PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 3 DE NOVIEMBRE DE 2007

 
OPINIÓN / EDITORIAL

España, unánime, celebra la visita Real

Frente al desmán verbal del gobierno marroquí, se encuentra la realidad histórica, social y el elemento absolutamente intangible de la unidad de España y su integridad nacional.

Los medios nacionales escritos de mayor prestigio de nuestro país han editorializado saludando la “buena” y esperada noticia de la “histórica” visita de Sus Majestades los Reyes de España a las ‘avanzadas ciudades de España en Africa’ como consideró hace ya ochenta años el abuelo del Rey, Alfonso XIII.

Los conocedores de la historia de la región conocen a la perfección lo baldío de las peticiones marroquíes que, sin fundamento alguno, persisten en la irreal idea de que Ceuta y Melilla pertenecen a su territorio. En cualquier caso, y para consumo interno, se debe analizar que el gobierno marroquí está sustentado ahora por el tradicional y nacionalista Istiqlal [que siempre mantuvo estas reivindicaciones]. Es cierto que deben protestar [para mantener la congruencia ante los suyos] y hasta eso está medido. Marruecos no está ahora para alharacas absurdas y sí para centrarse en el desarrollo del país; labor en la que encontrará la ayuda filial de España y paternal de Francia, además de contar con el apadrinamiento USA que tan bien le viene a la monarquía alauíta en el frente común contra el islamismo radical que amenaza seriamente -por otra parte- la estructura del Estado marroquí.

Dejando al margen pretensiones territoriales absurdas que se utilizan como cortina de humo frente a sus problemas internos, el gobierno marroquí y el monarca -por el bien de su pueblo- deben concentrar sus esfuerzos hacia el camino que conduce al Estado de Derecho y a las necesitadas mejoras de la calidad de vida en Marruecos. En ese camino encontrará a sus amigos, entre los que también estarán los ceutíes y melillenses. Pero sólo por ese camino. Lo demás son actitudes incomprensibles y rechazables.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto