PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

sociedad - SÁBADO, 8 DE DICIEMBRE DE 2007


Ewere sostiene a su hijoI. NICOL´S

PRIMER BEBÉ NACIDO EN EL CETI
 

Nacer seguro con un futuro incierto

Ewere Osawaru ha sido la primera mujer inmigrante en dar a luz en la enfermería
del CETI después de llegar a Ceuta en
una patera hace dos semanas; ahora
quiere que su hijo, Luis, sea abogado
 

CEUTA
Sheila Anaya

local
@elpueblodeceuta.com

Acaba de ser madre por segunda vez aunque se nota cierta tristeza en sus ojos. Ewere Osawaru Oqbe descansa ahora en una fría habitación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en la que destaca un enorme ramo de flores regalado tras el parto y una cuna de bebé donde se amontonan pequeñas camisetas, pantalones y pijamitas. Ha hecho amigas en el centro y no la dejan sola un segundo, no siquiera para ir al hospital a verificar que todo está en su sitio. También están a su lado a la hora de realizar esta entrevista y, en más de una ocasión, la chica y sus amigas comienzan a intercambiarse miradas y palabras en alguna lengua africana antes de responder a las preguntas, con cautela, como si le diera miedo decir algo que pudiera perjudicarla a ella, a su familia o, sobre todo, a su pequeño Luis, el bebé de apenas cinco días que duerme junto a ella en la cama, ajeno a toda la espectación que ha creado.

Ewere se acomoda tímidamente en la cama y cuenta que llegó hace dos semanas a Ceuta en una patera. Esta joven de 27 años procede de Nigeria aunque ha pasado cuatro años en Marruecos, donde deja a su marido y a otro niño de tres años y medio aproximadamente. “Mi marido vendrá cuando tenga dinero” asegura, aunque sabe que tampoco existe una fecha establecida y pueden pasar años. Por lo que cuenta en un inglés torpe, su familia tuvo que salir precipitadamente de su país “porque mi marido tiene problemas con el Gobierno”. Al ser preguntada por la forma en que llegó a España, lanza una mirada a una compañera, intercambian unas palabras en su lenga materna y vuelve a utilizar el inglés para responder: “Yo estaba embarazada y no quería que mi segundo hijo naciera en Marruecos, así que una señora se ofreció a ayudarme, me llevó a la playa y me subió a la patera”, aunque se apresura a puntualizar que “yo no he pagado nada por venir”. El resto de la historia es de sobra conocido por la prensa: la noche del 17 de noviembre, Ewere fue interceptada por la Guardia Civil en la playa de Benzú junto a seis pakistaníes y tres compatriotas. El pasado lunes daba a luz en la enfermería del CETI, siendo la primera vez que se atiende un parto en las instalaciones.

La inmigrante comenzó con los dolores sobre la 1 de la madrugada y a las 5 fue llevada a la enfermería. Minutos después nacía Luis. El nombre se lo debe a su padre. “Preferí dar a luz aquí que en el hospital” comenta Ewere, aunque también admite que “el CETI no me gusta, aunque he hecho amigos y he conocido a buenas personas, quiero salir de aquí y vivir con mi familia en España”. Un hermano de su marido vive en algún punto de la Península aunque la chica es incapaz de recordarlo pero espera que “allí haya un sitio para nosotros”. En cuanto al futuro de su bebé, Ewere bromea diciendo que “yo quiero que sea abogado” aunque ha cumplido su sueño de lograr que su hijo naciera en un lugar libre y seguro. “Cuando sea mayor quisiera que tuviera la doble nacionalidad, nigeriana y española, pero que no tenga nada que ver en Marruecos porque allí lo hemos pasado muy mal”.

En cuanto a la posibilidad de que la inmigrante pudiera quedarse en España debido a su especial situación, Ewere asegura que “desde que he dado a luz nadie se ha puesto en contacto conmigo para informarme de cual es mi situación ahora”, por eso presiente que su estancia en el CETI se va a alargar más de lo pensado. Tampoco la ha llamado ninguna asociación de acogida para hacerse cargo de ella, algo que la beneficiaría para obtener un permiso de estancia.

Por su parte, el personal médico del CETI teme que el caso especial de Ewere provoque que las demás inmigrantes embarazadas que permanecen en el centro quieran dar a luz en las mismas circunstancias. Según el coordinador de la enfermería del CETI, Sergio González, “toda la expectación que ha generado esta chica nos ha dejado un poco sorprendidos porque es el primer bebé que nace en las instalaciones pero no el primero que nace en Ceuta después de que su madre entrara en condiciones irregulares”. Es más, anteriores a éste, existen una cuarentena de casos de inmigrantes que han dado a luz en el hospital civil de Ceuta poco tiempo después de llegar en avanzado estado de gestación. Sin embargo, el protocolo del CETI es claro: las embarazadas deben dar aviso al personal en cuanto comiencen a tener dolores para ser trasladadas al hospital inmediatamente. “El problema es que las demás ahora ven la excesiva atención que se le presta a esta mujer y a su bebé, y piensan que se le está dando un trato de favor, así que tememos que ahora todas intenten esta misma estrategia para lograr salir en los medios y eso es muy peligroso” explica González.

Según el médico del CETI, el peligro está en que “gracias a Dios todo salió bien pero eso nunca se sabe y un parto puede complicarse por mil cuestiones”. González trata de imaginar qué habría pasado “en caso de que el niño hubiera venido de nalgas o con el cordón umbilical enrollado en el cuello, se hubiera puesto en peligro la vida de alguno de los dos y si hubieran muerto habría sido una tragedia”. Para el médico, la paciente obvió el protocolo de actuación del CETI “cometiendo una irresponsabilidad aguantando hasta el final sin avisar”. El equipo médico del CETI se ha prevenido de todo esto reuniéndose con las ocho embarazadas que actualmente se encuentran internas en el CETI “para advertirles que el comportamiento de esta inmigrante no ha sido el correcto y que ellas no deben volver a hacerlo”. Sin embargo, todas las preocupaciones de los médicos del hospital se esfuman al ver a Luis.
 


El CETI acoge actualmente a ocho mujeres inmigrantes embarazadas

En el CETI hay actualmente siete mujeres embarazadas, algunas de ellas han llegado en estado de gracia a la Península y otras lo han buscado tratando de encontrar una salida que les permita quedarse en territorio español. Las estadísticas aseguran que cada vez llegan más inmigrantes en avanzado estado de gestación al país, y en más de una ocasión algunas se lo han inventado conociendo el trato especial que reciben las futuras mamás.

El sistema sanitario español también contribuye a este hecho, ya que es uno de los pocos países en los que se ofrece asistencia a cualquier ciudadano independientemente de su nacionalidad y sus condiciones económicas. El estado también es un factor crucial al sentirse responsable del menor.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto