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Punto y final. Con el gesto de
ayer, es decir, con la decisión tomada ayer por la Ejecutiva
federal en Ferraz, la federación socialista de Ceuta
desaparece. Un golpe de mando, un golpe de timón “por la
imposibilidad de un funcionamiento normal de la Gestora” que
acaba con una federación socialista ceutí histórica que se
consumía a ritmo del protagonismo de unos pocos que
asumieron el partido en Ceuta como propio antes de abrirlo
al progresismo ceutí y afrontar el dominio absoluto del PP
en la ciudad autónoma.
Sin digerir aún la noticia, el mundo de la política de Ceuta
se ha frotado los ojos varias veces porque no parecía
creíble. Una de las primeras personas en la ciudad en saber
de la resolución de Ferraz fue -dicen- la ex secretaria
general, lo que podría significar que la decisión tomada
habría supuesto no ceder a las peticiones de los llamados
renovadores.
Estatutos en mano, la decisión se encuentra avalada por al
torcido funcionamiento de un partido incapaz de entenderse
internamente. Madrid ha dicho basta. El avance sostenido del
PP en Ceuta, la realidad de situarse como tercera fuerza
política en la ciudad autónoma tras el partido localista del
progresista, Mohamed Ali, con el añadido de la irrupción del
nuevo partido UPyD de Rosa Díez también aquí, han debido ser
causas valoradas para intentar frenar la caída cantada del
PSOE en la ciudad.
¿Será capaz Ferraz de recuperar las siglas para Ceuta?. Los
más viejos del lugar, los verdaderamente históricos del
socialismo en nuestra ciudad aun no se lo creen.
Sin embargo, si este efectista y decisivo golpe de timón de
la Ejecutiva federal socialista sirve para relanzar a esta
formación, liberarla de protagonismos y conseguir que el
PSOE ocupe la posición de prevalencia de la que siempre hizo
gala, convendremos en que habrá sido un acierto y
saludaremos la idea, la estrategia y el interés por salvar
la histórica presencia socialista en Ceuta.
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OPINIÓN / EDITORIAL
