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Los estudiantes de Enfermería de
Ceuta no aguantan más y presionan duramente, justo ahora, en
que las elecciones a Rector en la Universidad de Granada
están a punto de celebrarse.
Hartos ya de solicitar reiteradamente la integración en la
Universidad de Granada, los estudiantes -los de tercero- de
Enferemería han iniciado las protestas debidas y justas, por
otro lado, ante tanto letargo del rectorado hacia las
necesidades y peticiones de estudiantes ceutíes y no ceutíes
que pagan religiosamente sus matrículas a la Universidad
granadina. Es una vieja aspiración de la facultad de
Enfermería que está siendo apoyada y respaldada tanto por el
gobierno central como por la Ciudad Autónoma sin embargo,
las peticiones son desoídas constantemente por la
Universidad, según critican abiertamente los alumnos.
Estudiantes que ya han decidido no abonar la primera parte
de sus matrículas y que amenazan con no pagar el resto de
las cuotas (son tres y cada una de ellas asciende a casi 500
euros). De no abonarse, como amenazan los estudiantes, la
Universidad de Granada dejaría de ingresar más de 100.000
euros (sólo para los estudiantes de Tercero). Sin embargo,
si todos los estudiantes se pusieran de acuerdo, estaríamos
hablando de cantidades próximas los 500.000 euros. Montante
que va a parar a las arcas de la Universidad de Granada que,
de momento, desoye a estudiantes y a instituciones como el
gobierno autónomo de Ceuta y al propio Estado que ya mostró
su visto bueno.
El asunto universitario colea en la ciudad. La construcción
del Campus, los pre acuerdos alcanzados por la consejera de
Educación, Mabel Deu con el rectorado de Granada, centran
también la atención de los ceutíes. Sin embargo, el
comportamiento de la Universidad respecto a Ceuta no es el
propio de quien debe administrar y proteger a su distrito.
Los estudiantes ya están cansados de dilaciones
artificiales. Enfermería, integración ya.
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OPINIÓN / EDITORIAL
