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OPINIÓN - VIERNES, 29 DE JUNIO DE 2007

 
OPINIÓN / VERBA SEQUENTUR

¿Están nuestras finanzas mejor, con Zapatero?

Por Miguel Massanet Bosch


Creo que sería un buen ejercicio para todos los ciudadanos españoles hacer un análisis de lo que, esta legislatura del gobierno del PSOE del señor Rodriguez Zapatero,  ha supuesto para nuestras respectivas economías, que es, en definitiva, uno de los baremos que más influyen en la medición de nuestro grado de complacencia con quienes nos gobiernan. Recuerdo que el señor Presidentes, en uno de sus raptos de optimismo, se atrevió a decir que en el 2010 España habría alcanzado a Alemania en renta per capita. Confieso que cuando lo leí tuve serias dudas a cerca de tal posibilidad, pero es que, a medida que pasa el tiempo, estas dudas se van convirtiendo en certezas y, estoy plenamente convencido que, a día de hoy, haya muchos españoles que todavía se crean las profecías de nuestro jefe del Gobierno.

En realidad lo que sucede con el señor Rodriguez Zapatero, no sé si por ser un optimista nato o por la  necesidad que siente de infundir ánimos a los que le votaron  – a los que no lo elegimos ya poco nos pueden influir sus vaciedades –, tiene el mal fario de que, ni por casualidad, acierta en sus predicciones políticas. No sé si ustedes recordarán cuando, en las elecciones alemanas, apostaba que la señora Merkel perdería, vaticinando la victoria Schröder;  todos sabemos quien fue quien fue que las fanó. Más recientemente, en este caso en los comicios franceses, prestó su apoyo incondicional a Segolene Royal, que no se pudo imaginar que con ello había firmado su derrota como quedó demostrado con la victoria, por goleada, del señor Sarkozy. Visitó por primera vez la Bolsa española y, al siguiente día, se desplomaba en una de las mayores caídas del año. Será fatalidad o coíncidencia, pero la realidad es que nos ha salido gafe.

Su última metedura de pata, que sería motivo de irrisión si no fuera porque, de su insensatez, se derivó la dramática muerte de dos ciudadanos inocentes; tuvo lugar cuando, en su intervención por TVE el día de final de año, en su alocución a los españoles, pletórico de confianza y eufórico, dio por sentado que durante el año 2007 se iba a avanzar con respecto al problema de ETA. Al día siguiente ETA se burlaba de él con un atentatado sangriento en la T4 del aeropuerto de Barajas, que costó la vida a dos personas.  Desde aquel momento, tanto él como su gobierno, van dando palos de ciego pretendiendo justificarse inutilmente por el ridículo en el que le dejaron los etarras. Pero lo peor estaba por llegar y, el poco prestigio que le quedaba al Gobierno lo acabó de perder cuando ETA decidió romper la tregua. Esta acción  cogió descolocado al Ejecutivo que quedó sumido en una catarsis total. Descolocados intentaron, como último recurso, culpar de todo al PP; pero han sido tan numerosas las veces que han mentido a los votantes, que ya nadie les concede el más mínimo crédito.

Si es cierto que gozamos de una cierta bonanza económica, no es mérito del actual Ejecutivo, puesto que el señor Solbes se ha limitado a seguir, al pie de la letra, la estela de su antecesor en el cargo, señor Rato. La OPA de Endesa, con toda su retahila de irregularidades legales; el apoyo descarado del Gobierno a la Enel de Prodi (fuertemente participada por el gobierno italiano) en contra de E’On; han servido para poner en evidencia los trapicheos de los señores Clos,Sebastián y Arenillas (estos dos últimos dirigentes de la sociedad Intermoney), y de la Oficina Económica del Gobierno. Las consecuencias han sido que los ciudadanos tengamos que pagar más por el recibo de la luz a causa de las cesiones que tuvieron que hacerse Enel y Acciona para que se decidieran a mejorar la oferta de E’On. En efecto, este año, las tarifas eléctricas se incrementaron en enero, en un 2%, y ahora, lo harán en otra cantidad lo que sumarán, en conjunto, un 4’6 % de aumento. Por si fuera poco se anuncian nuevos aumentos antes de final de año. No debemos olvidarnos de que  este Gobierno prometió que nunca, el incemento del coste energético, sobrepasaria el IPC. De nuevo el ciudadanos de a pie está sufriendo las consecuencias de una mala política de Zapatero. El resultado de este culebrón puede ser el de una película de terror de Hitchcot, con una tenebrosa escena final en la que, el malo del film, nuestro propio Gobierno, entrega a las hienas a la princesa eléctrica, Endesa, para que la destrocen y se la repartan entre ellas. La mejor eléctrica nacional, condenada al desguace.

Si se ha pedido moderación de sueldo, no parece que, a cambio, sea lógico que se permita que se dispare el IPC, especialmente en los productos de primera necesidad. ¿Son esos los que se llaman, a si mismos, socialistas? ¿Cómo pueden pedir a los trabajadores que se sacrifiquen cuando la vida se encarece continuamente sin que el Gobierno sea capaz de evitarlo? Nada se ha hecho para aquellos que tuvieron que endeudarse para comprase un piso y, animados por los bajos intereses de las hipotecas, se decidieron a entramparse para adquirir una vivienda. Los tiempos han cambiado y, ahora, el Euribor ha dado un salto importante, situándose a un nivel notablemente superior al del año pasado. Todo ello ha comportado la subida de las cuotas que, en muchos casos, ha llegado a doblar los gastos gastos previstos. El presupuesto familiar, ya muy ajustado por el incremento de los precios, ha tenido que absorber este nuevo gasto que, en muchos casos, ha sobrepasado los límites de los ingresos familiares; provocando un aumento de devoluciones de los recibos de la hipoteca.

Por si fuera poco, durante este año ha aumentado la presión fiscal. La recaudación de impuestos subió a un ritmo superior a lo que lo ha hecho la economía española. Desde los socialistas asumieron el gobierno de la nación, la presión del fisco ha pasado de un 34’53% a un 36’52%; lo que tira por los suelos la promesa electoral del Ejecutivo  de Zapatero de “no aumentar la carga fiscal”. El Gobierno no parece preocupado por este estado de cosas y continua empecinado en sus obsesiones: su “proceso de paz”; aprobar el Estatut de los catalanes e intentar, por cualquier medio, perjudicar al PP, único obstáculo para sus acuerdos con ETA y el desmembramiento de España. Como en el caso de las negociaciones con ETA, nos tememos que el señor Zapatero y los que lo apoyan, no estén dispuestos a ceder un ápice de protagonismo al PP al que utiliza, cada vez que puede, para que le sirva de coartada y, cuando ya no lo necesita, intenta hundirlo, A veces parece que lo logra.
 

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