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cultura - MIÉRCOLES, 29 DE AGOSTO DE 2007


actuación de ‘Garibolian’. el pueblo.

actuaciones / reportaje
 

Aprendices bajo la carpa

La primera escuela de circo en Ceuta
abrirá sus puertas en 2008. La
presentación oficial del proyecto
‘Garibolian’ se realizará en octubre
 

CEUTA
Elsa Cabria
elsacabria@elpueblodeceuta.com

Veinticinco personas, entre bailarines de capoeira, ‘breakdancers’, contorsionistas, magos, percusionistas, músicos y cantantes, se han unido para dejar cientos de bocas abiertas. Las caras de sorpresa y los gestos de desconcierto van a ser su objetivo y esperan aumentar el grupo para captar el estupor de la ciudadanía con sus voces, gracias, movimientos imposibles y trucos increíbles. Su propuesta se llama ‘Garibolian’ y será la primera escuela de circo que tenga Ceuta cuando, a mediados de 2008, entre en funcionamiento, aunque de momento sin lona. Será una entidad sin ánimo de lucro para enseñar a los más jóvenes cómo se hace el payaso, qué es la tela aérea, y cuánto valen las horas de ensayo, entre tantas cosas. Las respuestas a estas preguntas se las darán los promotores de tan particular centro de enseñanza; tres personas que ejercerán de profesores de la divina comedia circense en la ciudad autónoma.

Manuel Clavijo es el mago y percusionista, Lourdes Aguilera, la experta en acrobacias en el aire, y Agueda Blanco, la maestra en el arte de las contorsiones. Entre sus seis manos, y con el apoyo de David Bedia, van a materializar un proyecto con muchas expectativas que se desarrollará entre las paredes de un local social en la barriada O’Donnell, pero que intentará ser cada vez más grande hasta disponer, algún día, de una carpa de circo estable en la ciudad.

Inspirados por el arte de la célebre compañía ‘Mayumana’, decidieron hace un año lanzarse a probar suerte. Llamaron a muchas puertas, y aún sin contar en su repertorio con leones, enanos o mujeres barbudas, se las abrieron. Prueba de ello es el apoyo de la Consejería de Cultura, de Festejos y del presidente de Ceuta, cuyos titulares participarán, el próximo mes de octubre, en su presentación oficial en sociedad. Y es que no están solos. De la veintena de personas que van a participar en ‘Garibolian’, muchos de ellos pertenecen a la asociación local de capoeira y otros tantos son los bailarines de ‘breakdance’ que diariamente se exhiben en la plaza de África. “Queremos llegar a dar formación para todas las edades, pero empezaremos por los niños. Nuestra idea es llegar a ser una compañía que represente el arte del circo a este lado del Estrecho”, explica Clavijo.

Para ello, aprovecharán la subvención de la Ciudad para comprar el material acrobático aéreo, colchonetas, sistemas de seguridad y piezas de malabares que colocarán en su primer local social. Dentro de dos años esperan ver materializado su proyecto de convertirse en una empresa de difusión artística. “Queremos hacer hasta danza vertical, pero tenemos que estar suficientemente preparados. Y, ya más a largo plazo, tener una carpa de circo en Ceuta”, anuncia Aguilera.

Para potenciar su innovadora propuesta circense, han iniciado los contactos con otras escuelas de circo de otras comunidades, como ‘Rodabola’, en Málaga, y ‘Carampa’, en Madrid, y de otros países. El lazo más fuerte que tienen Clavijo, Aguilera y Blanco es al otro lado del océano Atlántico, en Argentina. La ‘Escuela de circo criollo’ ya sabe de la existencia de ‘Garibolian’ y proyectan organizar espectáculos conjuntos en el país sudamericano y en España en próximos tiempos, además de recibir en Ceuta ‘masterclass’ de profesores del centro porteño.

Estomp


El embrionario proyecto del mago Garibolo -de quien surge el nombre de la compañía- y las bailarinas Lule y Arrascapulgas surgió de un momento de asombro tras contemplar al ‘Circo del Sol’, en 2006, en Málaga. “Después todo fueron descargas de internet de videos de esta compañía que es excepcional”, dice Aguilera. Esta influencia combinada con las cabriolas de Mayumana, Estomp (“un grupo americano de danza y percusión”), Juan Tamariz, y la bailarinas de gimnasia rítmica, Alina Kabaeva, y Sofía Boutella, de‘breakdance’, hicieron el resto.

“Para aprender magia he tenido que leer muchísimo” y “para bailar rítmica he tenido que emplear muchas horas”, explican Clavijo y Aguilera. Esta actitud motivada es la que quieren contagiar a los alumnos que reciban en el ‘laboratorio’ de artistas que han creado. Por lo pronto, las clases serán bastante completas: ‘clown’, expresión corporal, danza, malabares, gimnasia rítmica, capoeira, ‘breakdance’, magia “y lo que se pueda ir aportando”, augura Clavijo. Los veintincinco de ‘Garibolian’ se pondrán pronto una gran nariz roja para hacerse ver y ofrecer a la ciudad un espectáculo de circo con raíz autóctona.
 

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