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sociedad - MARTES, 13 DE NOVIEMBRE DE 2007


angeles escrivá. diego sinova .

entrevista
 

«Ceuta es la avanzadilla
sociológica del país»

La redactora jeje del diario El Mundo, Angeles Escrivá considera que la sociedad ceutí ha podido hallar la ‘piedra filosofal’ de la convivencia que el mundo está buscando para evitar contínuos conflictos
 

CEUTA
Antonio Gómez

local
@elpueblodeceuta.com

Experta en el submundo de eta a la que sigue desde 1992; especializada en información de interior, inmigración y nacional tras su paso por antena 3 radio y cadena Ser, Pedro J. Ramírez la rescata para El Mundo como redactora jefe. En 1998 publica su primer libro ‘El camino de vuelta’ sobre la reinserción de etarras. Hace sólo quince días presentó su segunda obra, ‘Luces y sombras de la disolución de ETA Político Militar’ que ha compartido, en cuanto a la autoría, con el ahora analista Kepa Aulestia [uno de los precursores de ETA]. Angeles Escrivá cubrió la pasada semana la visita oficial de los Reyes a Ceuta y Melilla; perfecta excusa para que la destacada periodista dotara de propiedad analítica la visita y el país.

Pregunta.-La visita de los Reyes, ahora hace una semana, ha levantado mucha expectación, lo que provocó la llegada de multitud de periodistas de distintos medios nacionales entre los que tú te encontrabas. ¿Cuál es tu opinión en relación a esta Real visita?

Respuesta: Efectivamente ha habido mucha expectación pero esto tenía que haberse producido hace mucho tiempo. Primero por una razón política. Tenía que haberse dado tono de normalidad hace tiempo sin que ocurra nada y sin herir susceptibilidades. Creo que España tenía que haber convencido a Marruecos de que en territorio español, los Reyes pueden moverse libremente. Y después, me parece que Ceuta y Melilla no están siendo tratados como debieran por el Estado.

P.- ¿Por qué cree tal cosa?

R.- Porque es una sociedad en la que conviven cuatro culturas y se vive el día a día con cierta armonía. Debemos pensar que cuando en el mundo estamos intentando buscar la piedra filosofal de cómo se hace eso, en Ceuta tenemos la ‘avanzadilla’ sociológica de lo que nos espera en el resto de la península en los próximos años; ya estáis haciendo ese desgaste de consumo social y esa demostración; deberíamos respaldarlo porque lo que se vive en Ceuta con esa mezcla cultural es, realmente, lo que nos espera en los próximos años.

P.- Es claro que en Ceuta conviven cuatro culturas, cuatro confesiones religiosas en sólo 19 kilómetros cuadrados. Por tanto, ya se ha encontrado la famosa ‘piedra filosofal’. Ya hay ejemplo de cómo hacer las cosas

R.- Claro, por lo menos, deberíamos analizar lo que en Ceuta se hace. Sabemos que también hay conflictos internos -no nos vamos a hacer los tontos-, pero se está intentando llevar con soltura esta situación, y es ahí donde se debe incidir en la ayuda que tendría que recibir la ciudad.

P.- La visita de los Reyes a Ceuta ha dado titulares en prensa nacional para todos los gustos.

R.- Yo no soy una persona de exaltación patriótica. Me puedo permitir el lujo de no hacerlo porque en realidad vivo en una zona del país que es muy tranquila en este sentido. ¿Qué es lo que ocurre?, pues que Ceuta tiene que remarcar su españolidad, precisamente porque está en la frontera, porque lo que tiene detrás es un régimen autoritario. Marruecos, social y económicamente, está más retrasado que nosotros y Ceuta tiene muchas razones para confirmar su españolidad. Su punto de vista es distinto y es una cuestión de supervivencia, por lo que debe ser respetado. Particularmente la sociedad ceutí me parece muy interesante y debe contar con un respaldo mayor del Estado.

P.- Hay varias teorías que explicarían la visita ahora de los Reyes a Ceuta: la primera porque las relaciones hispano-marroquíes son excelentes y minimizarían la respuesta marroquí; la segunda que se trataba de aupar a la Corona con un esperado baño de multitudes, como así sucedió; y tres porque se tendría previsto un cambio generacional y los Reyes tenían que culminar sus visitas por todo el territorio nacional. ¿Cual tu opinión?

R.- Yo no pienso que este cambio generacional sea la causa. En unos momentos en que en ciertos sectores se ha cuestionado a la monarquía, no creo que sea el momento de hacer mudanza; creo que no es aún inminente. A mí me parece que los Reyes hacían mucho tiempo que tenían ganas de ir. El Rey ha tenido que salir a reivindicar su labor y no hace falta irse a Ceuta para que el Rey se sienta querido porque es un sentimiento mayoritario en España. Realmente creo que ir a Ceuta y Melilla iba a reforzar su imagen. Ha ido porque se le ha estado cuestionando en algunos lugares. Sus Majestades, probablemente, hayan insistido muchísimo en ir a las dos ciudades y no quiero ser injusta, pero la coyuntura pre-electoral tampoco es ajena. La marca de España reivindicada ultimamente por los socialistas y el intento de demostrar una fortaleza diplomática, no es ajena a la visita del Rey, preparada por el Gobierno.

España y ETA

P.- Sería pecado tener a una de las periodistas que más se han jugado el ‘bigote’ en el entorno de ETA y de las que más sabe de la banda terrorista, sin que pregunte por esta rabiosa actualidad nacional. Llevas 17 años investigando en el interior del ‘nido de la serpiente’ y has escrito dos libros: ‘Camino de vuelta’ y el último salió publicado hace sólo quince días ‘Luces y Sombras de la disolución de los PM’ en el que comparas la negociación de paz de los 80 con el último intento del Gobierno Zapatero. Después de tantos años conociendo a ETA, ¿has llegado a comprender los métodos que utilizan para el fin que buscan?

R.- En primer lugar, ellos [ETA] se inician en un periodo de dictadura [nadie debe justificar la violencia], pero vamos a ser sinceros, esa historia igual es más justificable en ese entorno que en cualquier sistema democrático; después tienen una evolución difícil porque mantienen sus discusiones internas; porque consideraron que la llegada de la Democracia era hereditaria de aquel otro régimen; porque para ellos -en su mentalidad- no hubo una ruptura, sino una reforma, por lo que siguieron justificándose y retro-alimentándose. Ellos justifican sus métodos porque no legitiman el sistema democrático español. Es cierto que muchos abandonaron las armas, pero si desde un primer momento se le hubiera puesto muy claro que su actitud era inaceptable desde todos los puntos sociales, tanto la base social abertzale como ellos mismos mismos, se hubieran dado cuenta de que estaban aislados.

P.- ¿Entonces, qué ocurrió?

R.- Con la Transición arrastramos determinados complejos de inferioridad respecto a otras democracias porque veníamos de una dictadura; porque parecía que no éramos aún bastantes progresistas, y se entendía que el Estado no les había dado todo lo que solicitaban; y ese ‘conchaveo’, o esa comprensión implícita, se extendió a muchos niveles sociales y políticos. No es hasta hace relativamente poco que hay un rechazo total hacia esas posturas. Pero fíjate que aún hay gente que, no entendiendo sus métodos, todavía tiene el concepto de que estos continúan realizando reivindicaciones políticas que hay que resolver.

P.- Y ¿cómo se acabaría con ETA?

R.- Hasta que no aislemos a la izquierda abertzale, haciéndole la vida insoportable por parte del PNV, Eusko Alkartasuna... no se podrá conseguir. Si se hiciera probablemente lleguemos a acabar con ellos mucho antes. Hay dos tesis que se manejan para intentar acabar con ETA: la primera es la de la negociación para resolver determinados conflictos políticos, y la otra es la policial. Cuando la presión sea efectiva y ellos asuman que no hay otra salida, dejarán las armas. En estos momentos, yo soy partidaria de la persecución policial [el gobierno ya ha intentado la negociación]. No sé en qué momento están, pero a todos nos sorprende su debilidad después de haber tenido tres años, con la oportunidad de rearmarse, y no hayan cogido aún una pistola para matar a alguien al acabar la tregua. Creo que ni el Estado sabe si se están replegando para volver [porque todo lo que están haciendo hasta ahora es una chapuza y les está saliendo mal] o si han llegado al agotamiento... En todo este mundo de ETA se debe conocer mucho de ella y aplicar todas las variables coyunturales.

P.- Pero si es verdad que en el anterior gobierno Aznar ETA estuvo casi derrotada.

R. La política antiterrorista aplicada por el gobierno del Partido Popular de José María Aznar fue demoledora para ETA. Pero no solamente la parte policial; no sólo porque hubieran detenciones permanentes, sino por romper tabúes que antes no nos atrevíamos por ser una democracia demasiado joven, como por ejemplo ilegalizar Batasuna y llevarlo al Tribunal Supremo, o romper con las diferentes vías de contactos que existían, como por ejemplo Santo Domingo [allí habían 7 u 8 etarras] que pagábamos todos los españoles para tener, entonces, una ventanilla abierta por si acaso querían dialogar... es decir se cerraron todas aquellas cosas que parecían que les daban aire. Y en ese sentido, se resintieron. Con la Ley de partidos, llegó un momento en que las bases de la izquierda abertzale, las bases de Batasuna lo notaron. A pesar de que Otegui iba sacando pecho, los propios barones le reclamaban que no tenían un lugar donde reunirse, no tenían representación en los municipios y tampoco parlamentaria, no tenían dinero y las bases se les descohesionaban. Es decir, la política global antiterrorista concebida por el PP fue muy perjudicial para ellos tanto socialmente, como operativamente. Estaban realmente apurados. Los expertos apuntaban a que probablemente si se hubiese continuado en esa línea, hubieran estado tan ahogados y agobiados que hubieran tenido menos margen de maniobra que la que tienen ahora.

Libertad

P.- Angeles Escrivá llega al diario El Mundo después de una larga etapa en emisoras nacionales como Antena 3 [El primero de la Mañana] o la Cadena Ser. Eres una periodista de alma libre que ha llegado a sentir, por imperativos de la profesión, el aliento de la ‘serpiente’.

R.- Intento ganarme el respeto que merece esta profesión todos los días. Por esta profesión hay mucha gente que ha dado la vida y que ha defendido valores realmente fundamentales y además son valores necesarios para cualquier sociedad democrática, entonces, intento simplemente hacerme digna de esta profesión todos los días. Y si eso implica que si la labor entraña algún riesgo, no le doy la mayor importancia porque hay cosas que no se pueden hacer de otra forma. Al menos yo no lo sé hacer de otra manera.

P.- Hay jóvenes periodistas que plagan las distintas redacciones de los diferentes y múltiples medios de comunicación existentes en nuestro país. Con todo lo que tú has hecho, has vivido y has trabajado, ¿qué consejo puedes dar a toda esa nueva generación que se multiplica exponencialmente cada año, por cierto?

R.- Según lo que quieran hacer. Si quieren trepar rápidamente, tener un estatus... Ahora mismo tal y como está, en general, la profesión simplemente deben dejarse llevar por las cosas que se les ordena o lo que se les dice desde todo tipo de ámbitos [desde los intereses empresariales, políticos...]. Sin embargo, yo pienso que la profesión periodística necesita hacer todavía su propia transición y encontrar su propia independencia. Esta profesión se puede ejercer como funcionariado o como vocación. Pienso que hay que formarse cuanto más mejor, hay que tener mucho espíritu crítico; no creerse nada de nadie, intentar ser muy independiente no necesitar ser reconocido, ni cogerse demasiadas trabas materiales para poder abandonar cuando crea que deba hacerlo. No sé, yo les aconsejaría que si de verdad sienten esta profesión, que la ejerciten con inteligencia trabajando mucho, estudiando mucho, con mucha dedicación y con la mayor independencia y espíritu crítico con la que sean capaces.
 

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