PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - Miércoles, 12 DE DICIEMBRE  DE 2007

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Monseñor Setién
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Lo de este sujeto es para vomitar, cada vez que sale a la escena pública. Es un miembro, con alto cargo en la Iglesia pero no creo que la Iglesia, o parte de ella, se considere identificado con el obispo emérito de San Sebastián.

La penúltima de sus afirmaciones le hace temblar al mismísimo Colegio Cardenalicio cuando dice que “ el diálogo es más humano y cristiano que la pura eliminación de ETA”.

En este momento uno no sabe por donde quiere salir el “señor obispo”, pero estoy seguro de que sus palabras no serían coreadas, por ejemplo, en el pueblo abulense de El Tiemblo.

Utiliza el término dialogar, como si ETA hubiera dialogado alguna vez, y de sobra sabe él que el único diálogo que ha tenido ETA desde su nacimiento, por cierto, no muy lejos de ciertas iglesias, era el diálogo de las pistolas.

En otros casos yo hubiera dicho que mantenía respeto al cargo, pero no al que lo ostenta, pero aquí debo decir y digo que ni tengo respeto por José María Setién, ni tampoco por el cargo que ocupa, y que con sus manifestaciones lo que hace es dar cobijo a aquellos que ni han dialogado nunca, ni han sido capaces de respetar la vida de todo aquel al que han sentenciado desde su punto de mira.

Monseñor nos quiere hacer la cuadratura del círculo, siempre tendiendo la mano a las de los pistoleros, y muy especialmente cuando dice que “es mejor entenderse sin matar y sin represión que seguir por la vía de la eliminación de ETA”.

Esto ya es insoportable, porque hasta estos momentos, que sepamos, ha sido ETA la que ha matado, no han sido las víctimas del terrorismo las que han acribillado a ETA.

Luego, y como para tender, por aquello del cargo, una mano a Dios y otra al diablo, quiere entrar en el mundo de la política y opina que los planteamientos políticos en Euskadi “ no deben hacerse al ritmo y al socaire” de lo que dice la organización terrorista. Monseñor Setién se ha acorralado él solo, porque aquí el término diálogo que utilizaba anteriormente parece haberlo olvidado, salvo que él cuando habla de diálogo se esté refiriendo al resto de España, y no meta en la geografía a Euskadi. Si es así, ya tenemos el doble sentido en las palabras del obispo emérito.

Y hay algo que no puede por menos de llamarme la atención, como es el momento en el que pronuncia estas palabras, tras el crimen contra dos guardias civiles en Francia, de lo que dice “haber sentido dolor y mucha pena porque entendía que ello no podía favorecer un proceso más humano”.

Palabras huecas las de monseñor Setién porque hechos de este tipo se han repetido tantas veces que los términos dolor y pena ya no significan nada cuando se trata de acciones de esa banda.

Y como hay que defender “el cortijo” de la manera que sea, aunque nadie crea en esa defensa, considera que “la violencia no habría desaparecido con una postura franca de la Iglesia contra ETA”. Y hasta puede tener razón, porque la Iglesia, o parte de ella, desde el primer instante tuvo una postura tibia y nunca se decantó contraria a lo que es y representa ETA desde el primer momento.

Yo decía que no era momento apropiado para hablar o insinuar el término diálogo con la banda terrorista. Estos días son más apropiados para otras cosas, y lo único que podríamos decirle a monseñor es:

“En el portal de Belén ya no tocan la zambomba porque un hijo de Setién ha colocado una bomba”.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto