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Ceuta tiene estas cosas. A veces
las informaciones llegan a borbotones para situar a la
ciudad en las aperturas de los informativos nacionales
[televisión, prensa y radio] como consecuencia de lo que se
destapa.
Aún así, la ciudad no será apertura de un informativo
nacional por la visita del ministro de Trabajo y Asuntos
Sociales [algo saldrá], pero sí lo hará por el hecho de
haberse hallado aquí el coche que fue del Chino, aquel que
fuera cabecilla de la célula terrorista responsable de los
atentados del 11-M. No abrirá Ceuta los informativos por la
visita del general de la Fuerza Terrestre que hoy se
encuentra en nuestra ciudad para visitar las unidades de la
Comandancia General bajo su mando.
Tendremos que adaptarnos. De algún modo sabemos que alguna
relación muy concreta existió entre lo sucedido el fatídico
11 de marzo y elementos subversivos que campan a sus anchas
en Ceuta, o que cuentan con alguna conexión en el norte de
Marruecos.
Bueno sería, no obstante, conocer [es algo que ya se sabe]
la procedencia de la facción del islam en la que se movieron
estos jóvenes salvadores de no se sabe bien el qué. Bien
haría el gobierno español en poner algo de pie en pared y
compromoter de veras a los que enarbolan representación de
los designios del profeta para incidir realmente en la
convivencia, en la paz y en el entendimiento entre todos,
religiosos y laicos.
En cualquier caso y volviendo al inicio del segundo párrafo,
Caldera, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales se irá
esta tarde de Ceuta con la firma bajo el brazo de los
convenios acordados con la Ciudad Autónoma después de que el
Consejo de Gobierno decidiera hoy rubricar pese a que el
ministro no trae en los papeles la aportación de un millón
de euros de añadido al famoso 1’7 millones para los MENA. La
palabra y el compromiso se le presupone al ministro.
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OPINIÓN / EDITORIAL
