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Los ciudadanos demandan cada día
nuevos servicios, prestaciones y calidades, que las
administraciones deben poder ofrecer de la manera más ágil,
rápida y segura. Por ello, se hace inminente la creación de
nuevos planes, en los que años atrás hubieran sido
inviables. De esta manera, la intervenciones administrativas
en materia de infraestructuras deben proporcionar la mejora
de todos los residentes. El Partido Popular lo sabe bien y
está actuando en la línea.
La liberalización de suelo para la construcción de viviendas
de protección oficial y la mejora de los espacios e
infraestructuras de la ciudad es ya una realidad que irá
dejando ver sus frutos en los próximos años . Sin dudas, nos
encontramos ante el más ambicioso y certero proyecto, que
conllevará la transformación del tejido social de Ceuta,
emprendido por el Gobierno autonómico, y del que se
beneficiarán todos los ciudadanos.
Así, el Ejecutivo que preside Juan Vivas sienta las bases de
lo que será la mayor restructuración, en cuanto a
infraestructuras se refiere. Como no podía ser de otra
manera, la ampliación de los servicios educativos, la
creación de nuevas viviendas de fácil acceso y la
construcción de nuevos espacios, tanto deportivos como
lúdicos, ocupan un papel protagonista en esta nueva
legislatura.
Para muestra un botón y, en este caso, el Gobierno de la
Ciudad demuestra una vez más que no olvida ni a los jóvenes
ni a los colectivos más desfavorecidos, los que tendrán
prioridad “absoluta” en estos planes de esperanza.
El proyecto ya está sobre la mesa y la “autofinanciación” en
marcha. Todo está pensado para que, a la vez que se
enriquezcan las infraestructuras de Ceuta, se genere riqueza
y, en la medida de lo posible, se contribuya al descenso del
desempleo en la ciudad, mediante la creación de más de 2.500
puestos de trabajo.
Así, el Gobierno de Vivas, inmerso en el nuevo plan y sin
perder el tiempo, quiere devolver a los ceutíes la confianza
que depositaron el pasado mes de mayo en las urnas.
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OPINIÓN / EDITORIAL
