en la ciudad. Asistirán más de 100 antiguos militares.

Entre 1974 y 1975 el llamado Frente Polisario, (Frente para la Liberación del Río de Oro) luchaba contra el Ejército Español debido a que éste apoyaba a otro partido, conocido como, Partido Unitario Nacional Saharaui.

Por aquellos años ya se barajaba el hecho de que España quisiera abondar la zona, a lo que se añadieron fuertes presiones internacionales por parte de Estados Unidos y de la ONU. Era una época complicada para el Sáhara y aproximadamente sobre el mes de marzo de 1974, José Gutiérrez, un ceutí de unos 20 años, fue informado de que tenía que cumplir con el servicio militar obligatorio precisamente en aquella plaza militar perteneciente al protectorado español.

Pregunta: ¿Cómo se tomaron en su casa aquella noticia?

Respuesta: Yo estaba durmiendo aquel día cuando sorteaban los destinos para hacer la mili. Tenía el número 20 y fue ese el que salió con destino para el Sáhara. Imagínate cómo se lo tomó mi madre, es como si hace varios años se hubieran enterado de que su hijo lo destinaban a frentes militares tan complicados como Cosovo.

P: Eran tiempos difíciles los de aquella época. ¿Cuál fue el panorama con el que se encontró al llegar a su destino en el Sáhara?

R: Pese a ser ceutí y vivir en el continente africano, tenía una idea muy equivocada de lo que era verdaderamente el desierto. Pensaba que eran palmeras, arenita, oasis y un poco, lo que me habían mostrado las películas americanas. Cuando llegué al Aaiún vi desde el avión una enorme mancha de agua y pensé que aquello era un lago, pero cuando aterricé y conocí de cerca la zona, entendí que aquel sitio era donde iban a vaciarse todas las aguas fecales del emplazamiento militar. No había arena, porque aquel desierto no era como el que todos pensamos, el de los oasis y las palmeras están por otra zona, y sólo había piedras. En aquellos momentos vi ante mí una vida muy dura.

P: ¿Cuál era su labor en el Aaiún?

R: Estaba destinado a la Unidad de Destinos. Mis tareas iban desde coordinar los distintos chóferes que iban al desierto a realizar cualquier tipo de misión, controlaba los censos de inmigración de la zona, llevábamos la vigilancia de la Casa del Gobernador, la de los bancos y también trabajos de oficina como atender el correo, la unidad de servicio interior, etc.

Yo suplí concretamente a un joven de ceuta que también había estado destinado a la esta Unidad y que acababa de terminar su servicio militar.

P: ¿Qué numero de tropas estaban destinadas a la zona en aquella época?

R: Esa información se llevaba un poco en secreto por los altos cargos del Ejército, pero calculo que habría entre 12.000 y 14.000 personas. Cada reemplazo eran de 4.000 personas y se hacían cuatro reemplazos por lo que siempre había un número aproximado en la zona de 16.000 soldados.

P: ¿Cuál fue la experiencia que más le marcó de su estancia en aquellas tierras?

R: Sin duda lo que más me marcó fue conocer la grandeza de aquellos hombre azules, los verdaderos tuaregs, no lo que hoy venden en cualquier país del desierto. Aquellos eran personas amantes de su tierra, que pese a ser sumamente esquiva para ofrecerles nada, ellos la aman con verdadera pasión.

Además era una cultura muy rica. Las mujeres tenían un papel principal en estas sociedades, no quedaban relegadas como en otros países musulmanes a meros objetos de decoración.

P: ¿Hubo algún momento especialmente duro durante aquellos 17 meses de estancia en el Sáhara?

R: Con 23 años, era más inconsciente que hoy en día y vivimos momentos duros, indudablemente. Estábamos sometidos a una estrecha vigilancia, teníamos toque de queda, los coches tenían que llevar las luces interiores encendidas cuando circulaban por la noche, caían bombas. Éramos muy conscientes de lo que estaba sucediendo en aquellos años en el ámbito internacional y ahora cuando lo pienso la verdad es que me da verdadero terror. Yo además, estuve trabajando para el Gobierno del Sáhara y transcribía documentos por lo que me olía lo que se estaba preparando por parte del Ejército Español.

P: ¿Con qué recuerdo se queda de aquellos meses en el Aaiún?

R: Sin duda, el hecho de haber conocido una zona del mundo que de otra forma nunca habría visitado y haber hecho buenos amigos. Las circunstancias difíciles suelen unir a las personas. Soy un enamorado del Sáhara.

P: ¿Qué sientes al conocer el estado actual del Sáhara?

R: Esto es una opinión muy particular, pero me duele ver lo que está pasando con el pueblo saharaui.

El Estado Español dejó vendido a nuestros hermanos. Eran unas personas que tenían el mismo documento de identidad que nosotros y que nunca se sintieron colonizados, se sentían españoles de verdad, eran la 54 provincia española.

No se puede mantener a un pueblo prisionero para siempre, yo abogo por un pueblo saharaui libre y una República del Sáhara independiente.
 

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