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ACTUALIDAD - LUNES, 18 DE JUNIO DE 2007


Zona de castillejos. reduan.

economia / la ciudad marroqui vecina rivalizará
 

TMSA proyecta construir en Castillejos una Zona Franca Comercial de 200 hectáreas

El objetivo del área es, según el PGOU de la wilaya vecina, “la transferencia de las actividades comerciales de Ceuta”
 

CEUTA
Gonzalo Testa
gonzalotesta@elpueblodeceuta.com

El Esquema Director de Desarrollo urbano del Distrito de Rincón y Castillejos (M’diq y Fnideq, en árabe), elaborado por los arquitectos urbanistas Fathallah Debbi y Mekouar Najib en colaboración con la Agencia Especial Tánger Mediterráneo (TMSA) prevé la instalación en las inmediaciones de la vecina localidad marroquí, en un enclave todavía por concretar definitivamente, la instalación de una Zona Franca Comercial con 2 millones de metros cuadrados de superficie (200 hectáreas) en la que se pretenden desarrollar “actividades comerciales ‘business to business’ ligadas a la Zona Franca Logística” adyacente a la terminal de contenedores del nuevo puerto Tánger-Med [que comenzará a operar este mismo verano] y que permitirá “la implantación de centros comerciales en condiciones ‘duty free’” con la intención de que genere “múltiples efectos sobre el empleo, la organización del espacio y el nivel de equipamientos de la zona”, según se detalla en los documentos oficiales a los que ha tenido acceso EL PUEBLO.

El proyecto es una de las tres claves sobre las que se asienta la Zona Especial de Desarrollo, de 550 kilómetros cuadrados, que el Estado marroquí creó en 2002 “para favorecer el acceso a los mercados exteriores de las empresas establecidas en Marruecos, el desarrollo de sus futuros procesos logísticos y la dinamización de la economía marroquí y el desarrollo del turismo en la región [la recientemente constituida wilaya de M'diq-Fnideq está considerada la séptima ‘estación turística’ del país vecino por su Ejecutivo]”.

TMSA, una sociedad privada dotada de prerrogativas públicas creada en 2002 que interviene en base a un convenio establecido con el Estado, se encargará hasta 2053 de otorgar la concesión de actividades portuarias y logísticas en la Zona Franca Comercial de Castillejos, así como en la Zona Franca Logística cercana al nuevo puerto y en la Zona Franca Industrial próxima a Tánger.

Por su parte, el Estado es el responsable de construir las infraestructuras de conexión entre todas ellas, trabajos que ya están en marcha desde hace meses.


Los “efectos negativos” del comercio ‘atípico’ con Ceuta

“El comercio en la zona ha proliferado con una gran capacidad de redistribución. Genere rentas para una franja importante de la población pero produce igualmente efectos negativos sobre la producción industrial local, que padece la fuerte competencia de los productos del contrabando y las rentas del contrabando y del blanqueo acentúan una presión especulativa y alimentan una economía paralela próspera”, analiza sobre el contexto comercial actual el Esquema Director, “algo así como un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del área”, según los especialistas consultados.

“El territorio se caracteriza por el empuje demográfico de una zona relativamente sobre densificada. Ni la agricultura de subsistencia actual, ni la pesca tradicional, ni el turismo en su estado actual, ni el sector secundario cuya estructura todavía es embrionaria están capacitados para responder a la demanda de empleo que genera la evolución demográfica”, apunta el estudio, donde se reconoce que “la aportación del comercio ligado al contrabando no es despreciable en el área de estudio” pero se advierte de que “un empleo creado por el contrabando son diez empleos destruidos”. Sobre ese diagnóstico, el informe concluye que “el nuevo proyecto del puerto Tánger Méditerranée será clave para el desarrollo económico y social para el área de estudio de la región de Tánger-Tetuán”.

Sin embargo, al mismo tiempo que lamentan los efectos del denominado comercio transfronterizo en su vertiente de contrabando (siempre desde el punto de vista marroquí), los autores del informe considera la ciudad autónoma y su régimen económico, fiscal y comercial como un modelo a imitar.

“La Zona Franca de Ceuta funciona a día de hoy como un conjunto de almacenes que totaliza menos de una decena de hectáreas instaladas a las puertas de las aduanas [los polígonos del Tarajal. El puerto del enclave acoge mercancías españolas e internacionales, pero la ciudad no dispone de actividades industriales y su base económica esencialmente reposa en el comercio y los servicios”, presenta el informe, que destaca que la ciudad también atrae inversiones turísticas y “funciona gracias a su posición como centro de animación y compras para los habitantes del norte de Marruecos”.


Ceuta, más “vulnerable” o “en mejor posición”

“Actualmente los productos de las Zonas Francas son accesibles o lo serán cada vez más en las grandes ciudades de Marruecos, pero en un contexto de liberalización del comercio internacional y del desmantelamiento de las barreras aduaneras podemos interrogarnos las perspectivas de desarrollo de este tipo de áreas”, cuya actividad en Ceuta limita a los productos sometidos a las Reglas de Origen y a “productos de desecho” cuyo precio de venta es inferior al de fabricación.

A cambio, la Zona Franca Comercial de Castillejos “ofrecerá dos tipos de productos: los ‘duty free’ y los que ahora llegan de contrabando”. “En el primer caso, la oferta se apoyará en productos y servicios que serían más atractivos que la oferta de Ceuta y el sur de España y se destinar a atraer a una clientela constituida por nacionales”, adelanta el proyecto, que resalta que “en el caso del contrabando el problema es eminentemente social”.

“Consideramos que entre 30.000 y 40.000 personas viven de él como ‘transportadores’ de mercancías”, concluye el estudio antes de reconocer que “el objetivo del proyecto es regular el contrabando y asegurar la transferencia de las actividades comerciales que se desarrollan en Ceuta a la Zona Franca de Castillejos”.

“La cuestión es saber cómo las actividades de la Zona Franca de Ceuta (ZFC) pueden ser toleradas y cuáles serán los impactos sobre Ceuta y sobre la economía nacional marroquí”, escenario en el que se atisban dos posibilidades para la Zona Comercial de Castillejos: la primera de ellas implicaría que Ceuta perdiese, con el desarrollo del proyecto “su función comercial”, lo cual “la haría vulnerable” o, como alternativa, que “Ceuta se transforme en una plaza financiera, de servicios y de animación por la que pasarían parte de las transacciones, de tal forma que recuperaría una parte del valor de la Zona Franca de Castillejos”.

“En este escenario”, concluye el análisis, “Ceuta mejoraría su posición y relegaría a Castillejos la gestión social de la nueva Zona Franca con los reducidos márgenes económicos de las 40.000 personas que viven de su comercio”.
 

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