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ACTUALIDAD - JUEVES, 13 DE DICIEMBRE DE 2007


vehículos policiales. jag

OPERACIÓN BANGLADESH
 

Interceptados más de 120
asiáticos en el monte

Agentes de la UIP se adentraron por los caminos del Pantano del Renegado de madrugada para dar con el campamento de pakistaníes. En dos tandas, los asiáticos fueron llevados a península con destino a la repatriación

CEUTA
Antonio Gómez

local
@elpueblodeceuta.com

La Policía Nacional ha traslado a más de 120 pakistaníes acampados en los montes próximos al Pantano del Renegado en una operación llevada a cabo durante la última madrugada en la que participaron más de 40 agentes de la UIP que se dispusieron en casi una decena de furgones de la unidad. Al mismo tiempo, la operativa contó con sendos autocares [uno convencional y otro celular de seguridad] para los traslados a península que se realizaron en dos tandas. La primera por la mañana a primeras horas, y la segunda por la tarde.

Corría la primera hora de la fría y húmeda madrugada de ayer 12 de diciembre. Las órdenes estaban claras y los grupos conocían perfectamente la misión que debían llevar a cabo. A fecha de ayer el Centro Temporal de Inmigrantes (CETI), según informaba EFE sobrepasaba en un 40% su capacidad máxima, 512 acogidos. Al parecer son ahora 700 los inmigrantes que conviven entre las paredes del CETI.

Sin embargo los informes de las constantes entradas irregulares de asiáticos apuntaban a que, lejos de permanecer en el Centro, los ‘nuevos’ en Ceuta buscaban refugio en el monte y se ‘acomodaban’ en un lugar próximo al Pantano del Renegado.

Allí habían establecido sus propios mecanismos de convivencia y de seguridad. De hecho mantenían vigías próximos a la carretera para alertar de la presencia de policías. Los pakistaníes, conocedores de los trabajos de identificación de su embajada en España temían la repatriacion, así que adoptaron las mismas medidas que sus compañeros de anteriores andanzas [los 38 bengalíes que huyeron del Centro de Acogida en el pasado mes de agosto] para refugiarse en zonas boscosas e intentar evitar la acción de los diplomáticos pakistaníes que desde primeros de año se emplean en detectar nacionales refugiados en Ceuta.

Después de las múltiples peripecias vividas en manos de las mafias transportadora de mercancía humana y luego de depurar el largo trayecto en las tibias zonas próximas de bungalows y apartamentos que nutren la costa más septentrional de Marruecos, se afanaban en hallar el mejor método para entrar en España a través de su puerta africana, Ceuta.

En dobles fondos de vehículos, escondidos entre los pasajeros que a miles penetran a diario en Ceuta, siempre hay un método que logra burlar el de por sí estricto control fronterizo que, curiosamente, cumple aún con los trabajos derivados de un estado de alerta de nivel 2 antiterrorista. Las pruebas son evidentes. Las entradas diarias de asiáticos que consiguen acceder propicia que el CETI cuente entre sus acogidos con amplia mayoría de representantes ‘indostaníes’ y haya alcanzado en poco tiempo su ‘tope’ de ocupación, lo supere ampliamente y, además, se haya instalado un campamento ‘base’ que ayer de madrugada fue policialmente cerrado.

La estrategia policial estaba marcada. Había que impedir una huida masiva que complicara la actuación de ‘recogida’ de irregulares asiáticos fuera de los límites controlados del CETI. Por lo tanto, conocedores más que los pakistaníes de la geografía ceutí, los cinco furgones de la Unidad de Intervención Policial debía aproximarse al epicentro de la base por arriba y sin ser vistos.

De este modo, en tanto las unidades se desplazaban hasta la cima de García Aldave y penetrar en bajada por una de las pistas, en el mismo centro de la ciudad [como muestra la fotografía tomada a las 02’20 horas], en la Plaza de Africa frente al Parador La Muralla aguardaban los furgones ‘escoba’ encargados de recoger a los inmigrantes tras la actuación de la UIP sobre el terreno. Se trataba de un autocar de pasajeros convencional y de un celular policial prestos a seguir a su coche guía, uno de los zetas que les conduciría hasta el mismísimo Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes. Punto de encuentro final.

Los agentes de la UIP bajaron de sus vehículos en los alrededores de la pista de aeromodelismo y se dirigieron a pie hasta dar con la ‘base irregular pakistaní’ en las proximidades del Pantano del Renegado en su parte más baja y más próxima al propio CETI.

El factor sorpresa debería ser determinante y así fue.

En la oscuridad, provistos de potentes linternas, los funcionarios policiales se desplegaron desde atrás por el conocimiento de que los propios asiáticos mantenían un ‘servicio’ de centinelas que alertarían a la ‘comunidad’ ante la llegada de la policía. De hecho, tres de ellos realizaban esa función cuando los agentes llegaron al lugar y les invitaron a abandonarlo.

Fue una actuación denominada policialmente ‘limpia’. La simple presencia, por sorpresa, de los agentes, sirvió para que la población acampada [la mitad de ellos dormía] acatase inmediatamente la orden de la autoridad.
 


Todos ellos contaban con la pertinente orden gubernativa de expulsión del territorio español al ser reconocidos por Pakistán

Ya está de vuelta en Pakistán. A las 20’00 horas, los más de 120 pakistaníes que acampaban irregularmente en los montes ceutíes, se encontraban a punto de despegar desde el aeropuerto de Málaga en vuelo directo [fletado especialmente] hacia la capital Islamabad.

Todos ellos contaban con orden de expulsión tramitada con todos los pronunciamientos legales después de que representantes consulares pakistaníes en España hubieran realizado los trabajos identificatorios pertinentes [fotografías y huellas dactilares] que hace meses fueron enviadas al gobierno de Pakistán. Esta actuación motivó que los irregulares intentaran eludir la repatriación desligándose del CETI, aunque siempre estuvieron controlados e identificados por las autoridades españoles que conocían, a la perfección, donde se situaba el campamento preparado donde se acogía a los que temían ser devueltos a su originario país.

Estos más de 120 nacionales pakistaníes fueron reconocidos por las autoridades asiáticas, por lo que España inició los trámites legales de expulsión del país. Los inmigrantes partieron de Ceuta en dos grupos. El primero por la mañana y el segundo pasado el mediodía con destino vía Málaga a Pakistán
 

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