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ACTUALIDAD - DOMINGO 14 DE OCTUBRE DE 2007


Rosa Díez. cedida.

entrevista a ROSA DIEZ
 

«La política está secuestrada
por los partidos»

Rosa Díez, que visitará Ceuta en breve
para presentar su nuevo partido, ‘Unión, Progreso y Democracia’, apuestar por
ponerle “techo de cristal” a los partidos para los ciudadanos “sepan lo que pasa dentro”
 

CEUTA
Gonzalo Testa

local
@elpueblodeceuta.com

Pregunta.- Leo en la página web de ‘Plataforma Pro’ [organización ciudadana, surgida en el seno de la asociación ‘¡Basta Ya!’ con unos 2.000 asociados en toda España de la que nace UPyD] que usted se involucra en este nuevo partido procedente “del desencanto con el PSOE. ¿Cuándo comenzó a sentirse incómoda en el partido socialista?

Respuesta.- No sé si desencanto es la palabra más adecuada. Yo he dado la batalla en el PSOE, donde he militado más de 30 años por defender mis ideas: un partido que vertebrara España, que tuviera un proyecto común y de izquierdas para todos los españoles para así garantizar la igualdad real de todos ante la ley. El PSOE fue abandonando esa posición vertebradora que a mí me parece que supera las siglas porque tiene que ver con el sentido de Estado y la responsabilidad. Cuando me he dado cuenta de que mi batalla interna no servía para nada y he considerado que merece la pena seguir dándola es cuando me he ido del PSOE.

P.- ¿Cuándo comienza el PSOE a perder ese sentido del que habla?


R.- Yo conocí ese PSOE vertebrador en la época de Felipe González, pero comenzó a perder esa línea cuando decidió que por encima de ella estaba la hegemonía de poder y que para ello era preciso acercarse a quien le diera poder en cualquier región de España. Yo me he opuesto a ese giro durante toda la última legislatura todo el tiempo y con todos mis argumentos porque creo que para hacer política en España y defender mejor los intereses de los ciudadanos hace falta un partido que defienda al Estado.

P.- La clave es, por tanto, la concepción del Estado


R.- En esta legislatura el PSOE, más allá de que el PP se lo haya puesto fácil en muchas ocasiones, ha roto varios consensos básicos que veníamos manteniendo desde la Transición: el modelo territorial, la política antiterrorista, la política de inmigración, de empleo y exterior, es decir, todos los pactos que alumbran la política de un país democrático y moderno. Todos ellos se han roto durante estos tres años.

P.- Acaba de mencionar al PP. Algunos ex compañeros socialistas suyos han dicho que usted siempre ha estado más cerca de ese partido que del PSOE.


R.- Insisto: he dado una batalla interna para no pactar la lucha antiterrorista con partidos que nunca han querido la derrota de ETA o para no acordar el modelo territorial del Estado con formaciones que no creen en él, por poner dos ejemplos, para marginar a la otra gran fuerza política acercándose a los nacionalistas. Esa política me parecía negativa para el futuro de España dentro del PSOE y mientras he creído que podía plantear una revisión crítica desde dentro lo he hecho. Cuando he visto que no servía para nada he decidido seguir defendiendo las cosas en las que creo desde fuera.

“Regeneración democrática”


P.- Ha explicado qué separa a UPyD del PSOE. ¿Qué distinguir a su nuevo partido de los Populares?


R.- Nuestra posición política está determinada por nuestro manifiesto y antes de final de año lo estará por nuestro programa. UPyD no quiere plantear sólo quejas sino un camino de solución: una reforma de la Constitución en la que se revise la adscripción de competencias actuales hasta una reforma de la Ley Electoral que no premie a los votantes nacionalistas. Además, abogamos por una regeneración democrática para que los ciudadanos tengan un mayor control sobre sus cargos electos a través, por ejemplo, de la elección directa de los cargos unipersonales como alcaldes o presidentes.

P.- Algunas de esas propuestas ya las han planteado antes otras formaciones, incluida Izquierda Unida.


R.- Estas cosas el PP no las ha planteado nunca. Estamos en una etapa de la vida de España en la que hay que recuperar los consensos básicos y plantear algunas reformas constitucionales y legislativas para que los dos grandes partidos, el uno porque ha renunciado a ser un partido que vertebre España, el PSOE, y el otro porque tiene demasiadas hipotecas con sus baronías territoriales, el PP, se atrevan a tomar decisiones sin pensar en quién va a ganar las próximas elecciones, sino en las siguientes generaciones. Ninguno de los dos hacen y por eso pienso que hace falta un partido inequívocamente nacional en términos de español que les obligue a comportarse como tales y a enfrentarse a los problemas reales de los ciudadanos saliendo de su dinámica de ‘quítate tú para ponerme yo’.

P.- ¿Recortar competencias a las autonomías cree que es dar pasos hacia el futuro?


R.- Lo que sí creo es que determinadas transferencias competenciales, hechas seguramente desde la mejor de las voluntades en su momento, han tenido unas consecuencias negativas desde el punto de vista de la igualdad, de la cohesión y de la competitividad de España como país. Estoy hablando de la Educación, de la elección de los representantes del Poder Judicial...

P.- ¿En términos ideológicos tradicionales UPyD sería ‘centro-centro’?


R.- Yo pienso que el centro no es nada. Muchos de los promotores de UPyD venimos de la izquierda, pero abarcamos incluso el liberalismo político. En este partido ahora mismo hay muchísima gente que nunca ha militado en ningún partido que se situaría desde la izquierda democrática hasta el liberalismo, las dos grandes corrientes ideológicas de la España moderna.

P.- Su bandera es la de la ‘regeneración democrática’. ¿Eso qué significa?


R.- La mayoría de nuestros afiliados han tenido desde siempre preocupación por la política, pero hoy siente la necesidad de hacer algo más, de dar un paso adelante para demostrar que no es cierto que media España está contra la otra media, porque no es verdad. Hablar de izquierda o derecha simplemente no sirve más que para tirarse los trastos a la cabeza.

P.- ¿Entonces usted se alinea ahora con los que dicen que la ideología ha muerto?


R.- No es tanto eso como que desde la izquierda también se han puesto en marcha políticas que tienen consecuencias reaccionarias porque profundizan en la desigualdad como el ‘cheque-bebé’, que lo mismo lo cobra el potentado que el que está en paro y tiene seis hijos. Hoy el debate debe ser entre las políticas de progreso, de más igualdad, de más seguridad y de más libertad, y de políticas reaccionarias. Ahora, para enfrentarse a los grandes temas de Estado hacen falta grandes pactos para no partirnos por la mitad. Entre el blanco y el negro hay multitud de grisis en medio.

P.- ¿Los políticos son los únicos responsables del hartazgo que aparentemente tiene la sociedad de ellos o debemos hacer un poquito más de autocrítica?


R.- La desafección hacia la política no es un fenómeno exclusivamente español sino de prácticamente todas las sociedades modernas. No obstante, yo creo que las estructuras de los políticos partidos tradicionales, percibidos como auténticos cárteles desde fuera, han tenido mucho que ver en ese proceso al acabar confundiendo lo que es un cargo público y alguien que funciona bajo las instrucciones de un partido. Mucha gente me dice ‘No les entiendo, hablan de sus cosas’ o ‘En vez de plantear soluciones plantean problemas’. Eso es lo que pretendemos cambiar para que los ciudadanos recuperen el control sobre la política, que está secuestrada por las estructuras de los partidos políticos. Para regenerar la política lo primero que hay que regenerar los partidos y, a través de ellos, la sociedad.

P.- Empiece por su propio partido: ¿Qué van a hacer para que no se convierta en otro PP o en otro PSOE?


R.- Creemos que hay que ir a un sistema de elección interna por primarias y que los cargos electos deben ser elegidos por los ciudadanos, no sólo por los afiliados, sino también por los simpatizantes. Pensamos que hay que limitar los mandatos de los cargos públicos, establecer un sistema real de incompatibilidades y judicializar las decisiones de los partidos políticos. Un militante de un partido político debe tener en su organización al menos los mismos derechos que la Constitución le reconoce como ciudadano. Hay que ponerle techo de cristal a los partidos políticos para que los ciudadanos puedan ver y juzgar lo que pasa por dentro.

P.- ¿No cree que si los partidos tuvieran techo de cristal al ciudadano aún le producirían más rechazo?


R.- A los partidos le pusimos un techo opaco en la Transición porque entonces hacía falta reforzar y consolidar la democracia y para eso hacía falta fortalecer los partidos, pero la sociedad de hoy ya no es aquella: es más crítica, está mejor formada y el ciudadano quiere serlo a diario, no sólo cada cuatro años.

“Igualdad, cohesión y unidad”


P.- UPyD tiene la intención de presentarse en todas las regiones de España, incluidas Ceuta y Melilla. Dígame algo que usted crea que su partido puede aportar a ambas ciudades


R.- Nuestra política, en Ceuta, en Melilla y en el resto de España, tiene una línea común de actuación: hacer los cambios legislativos y constitucionales necesarios para garantizar un mayor grado de igualdad y de cohesión a todos los españoles. Creo que las ciudades autónomas están afectadas, seguramente más que ninguna otra parte de España, por esa propuesta porque tratar con igualdad a quien vive situaciones de desigualdad es profundamente injusto. Visitaré muy pronto Ceuta y Melilla para hacer allí nuestra primera presentación y establecer un primer pacto con los ciudadanos ceutíes y melillenses.

P.- Ceutíes y melillenses aspiran, a juzgar por lo que dicen sus representantes políticos, a ser iguales al resto de los españoles elevando el rango institucional de ambas ciudades al de Comunidades Autónomas. Usted que ha reflexionado tanto sobre el modelo territorial, ¿qué piensa al respecto?


R.- No sería honesta conmigo misma si dijera lo que supongo que muchos ceutíes quieren escuchar al respecto. Yo creo que en esa revisión de la Constitución de la que estamos hablando hemos de poner todo sobre la mesa: las 17 comunidades y las dos ciudades autónomas. Para buscar una mayor igualdad y una mayor cohesión y una mayor unidad entre todos los españoles para su perspectiva de futuro y para su competitividad hemos de reflexionar sin ningún tipo de complejos ni limitaciones sobre si el modelo actual es el idóneo para ello o hay que hacer alguna modificación en él.

P.- Si visita pronto Ceuta no encontrará a ningún ex compañero socialista con carné después de que la Federal del PSOE disolviera la Federación Regional el miércoles...


R.- No lo sabía.

P.- Sí encontrará, en cambio, a un amplio ramillete de partidos locales que se consideran a sí mismos progresistas o de izquierdas pero que no han sido capaces de ponerse de acuerdo para presentar un proyecto común a la sociedad ceutí desde esa perspectiva ideológica. ¿Por qué tiene tantos problemas la izquierda para llegar a consensos consigo misma?

R.- La desafección, la orfandad política, en España es de izquierdas. También es un fenómeno bastante común en toda Europa que tiene una explicación: los partidos políticos de izquierdas suelen tener una mayor carga ideológica que los de derechas, que siempre tienen una mayor capacidad para ir adaptándose a las circunstancias. Además, la carga ideológica de la izquierda hace que cuando uno siente que su partido no responde a sus expectativas la decepción sea mayor.

P.- ¿Ha decidido ya si será cabeza de lista por Madrid?

R.- No es una cosa que tenga que decidir yo, sino ‘Unión, Progreso y Democracia’ en su conjunto, aunque no te oculto que la mayoría de las personas que se han pronunciado al respecto opinan que así debería ser.
 

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