PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 30 DE OCTUBRE DE 2007

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Males oscuros
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Está la depresión “el mal oscuro del alma”, que según las estadísticas, uno de cada diez españoles, padecerá, al menos una vez a lo largo de su vida. Oscuridad también en las diversas patologías que saturan las consultas de Salud Mental, hasta el punto de que, la Junta de Andalucía, ha tenido que lanzar una especie de campaña, entre feroz y buenista, para que dejen de discriminar a las desdichadas criaturas que, por jodiendas del destino, nos vemos abocadas a pedir ayuda a un psiquiatra.

En otros países más civilizados y culturizados, es normal tener a un galeno de cabecera que ejerza la psiquiatría, hacer terapia y seguir los consejos del médico al que, muchos, en esta piel de toro, a veces tan tosca, siguen llamando “loquero”. Es la leyenda negra de las insanías mentales y el estigma medieval que empapaba al “poseído”, cuando ya desde hace siglos se determinó que, los males del cerebro tienen infinitos matices y otras tantas curas. Porque, les digo y les cuento, desde la humilde experiencia de haber dedicado años de mi vida a hincar los codos sobre textos, a la par farragosos e interesantes que me alargaba, magnánimo, mi loquero particular, que se llama Antonio Cerezo, les confirmo que no existe ciencia más apasionante que aquella que escarba en el mundo mágico de los circuitos cerebrales, la neurología es, más que ciencia, religión y te preguntas si es en el hipotálamo donde se encuentra encerrada el alma. ¿O es el alma un ali oli de neurotransmisores funcionando por libre?. Una belleza las endorfinas, un enigma la serotonina, un campo de investigación apasionado el de los mecanismos de la melatonina. ¡Ay! ¡Quien se hubiera educado en colegios de pagos con buenos maestros de matemáticas! Para entrar en medicina me faltó nivel de ciencias y además, mi progenitor, tenía en los cojones el que “toda” su prole estuviera integrada por abogados, por lo que descartaba pagar estudios de otro tipo. Así que quedé en leguleyo y lo poco que lamo de males oscuros es a fuerza de quemarme las pestañas sobre libracos y luego preguntar, indagar e incordiar a cuanto especialista en Salud Mental se me pone a tiro.

Porque sé y siento la terrible soledad de la demencia en los pacientes de ese sanatorio cercano a mi casa, a quienes sueltan a pasear, borrachos de antipsicóticos, flotando en un mundo al que no logramos acceder. Esquizofrenia, brotes psicóticos, trastornos obsesivo compulsivos, depresiones endógenas o exógenas, neuropatías, neurosis, demencia senil y el aterrador Alzheimer, ese mal que mata en vida, tanto al enfermo como a quienes le rodean. Ejemplos cercanos el de Adolfo Suárez, caído en un estado de demencia que conmovió a todo el país. ¿Por qué? ¿Fue el shock de la muerte de Amparo, la esposa, el que desencadenó el descalabro neuronal? ¿Se puede enloquecer de dolor?. Sí. Sí se puede. Está probado que se puede, sobre todo en ante la tragedia más horrible y contraria a las leyes de la naturaleza que existe: que unos padres sobrevivan a un hijo. Es la demencia negra del duelo, tres años, según los científicos, de oscuridad total y luego, finaliza la negación y la vida es más fuerte que la muerte. Pero en el Alzheimer, cuyos síntomas conocemos, existe el componente terrorífico de que, la víctima, identifica el mal y sabe lo que le espera. Es el caso del político Maragall, me pregunto ¿Qué agonía se puede llegar a experimentar cuando se es consciente de que, la pérdida de la cordura es progresiva e inminente?. Me revelo. Me sublevo. Me llevan los demonios. Porque mentes maravillosas de científicos hay de sobra como para dejarse el pellejo investigando, pero, los gobernantes, prefieren gastarse los dineros en guerras inútiles y en hacer ricos a los sátrapas o a los dictadorzuelos de los países tercermundistas. El caso es despilfarrar. Y no lo digo porque haya leído que, en pobre, el alcalde de Málaga, quiere destrozar un millón de euros de los malagueños en comprar una escultura de Picasso, para que le hagan la foto con la escultura y con los herederos del pintor y darse pisto. Un millón es una mierda, lo sé, pero puñadito de aquí, puñadito de allí, los dineros desbaratados y nuestros investigadores comiéndose los mocos, cuando todos sabemos que, la cura de los males oscuros surgirán de las mentes llenas de luz de los jóvenes científicos. Tíos ¡Que asco de todo!.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto