Dice Mohamed Ali, abogado treintañero, futbolero y padrazo,
que en los seis años que lleva en política ha encontrado de
todo, “personas válidas y otras no tanto”, pero que con lo
que se queda es con esa satisfacción “íntima y suprema” de
“ayudar a los demás a resolver ciertos problemas”. “También
hay momentos menos buenos que crean una sensación de
impotencia”, reconoce en esta entrevista en la que analiza
sus retos pendientes, la evolución del partido que ayudó a
montar con un grupo de jóvenes recién salidos de la
universidad como él y que le ha dado una proyección
mediática que a veces da la impresión de incomodarle y un
teléfono que no deja de sonar ni un minuto.
• Pregunta.- Presume usted de tener un partido
asambleario. ¿Lo de mañana [por hoy] está todo arreglado de
antemano o existe margen de aportaciones para la militancia?
Respuesta.- Con la de mañana llevaremos celebradas cuatro
Asambleas Ordinarias desde nuestro nacimiento y yo creo que
hemos demostrado que este partido funciona internamente bien
y que la Ejecutiva tiene bastante contacto con los
militantes durante todo el año.
P.- Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo recuerda
el nacimiento de la Unión Demócrata Ceutí (UDCE)?
R.- Como la concreción de la inquietud de una serie de
personas, en su mayoría procedentes de la Universidad y sin
experiencia política, que considerábamos que existía un
vacío político importante y que quería cubrirlo. Fue un
trabajo de gente joven y nueva que hoy hay que tener en
cuenta porque no teníamos experiencia y porque,
humildemente, creo que hemos aportado mucho a lo que es esta
ciudad hoy en día.
P: ¿En qué sentido?
R: Creo que nos hemos ganado un espacio en el espectro
político ceutí y un respeto. Podemos gustar más o menos y
compartirse o no nuestras ideas, pero creo que se nos
considera serios.
P: Hablaba de un “vacío”. ¿A qué se refiere?
R: Al de los preocupados por atender los desequilibrios
internos de la ciudad y no tanto por la política del
discurso que se olvida de muchas zonas deprimidas de la
ciudad, que no se compromete con los más desfavorecidos y
que planifica inversiones que no redistribuyen el bienestar.
P: ¿Usted cree que hoy sigue teniendo razón de existir la
UDCE?
R: Sí. La UDCE tiene su espacio y si no existiera muchas
cosas que se hacen hoy en día desde la Ciudad no se harían.
En la oposición no nos hemos limitado a denunciar, sino
también a proponer, y en todos los ámbitos: en política
social, en política económica... Además, hemos contribuido a
la estabilidad de la ciudad, por lo que creo que somos más
necesarios que nunca.
P: Entonces, ¿cómo se entienden sus devaneos con el PSOE?
R: Vamos a ver. A nosotros se nos ha acusado de tocar en
muchas puertas pero lo que este partido quiere es una sola
cosa: que se reconozca su importancia y su peso en la
sociedad ceutí y que su voz sea oída en todos los foros de
decisión que puedan existir. Nosotros hemos tenido una
política de acuerdos que en 2004 y en las Europeas pasó por
pedir el voto para el PSOE. Después firmamos un pacto con IU
para que nuestra voz se escuche en las Cortes Generales y
ahora estamos intentando llegar a un nuevo acuerdo con el
PSOE. ¿Por qué? Pues porque es un partido de gobierno que
ahora puede estar pasando horas bajas en Ceuta pero que
necesariamente debe vertebrar el proyecto de políticas
progresistas alternativo al que representa el PP, a quienes,
pese a nuestras diferencias, también hemos prestado ayuda en
momentos puntuales para dar estabilidad a Ceuta, que creo
que la necesita. Hemos sido coherentes y responsables en
todo momento.
P.- ¿Sus choques con el PP han sido más personales que
políticos?
R.- No por nuestra parte. Siempre hemos intentado anteponer
la perspectiva y la opción ideológica y política a la
personal, aunque desgraciadamente el PP a veces lo ha
llevado al terreno personal. Nuestro papel es el de
fiscalizar la acción de Gobierno y ejercer un contrapeso
para que una mayoría tan importante como la de la derecha no
se traduzca en excesos. Hay que valorar ese trabajo de un
partido joven de gente que no había participado nunca en
política pero que está dando la talla.
P: ¿Se arrepiente de haber roto las relaciones
institucionales?
R: Nos vimos obligados a mostrar una actitud de ‘basta ya’.
Las acusaciones fueron muy graves y el trato tampoco fue el
adecuado. Dentro de la responsabilidad y la moderación
adoptamos una decisión que pudo gustar más o menos pero que
en aquel momento era necesaria.
P: ¿Hace siete años pensaba que hoy la UDCE sería lo que
es actualmente?
R: Sinceramente, no. Cuando llegamos aquí lo que
pretendíamos era participar. Jamás pensaba que en 2003
obtendríamos tres diputados y seríamos el principal partido
de la oposición. Menos aún conseguirlo dos legislaturas
consecutivas. Hemos hecho todo lo que hemos podido con
nuestras limitaciones en recursos y medios técnicos teniendo
en cuenta la mayoría que tenemos delante.
P: ¿No ha sido contraproducente crecer tan rápido en
tanto que se puede caer antes en los vicios propios del
juego del poder y la influencia política?
R: Creo que no. Hemos crecido rápidamente, pero bien, entre
otras cosas porque lo hemos hecho en la oposición. Nuestra
evolución no ha sido un camino de rosas sino un crecimiento
basado en el trabajo y el esfuerzo. En la oposición si te
duermes estás abocado al fracaso pero lo que más me
congratula es haber crecido en votos. En 2003 obtuvimos casi
3.600 y en mayo logramos 2.000 más, un aumento de cerca del
60%, aunque en escaños no fuera tanto.
P: Pero le queda al menos un reto pendiente: conseguir
votos de la comunidad cristiana
R: Hay dos retos pendientes, pero para todos: uno, que
exista alternancia política de gobierno, que todavía no la
hay ante la no demasiado sana mayoría abrumadora del PP,
basada además en un discurso del miedo no demasiado real; y
dos, que la política en Ceuta no se base en si el candidato
es de una confesión religiosa o de otra.
P: Asume, por tanto, que así es
R: Desgraciadamente, sí. Pero insisto, para todo el mundo:
lo deseable sería que se votase a una opción en función de
su trabajo, de su programa y de sus ideas, no de su Dios.
P: ¿Teme que se abra una brecha pública mañana en la UDCE?
R: La de mañana [por hoy] es una Asamblea importante porque
lo será de consenso. Ha habido mucha gente que ha dicho que
estábamos en crisis, que teníamos un sector crítico... En
esta Asamblea se va a poner de manifiesto que la UDCE es un
partido que acoge a todo el mundo con sus opiniones y sus
discrepancias. Saldremos fortalecidos.
P: Entonces, ¿niega la mayor? ¿No hay ‘críticos’ en la
UDCE?
R: En la UDCE hay militantes que a veces apoyan lo que
hacemos y a veces no, pero todos tienen sitio en nuestra
Ejecutiva, en la que va a haber también personas de esas que
en ocasiones han tenido o pueden tener una opinión
divergente [según fuentes de la Ejecutiva saliente en la
nueva estará Abdelmalik Abdelkader, cofundador del partido],
sobre todo porque me parece sano y saludable que así sea.
P: ¿Cómo sabe quién va a ir en la Ejecutiva si aún no se
ha sometido a votación una lista en la Asamblea?
R: Sé qué es lo que se va a proponer a la Asamblea porque,
entre otros, lo he preparado yo. Diseñar una Ejecutiva es un
trabajo intenso pero estoy convencido de que no se puede
crear un grupo exclusivamente con personas afines, sino
también con aquellos que incluso públicamente han expresado,
desde la lealtad y el compromiso, diferencias con mis
decisiones políticas.
P: Cuando se alió con IU y después, cuando hubo puestos
de trabajo a repartir, comenzaron a airearse esas presuntas
diferencias internas. ¿Qué balance hace de ese pacto?
R: UDCE ha querido apostar con IU porque nuestra voz se
escuche en el Congreso, el Senado y la Unión Europea, pero
también demostrar que es posible que dos formaciones
políticas se pongan de acuerdo por encima de sus ansias de
protagonismo.
P: ¿Esa recogida de firmas para romper con IU llegará a
debatirse en la Asamblea?
R: Nunca he tenido constancia documental de esa iniciativa.
Este partido es asambleario y a la Mesa se le pueden
presentar iniciativas, pero mi idea es mantener y
desarrollar nuestro acuerdo con IU y llevarlo a buen puerto.
P: ¿Se va a plantear a la militancia el proyecto de
unidad de la izquierda que se debate hoy [ayer] en el
‘foro’?
R: La UDCE ha demostrado que siempre apuesta por llegar a
acuerdos y por la unidad. Tenemos un ejemplo de ello con IU
y también en nuestras buenas relaciones de colaboración con
el PSPC, con la UGT y con el PSOE, al que hemos apoyado en
diferentes ocasiones. Hay un panorama político que aconseja
que todos los progresistas con inquietudes progresistas de
Ceuta lleguen a algún acuerdo, pero para ello hay que
intentarlo sinceramente.
P: ¿Cómo se traduce ‘intentarlo sinceramente’ en la
práctica?
R: Dejando de lado el pasado, las rencillas y los rencores
que podamos tener todos y apostar decididamente por un
proyecto político progresista sólido, fuerte y de futuro.
P: Pero es que ustedes se han tirado los trastos a la
cabeza tantas veces... ¿Cómo se define Mohamed Ali
políticamente en términos tradicionales?
R: Como una persona progresista que cree en el modelo
socialdemócrata y que antepone como prioridad política la
lucha contra las desigualdades sociales.
P: ¿Estaría dispuesto a renunciar a la cuota de
protagonismo, influencia y liderazgo para participar como
uno más en ese proyecto de unidad?
R: Yo no participo del ‘foro de la izquierda’ por una afán
de protagonismo sino para llegar a acuerdos y crear órganos
que puedan organizar y dirigir eso para después, con
transparencia y democracia, elegir a quienes llevarán las
riendas. A la política hay que venir a servir y no a
servirse y hay que ser humilde en el puesto que en cada
momento te corresponde.
P: ¿Piensa que el PSOE ha sido refractario a llegar a
acuerdos más amplios con la UDCE por la confesión de la
mayoría de su electorado?
R: ¿Qué quiere decir con ‘refractario’?
P: ¿Por qué no ha llegado a acuerdos más amplios con el
PSOE si sus similitudes son tantas como dice?
R: Por nosotros hubiese habido ya acuerdos más profundos.
Hemos perdido una legislatura y ahora podríamos polemizar y
discutir sobre el por qué, pero creo que cada uno tiene su
parte de razón. Si estuvimos de acuerdo para pedir el voto
en las generales y en las europeas, intentamos llevar una
oposición coordinada y en lo básico coincidimos en casi todo
no entiendo por qué no pudimos hacerlo en las autonómicas.
Yo creo que fue un error. ¿Por qué no llegar a acuerdos? La
UDCE no quiere ni abordar ni usurpar ni apoderarse del PSOE,
un partido soberano, con más de 100 años de historia y una
alternativa de gobierno. Por todo ello creo que es la
plataforma adecuada para plantear un proyecto fuerte y
sólido de izquierdas para el futuro, pero también creo que
es justo que tengamos voz, porque así nos legitima nuestra
representación popular, a la hora de constituir ese
proyecto.
P: ¿Le gusta la política del PSOE en Ceuta?
R: Hay un PSOE que ha apostado por esta ciudad y que lo ha
demostrado con la visita del presidente Zapatero y con sus
gestiones para la llegada del Rey. En materia de inversiones
está realizando actuaciones importantes como la del
hospital, muy necesaria, y no se puede negar la apuesta del
Gobierno socialista por esta ciudad, pero también nos
hubiese gustado que después de apoyarle se nos hubiese
escuchado.
|