El rey Mohamed VI de Marruecos defendió ayer en un discurso
con motivo del octavo aniversario de su acceso altrono por
la permanencia de la monarquía en el país vecino como una
institución “ciudadana” y “marroquí auténtica”, exenta de
límites competenciales, en un país con un régimen basado en
un Islam “moderado y abierto” que citó entre los fundamentos
irrenunciables de su régimen que “no están en juego” en las
elecciones del mes próximo. Entre esas bases estratégicas
del Estado marroquí, el monarca mencionó el Estado de
derecho, la ciudadanía basada en el respeto de los derechos
y obligaciones del ser humano, el liberalismo económico, la
libertad de empresa, la solidaridad y la justicia social.
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