Los efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional
que controlan la zona fronteriza y la Estación Marítima de
Ceuta están acostumbrados “a ver de todo” a la hora de que
los narcos intenten pasar droga hacia la península. Pero es
quizás una nueva estrategia la que no deja de sorprender a
estos efectivos.
Los narcos están utilizando a los menores para intentar
colar la droga en los controles de seguridad, que cada vez
son más precisos y minuciosos.
En la ciudad autónoma de Melilla, fuentes policiales
informaron de que ya se ha advertido está nueva táctica en
varios intentos.
Según explicaron, “se han dado ya varias posibilidades en
estos intentos”. La primera y más efectiva, según alertan
estas fuentes policiales, es la de que el menor lleve
adosado a su cuerpo la droga y que el embarque se realice a
pie. La segunda, más usual y a la vez más controlada, es la
utilización por parte de los narcos de “una falsa familia”
que viaja “cargada de maletas” y que intenta acceder al
ferry con su vehículo. En este presupuesto, aseguran, “se
suele pillar a los delincuentes porque el can detector se
pasa por todos los vehículos, estén cargados de equipaje o
no e incluso desde una posición lejana a éste, puede
detectar la presencia de droga”.
La tercera vía es la utilización directa de los pañales del
menor o de sus enseres para escondite de las sustancias
estupefacientes. En este caso, “también se detecta
fácilmente”, informaron.
En Ceuta
El pasado día 15 de julio, la Guardia Civil informaba de que
se había encontrado en un vehículo, marca Peugeot-405, de
matricula nacional, un total de 77.200 gramos de resina de
hachís. La sustancia fue localizada en el interior de una
maleta que portaba en el maletero el conductor y que
intentaba camuflar bajo el resto de equipaje.
Los detenidos por este presunto delito contra la salud
pública fueron un hombre, K.B, nacido en Gara (Marruecos),
en el año 1.972, provisto de pasaporte marroquí y tarjeta de
residencia en España, siendo su actual domicilio en Madrid y
su pareja, F.B, nacida también en Gara en 1.961. En el
momento de la detención la mujer viajaba con su bebé en los
brazos.
“Se trata de dar apariencia de familia honrada que viaja por
vacaciones hasta Marruecos, pero el can detector se pasa por
todos los vehículos que van a efectuar el embarque en la
Estación Marítima de Ceuta con lo que es realmente difícil
pasar la droga”.
En la mayoría de los casos, estos menores utilizados por su
padres pasan inmediatamente a la disposición de los
servicios sociales de la ciudad competente.
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