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OPINIÓN - VIERNES, 20 DE JULIO DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

“Vanguardia islámica”
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Con sus comillas, porque no escribo de un concepto sino de una organización. Estoy seguro que Abu Islam, quien tiene previsto estar hoy en Ceuta, ciudad querida, sabe bien a que me estoy refiriendo. Un aguerrido y disciplinado entorno, debidamente jerarquizado, sobre el que “sidi” Tatari podría ilustrarnos y cuyos fines nada tienen que ver, se lo aseguro, con ese Islam pacífico y tolerante (que también existe) con el que algún taimado “hermano musulmán” (con comillas) quiere llevarnos al huerto y no precisamente el de los olivos. Paso por alto el antiguo ¿enfrentamiento? con el “jeque” Salah y su “Alianza Islámica” y la escisión terrorista de los “Soldados de Alá”, la mayoría de cuyos activistas habían sido previamente coleguitas -como Abu Islam- en la rama siria de los “Hermanos Musulmanes”. ¿Verdad “jai” Tatari?.

Un inciso didáctico antes de seguir, para que me vaya siguiendo el lector: “Hermanos Musulmanes y Tabligh son al terrorismo islamista lo que Herri Batasuna es al terrorismo de ETA”. Punto pelota.

Ideológicamente, el ya muy largo millón de musulmanes residentes en España (un 80% de orígen marroquí) podemos agruparlos grosso modo, sin contar la presencia shií, en cinco corrientes: la ortodoxa sunní-malikí, la oriental wahabita, la indopaquistaní del Tabligh, la egipcia de los Hermanos Musulmanes bajo sus distintas caretas y la salafista yihadista, a su vez dividida por el núcleo duro del tafkir. Todas ellas interactuantes en las dos grandes organizaciones (FEERI y UCIDE) con las que el Estado español firmó los acuerdos de cooperación en 1.992 y que, en los últimos tiempos, están viviendo cambios de calado: una vez apartados de FEERI los conversos españoles, tres son los actores con posibles que cortejan y se disputan el control político de más de un millón de musulmanes: Arabia Saudí a través de la financiación de sus petrodólares (que zurcen tanto un roto como un descosido), el Reino de Marruecos por medio de sus MRE y su desembarco en FEERI y “sidi” Tatari con su UCIDE (inicialmente una asociación con marcado acento fundamentalista), alrededor de la cual el imám de la madrileña mezquita “Abu Bark” está intentando aglutinar un variopinto marco asociativo al que se han sumado en Ceuta los “misioneros” del Tabligh, curiosa gente que deben tener acciones en alguna agencia de viajes porque no dejan de recorrer el mundo de aquí para allá: de Paquistán a Canadá. ¿De donde coño sacan euros para tanto?. En la Ciudad querida la situación presenta un particular perfil, pues el sector promarroquí (partidario de algún tipo de ligazón de Ceuta con el Reino de Marruecos), sunní-malikí y nada sospechoso de veleidades filoterroristas -al contrario que otros-, está ninguneado por las autoridades mientras se acentúa la colaboración institucional (desde la Plaza de los Reyes al sector civil de la Plaza de Africa) con oscuros personajes islamistas (fundamentalistas pero no promarroquíes), supongo que apostando al proceloso juego de “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo”. Y no es precisamente así. La cruda realidad es que estamos amamantando una hidra de varias cabezas con, además, la pretensión de alzarse en unos años con el poder político en la Ciudad querida. Los ciudadanos musulmanes de Ceuta son libres, faltaría más, de afiliarse a la asociación que deseen. Pero deberían ser prudentes y no dejarse utilizar sabiendo quien maneja los hilos de algunas organizaciones no vaya a ser que, al final, salgan salpicados: sobre todo si se “alistan” en el Tabligh. Aquí se esconden dos jugadas: la primera es controlar el jugoso aporte financiero del Estado español; la segunda, infiltrarse con cara mansurrona en la sociedad, reislamizar las bases de la emigración y copar “territorios” (barrios, incluso ciudades enteras…), para más adelante y desde una posición de fuerza sacar las cartas encima de la mesa e imponer las condiciones de Alá, Mahoma, el Corán y la Sunna: “Os conquistaremos con vuestra Constitución y os someteremos con nuestro Islam”. Hasta la victoria final… ¿Verdad “jai” Tatari?.
 

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