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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 27 DE JUNIO DE 2007

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Vuelven las medusas
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Y no es nada agradable para aquellos que en esta época del año tienen la oportunidad de poder ir unos días a la playa.

Ceuta no iba a ser una excepción, aunque el hecho de dar a dos mares le permite esquivar esta plaga que viene azotando la costa mediterránea desde hace un par de veranos.

La costa atlántica, de momento, se salva de estos desagradables inquilinos que, hasta ahora, no ha aportado muchas satisfacciones.

Hasta ahora, ya veremos por cuanto tiempo, los verdes no han dicho “esta oca es mía” incluso cuando se están colocando las redes para frenar su llegada hasta las playas. Y mucho me extraña que este grupo no haya dicho nada, lo que puede ser por no tener claro a qué se deben estas llegadas, o porque piensan que alguien se les echaría encima si tildan estos movimientos como un elemento más del equilibrio de las diferentes especies de la naturaleza.

Lo que sí parece estar claro es que estas llegadas poco agradables no deben ser consecuencia de ese “calentamiento” tan cacareado de la superficie terrestre y no debe ser consecuencia de eso, porque, de momento, se está dando en costas, muchas del Mediterráneo, mientras que las costa atlánticas todavía no han tenido que soportar esta plaga.

La del Mediterráneo tiene sus explicaciones, por cuanto es un mar tremendamente frecuentado por todo tipo de embarcaciones, es un mar con poca salida a las grandes superficies oceánicas, y es un mar que viene soportando un elevado porcentaje de los residuos de la industria del siglo y medio últimos.

La situación es así, pero sería por mi parte una osadía atribuir a vertidos más o menos legales estas apariciones en el Mediterráneo, o en gran parte de él.

El equilibrio en la naturaleza no es algo fácil de estudiar y menos de mantener y basta con que haya habido aumento de un producto que redujo al contrario a las medusas para que estas, en las zonas cercanas al tráfico intenso del Mediterráneo, hayan aumentado tan considerablemente.

Uno, echando la vista hacia atrás y muy especialmente a aquellos movimientos tan bien orquestados del “nunca mais”, se da cuenta de que esta plaga no ha caído por la zona aquella de Galicia que tanto alboroto levantó frente al Gobierno del País en los últimos tiempos de Áznar. Y digo que menos mal, porque si esta llegada masivas de medusas hubieran hecho su aparición en aquella zona, los “progres de nada” ya tendrían el repertorio para el verano y como preparación para las próximas elecciones generales. De momento, algo no tan perjudicial están aportando as medusas.

Pero uno, que conoce el paño y sabe que a cualquier cosita se le puede sacar mucha punta por parte de quienes con algo tienen que justificar su militancia en esos grupos, empieza a percibir el tufillo de que no se va a tardar mucho en que aparezcan críticas a las redes esas que impiden llegar las medusas a la playas. Tiempo al tiempo.

Lo malo de todo esto es que con ese tipo de críticas, frente a ..., no se solucionan los problemas y esto, que visto a lo lejos podría parecer un problema menor, puede atacar y muy seriamente a la economía de varias costas, en cuanto al turismo, por estos inconvenientes, con solo que se vaya retirando hacia otra partes, dejando el mar por la montaña o dejando ciertas costas, por otras a las que esas inoportunas visitas no han llegado aún.

Aquí no se puede dejar nada a la improvisación, aquí hay que tener controlado todo para en momentos como esos no causar unos problemas irreversibles, especialmente cara al futuro.

Sin querer, no me lo proponía, he llegado a la base del movimiento actual, lo económico, que hay que tratarlo con verdadero tacto, para que no haya ningún elemento, por pequeño que sea, que pueda desequilibrar el sistema ya establecido. Porque no me digan que no es digno de tener en cuenta de qué manera estos “bichejos”, sin “aparente” peligro pueden romper toda la marcha perfectamente estudiada y moldeada por expertos del turismo, en los despachos.

Nada hay que dejarlo a la improvisación, nada hay que dejarlo de lado como si no tuviera importancia y cualquier movimiento, por leve que parezca nos puede hacer ganar o perder en pocas semanas mucho más que lo planeado con estudios serios en una década.
 

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