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La rehabilitación de los edificios
antiguos que merece la pena conservar en Ceuta es uno de los
pilares de la política de vivienda del Gobierno que preside
Juan Vivas. Así lo asegura su consejero de Urbanismo,
Francisco Márquez, en una voluntad que debe ser elogiada por
todos los caballas que desean conservar la memoria histórica
visual de lo que fue y es su ciudad con el fin de no perder
una de sus esencias fundamentales.
Durante mucho tiempo, y de ello ha quedado constancia tanto
en los medios de comunicación como en la memoria de muchos
de nuestros mayores, inmuebles con solera de la ciudad
autónoma se han ido al suelo por la dejadez de sus
propietarios o de la Administración y, en los peores casos,
por intereses espúreos en el plano inmobiliario.
Evitar nuevos desmanes en ese campo debe ser sin duda una de
las prioridades del Ejecutivo autonómico. Para ello cuenta
no sólo con el beneplácito, expresado en las urnas, de la
inmensa mayoría de los ceutíes, sino también con el de los
especialistas. El Colegio Oficial de Arquitectos de Ceuta
también aboga decididamente por la rehabilitación como un
pilar fundamental de cualquier estrategia institucional de
“edificación sostenible”: “Es mejor rehabilitar que
reconstruir”, aunque a veces salga más caro.
Para conseguirlo es fundamental que la Administración local,
pero también la nacional, se comprometan a colaborar cuanto
sea menester con los propietarios bien intencionados en esta
tarea. Por ello debe ser elogiado y bien aprovechado el Plan
de Vivienda del Estado, del que Ceuta debe obtener toda la
financiación que le permitan los criterios de adjudicación
establecidos, pero también las subvenciones que la propia
Ciudad destina para la rehabilitación de viviendas
concretas. Cuando una propiedad es susceptible de recibir
fondos para este propósito el coste de las obras puede estar
financiado hasta en un 80%. Es una tarea de todos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
