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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 6 DE JUNIO DE 2007

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Vuelven las amenazas
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Y si son sólo amenazas no estaría mal. Sin embargo y conociendo el “paño” de los que las hacen se puede esperar cualquier cosa a cual más peor.

La mañana de ayer, para mí al menos, fue todo menos agradable. La primera noticia que recibía, venía acompañada de ese trauma que supone el “fin de la tregua”.

Era algo esperado, y algo que salvo los miopes, veíamos venir desde hace meses, los meses que han tardado en rearmarse. ¡¡Maldita casta!!.

Y el aviso llega con el comienzo del verano, mejor dicho, en las vísperas, para, entre otras cosas, cerrar parte de una puerta importante, la del turismo.

Pero aquí todo está tramado y bien tramado, desde hace meses, precisamente desde que comenzó la huelga de hambre de De Juana Chaos, en uno de los pulsos más claros y concluyentes que aquí se han echado al Estado de Derecho. Las leyes , está claro, están para cumplirlas y el trato que, con esa huelga de hambre, se ha dado a De Juana Chaos, es más que dudoso que se hubiera dado a cualquier preso de los que están en la cárcel por haber robado varios millones de euros o por haber cogido y trasladado “ unas plantas prohibidas”.

Hay tratamientos distintos, tal vez, porque es más importante conservar, para bien de la naturaleza, ciertos “lagartos” que proteger la vida de unos guardias civiles, por ejemplo.

Aquí, el Estado de Derecho, cuando aparecen personajes de este calibre puede hacer aguas por muchas partes y si el personaje es de los que tiene “por detrás” muchos que le hacen la corte, y aplauden sus acciones, entonces, eso que llamamos Estado de Derecho se convierte en una nada o algo parecido.

Yo, aquí y ahora, quisiera creer, que ese anuncio de ruptura de la tregua es una simple alucinación, que no va a llegar a otra parte. Es lo que yo quisiera pero ..., han demostrado muchas veces que cuando se fortalecen no juegan a medias tintas, con lo que hay que empezar a pensar en lo peor.

De todas formas ¿Qué Estado de Derecho tenemos si una amenaza ya hace tambalearse las estructuras de la convivencia?. No lo sé, no lo comprendo y no quisiera abordar esta situación.

España acaba de salir de unas elecciones municipales en las que ha habido de todo, pero en las que los que propugnan y guardan el orden supieron estar. Lo malo de esto es que aquellos que van contra el orden, que están fuera del juego democrático, por muchas vueltas o revueltas que se de a las leyes, una parte de ellos también participó y hoy son concejales elegidos legítima y democráticamente, pero sin que ellos respeten la legitimidad y la democracia.

Lo peor que podía haber en estos momentos, y lo digo con toda la sicceridad del mundo es aparentar debilidad a la hora de actuar.

Peor todavía sería, que los partidos democráticos de verdad, dejaran algún tipo de resquebrajadura por donde se atisbara la idea de ruptura, debilidad, dejadez y actuación “desconjuntada”. Si se da esto volveremos a tiempos no muy lejanos, en los que ser Gobierno y ser oposición parecía que era estar condenados a no entenderse. Y hay ejemplos de ello.

Ahora mismo PP y PSOE que no se entienden en casi nada, es obligatorio que estén unidos, sin ninguna fisura, todo lo demás sería dar ventajas a quienes no tienen derecho a estar secuestrando la normal convivencia de millones de españoles.

No se nos oculta que, en esta situación, y más después de las municipales, tanto el PP como el PSOE van a estar, ya están, pensando en el “más que posible adelanto de las elecciones generales” y eso les llevaría a otro campo de actuación, pero flaco favor harían unos y otros si pensaran en los siguientes comicios cuando ya se está poniendo en claro que la normalidad va a ser atacada bruscamente.

La primavera ha tardado en llegar de verdad y cuando nos está acercando al verano, nos sale de frente una situación, esperada, aunque no deseada, que calienta los ánimos, que rompe más la perfecta convivencia y que pone en peligro la vida de muchos ciudadanos honrados, que no piensan más que cumplir con sus obligaciones y vivir en paz con su familia, sean de la creencia que sean, y pertenezcan al grupo político que pertenezcan.

Por todo esto, cuando se nos ha venido reiterando que la situación estaba con muy buenas perspectivas de poder entenderse, ahora nos ha extrañado más y nos lleva a la conclusión que no hay seriedad.
 

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