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sociedad - VIERNES, 5 DE OCTUBRE DE 2007


alumnos recibiendo clase. nicol's

reportaje
 

El dariya crece

Maimon, maestra y y estudiosa de árabe, ha visto un interés creciente en la ciudad entre la población no musulmana
 

CEUTA
Elsa Cabria

local
@elpueblodeceuta.com

Hace diez años, el dialecto del árabe que hablan los marroquíes del norte y el 40% de musulmanes de Ceuta, era una completo desconocido más allá del Estrecho. Y no sólo eso, también era un habla foráneo para el 60% restante de habitantes de la ciudad autónoma. Era como un vecino, el que ofrecía cuatro conceptos justos, del que se sabía poco. Hasta que un día, la funcionalidad que ofrecía el dariya generó, “a finales de los años 90”, un cambio en las necesidades de los residentes ceutíes. La gente empezó a requerir la variante dialectal “para trabajar, para comunicarse, para entender el idioma cuando viajaba al reino Alauí”. Y así se ha demostrado en el quinto curso de dariya de la Casa de la Juventud en el que Suad Maimon ha introducido a 28 jóvenes de 19 a 30 años en un mundo “que no les podía ser ajeno”.

Maimon, maestra y y estudiosa de árabe, ha visto un interés creciente en la ciudad entre la población no musulmana. “En muchos casos, era gente de fuera que venía aquí a trabajar”, precisa. Como responsable del taller, que dura un mes, y que se organiza desde hace cinco años, asegura que la oferta de este dialecto ha crecido en el último tiempo. Y no sólo a nivel de alumnado.

“Ha tenido un auge impresionante; la Universidad de Cádiz, la de Granada, la de Toledo o la de Almería han exportado a nivel mundial información sobre el dariya”. El crecimiento ha sido tal que Maimon ha viajado hasta la Universidad de Zulia, en Maracaibo (Venezuela). “Allí todo el mundo me preguntaba sobre nuestra ciudad”, apunta.

El matiz que aporta para definir la importancia de este habla es que “se trata de una lengua dialectal que es la madre de cualquier arabófono clásico porque primero se aprende lo más funcional de un idioma”, explica.

De vuelta al marco local, insiste en que “el cambio ha sido radical” en cuanto al interés de la gente. “Hay que tener en cuenta que la lengua es la que expresa nuestros propios prejuicios para bien y para mal, y ahora la sociedda ceutí lo está demandando muchísimo”. Como un mes no da para mucho, el enfoque de la materia es meramente oral mediante dinámicas de grupo. Aunque reconoce que mucha gente es de fuera, también ha tenido alumnos de aquí. “Personas que tienen el dariya interiorizado, en ‘stand by’, y que buscan darle una función práctica”. Las equivocaciones idiomáticas son recursos. “Intentando decir ‘Salam Aleikun’, los alumnos pueden derivar en ‘caracol’ o ‘sueño’. Es un juego, fuera el ridículo”, concluye.
 

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