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OPINIÓN - SÁBADO, 28 DE JULIO DE 2007

 

OPINIÓN / VERBA SEQUENTUR

La política de Zapatero, un retorno al pasado
 


Miguel Massanet Bosh
miguelmassanet@elpueblodeceuta.com

 

No puede calificarse menos que de milagro el hecho de que algunos españoles todavía conservemos algo de pelo en lo alto de nuestras cabezas. Sí, señores, en toda la reciente historia de nuestra patria (me gusta el vocablo porque cabrea a todos los separatistas) creo que no ha habido ningún gobierno que se haya dedicado con más ahinco a dárnosla con queso. Y es que, desde que existe (al menos nominalmente) la democracia, no ha habido en España un gobierno que haya falseado más las situaciones; que haya tergiversado más la realidad y que haya tomado el pelo con más caradura a la ciudadanía, parte de la cual, todo hay que decirlo, está encantada de que se lo tomen e incluso está dispuesta a facilitar los utensilios para que se lo sigan rapando. Ya saben “sarna con gusto no pica”.

 Una de las más recientes jugadas del señor Rubalcaba ha sido hacer que se cambien, sin el menor rubor ni vergüenza, los datos de los etarras detenidos en el 2007, que figuraban reseñados en la página web del Ministerio del Interior, en la que aparecían sólo 15 detenidos; pero ¡pásmense ustedes! por arte de birlibirloque, de repente, aparecen 43 ¡casi nada! Esto es lo que en algunos lugares se llama “criar carne” o sea engordar, en este caso las cifras. Primero la Presidencia del Gobierno contestó a una pregunta del PP diciendo que eran 42 (fruto del acuerdo con ETA de restringir durante la negociación las detenciones de etarras); sin embargo esta cifra no coincidía con la que manejaba el Ministerio del Interior, que sólo eran 15. Aunque les pueda sonar a cosa de locos nadie pareció darse cuenta de la abismal diferencia hasta que, el pasado miércoles, la web de interior sufrió una metamorfosis radical, elevándose la cifra de etarras detenidos hasta alcanzar, en un vertiginoso e incomprensible ascenso, la cifra de 43.

 Al parecer, porque milagros los hay pocos y siempre a favor de santas personas, lo ocurrido ha sido que, para cuadrar los números con los de la Presidencia del Gobierno, han incluido como criminales de ETA a algunos de los detenidos de la Kale Borroca. O sea, que para según que casos, los de la Kale Borroca sólo son niñatos, mal educados, que se divierten quemando autobuses, incendiando a algún guardia y destruyendo cajeros de bancos ( cuando se trata de imputarles delitos); pero, cuando conviene hinchar el número de detenidos de ETA, porque se hayan cambiado las tornas, la banda ha roto la tregua y es el momento en que el Ejecutivo tiene que sacar pecho para justificarse ante la ciudadanía por haber negociado con la banda y haber salido trasquilado en el intento; ahora, sí, ahora los de las Juventudes de Batasuna sí son verdaderos compañeros de los criminales de ETA.¡Tendrán morro! Pero vean: aquí nadie se alarma, ni se rasga las vestiduras, porque para mucha gente corriente es lo más natural del mundo.

 Y hablando de lo más natural del mundo, conviene que nos fijemos en las juventudes socialistas. ¿Qué quiénes son estos sujetos? Poco habrán oído hablar de ellos, al menos durante los tres últimos años. En realidad no eran ni son nadie, pero ahora que van a celebrar su congreso – digamos, de paso, que va a ser amenizado por ilustres personalidades como el señor Pepito Grillo socialista, el señor Blanco, de reconocido prestigio en el mundo jurídico, y será cerrado por el señor Rodriguez Zapatero – quieren hacerse notar y, por si fuera poco, lo han hecho por medio de un video en el que, en un partido de rugby, se pintan como malos a los del PP y, naturalmente, como buenos figuran ellos mismos. Pero lo plantean como si fuera una guerra entre ambos bandos; nada de la aireada paz de Zapatero, nada del talante cachondo del Presidente y nada de ir contra la “crispación”; no señores, se trata de lanzarles a los del PP un misil para hacerlos desaparecer del mapa. ¡Magnífica lección de convivencia pacífica! Pero han incurrido en algo que parecía imposible que se pudiera repetir en la historia de España, ¡han resucitado el vocablo “rojo”! se han autocalificado como sus antecesores de la guerra civil. Vamos a ver si recordamos algo de lo que hicieron las Juventudes Socialistas de entonces. Por ejemplo, fueron los instigadores de la revolución de octubre de 1934, levantando en armas a media España, entre otras las provincias de Asturias, Cataluña y Madrid, contra el legítimo ( mayoría aplastante de la derecha) gobierno de la República instaurado en 1933 (fueron los socialistas los que armaron a los mineros con armas que trajo un barco llamado Turquesa);  también fueron los que implantaron, con los comunistas de la GPU, las chekas en Madrid, Barcelona y Valencia; provocaron huelgas por todo el país para conseguir desbancar a la derecha del poder y fueron ellos los que traicionaron a sus compañeros de la CNT y el POUM, en mayo de 1937, por no compartir los ideales comunistas de Moscú.

 Pero no los pierdan de vista, estos nuevos “rojos” serán, en el futuro, el arma que utilice el señor Zapatero para volver a aquellos tiempos del estado totalitario. No quiere una oposición fuerte y vigorosa que le pueda pedir cuenta de sus actos y, por eso, está empeñado en acabar con el PP, sea como sea, y una de las formas que tiene en sus manos es crear un organismo paralelo, un remedo de los de la guerra civil, que puedan dedicarse a hacerle el trabajo sucio mientra él se refocila en su Alianza de Civilizaciones y se llena la boca de la famosa paz. Una paz con trampa, porque con este señuelo espera que los españoles nos traguemos el anzuelo y, cuando queramos darnos cuenta, estemos atrapados en las redes del neocomunismo, de éste que se está imponiendo en el Cono Sur americano por sujetos tan impresentables como Hugo Chavez, Morales o Correa. Hace tres años parecía imposible pero, tal y como están las cosas, si nadie reacciona ante el panorama que se nos presenta, no nos podremos quejar de lo que nos depare el destino.
 

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