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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 4 DE JULIO DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

La Universidad española de Tetuán
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Ayer había prometido que algo iba a cotillearles sobre el entrañable encuentro de nuestros representantes diplomáticos (embajador Luis Planas y cónsul Jiménez-Ugarte) en el antiguo Hospital Militar de Tetuán, al que asistieron además el Jefe de Servicio del mismo, José Carlos Iribas (un efusivo navarro), la doctora Dolores Sánchez de la Torre, profesional de joven talante aunque veterana en el cargo, el consejero de Trabajo y Asuntos Sociales de la Embajada de España en Rabat -el socialista Eduardo Martín Tovar- y el entusiasta director del Instituto Cervantes en Tetuán –“formo ya parte del paisaje, José Luís”- , el sevillano José Toledo, además de las abnegadas religiosas de la orden de las “Hijas de la Caridad”, mujeres que sí se ganan el Cielo (si es que existe) y no como otros elementos beatorros y meapilas, individuos cargados de vacua teología, henchidos de apariencia y mucho golpe en el pecho seguidos de puñalada trapera y cabronadas varias. Mi profundo y sincero respeto para los cristianos consecuentes y comprometidos con su fe y, en particular, para esas “hermanitas” que tuvieron el coraje de enterrar sus ilusiones y su juventud en el servicio a los demás.

Al hilo de la visita en la que todos pudimos comprobar las recientes ampliaciones efectuadas en el actual Hospital Civil, tuve ocasión de algunas que otras fugaces palabras con las autoridades existentes, de las que rescataría las siguientes.

En primer lugar la confidencia –más tarde confirmada- del embajador Luis Planas (con el que ya había tenido el placer de conversar hace años, primero cuando la visita del entonces alcalde de Barcelona, Joan Clos, a Tetuán y luego con la gira de la Reina Sofía a la antigua capital del Protectorado) respecto a la traída y llevada “Universidad de los Dos Reyes”, un ambicioso proyecto bilateral compartido por España y Marruecos y que, en principio, iba a instalarse en los terrenos sitos en Rincón de M´dik, frente a Kabila, justo a mitad de camino entre Ceuta y Tetuán. Lenguas mendaces fueron soltando la especie de que dicho centro universitario –financiado fundamentalmente por la UNED- iría a ubi carse a Tánger, lo cual no deja de tener su lógica…. para el Reino de Marruecos, que reforzaría así la candidatura “Tánger 2.012”. Pero afortunadamente no es así -¿qué coño haría España en una ciudad de clara influencia francesa?- como me confirmó, rotundo y categórico, el embajador Luis Planas. Con una amplia sonrisa ante mi pregunta y como el diplomático aseguró, “lo que se haga en su momento, se hará en Tetuán”. Me alegré francamente y así se lo transmitiré a mis amigos en la ciudad, pues precisamente hace unos días había tratado el asunto con el presidente de la asociación “Tetuán-Asmir”, Abdeslán Chachoo, quien aprovechó para trasmitirme la inquietud que latía en la ciudadanía sobre este particular.

La otra pregunta, ya delante del té con pastas y en compañía del Cónsul Jiménez-Ugarte así como de periodistas marroquíes y de la Ciudad desplazados expresamente al acto, fue sobre el porvenir de Ceuta, tema que saqué a colación después de las palabras del Embajador -que comparto en su totalidad- sobre el proyecto “Tánger-Mediterráneo” y el desarrollo de la Península Tingitana. Pero de ello y mis percepciones, escribiremos mañana.
 

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