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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2007

 

OPINIÓN / EL OASIS

Las cosas claras...
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

La copa de Navidad es una cuchipanda que sirve para que los asistentes se reúnan alrededor de una mesa en son de paz y surja el discurso sensiblero, causante de algunas lágrimas y de que la gente se abrace estimulada, todo hay que decirlo, por los efectos del alcohol.

La copa navideña del Partido Popular ha destacado, sin embargo, porque, al fin, el presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, ha sido capaz de defender a alguien a los cuatro vientos. El conocimiento de semejante hecho me ha producido pasmo. Pues nunca creí yo vivir para ver una cosa igual. Aleluya.

Propalar en estos momentos el trabajo eficaz, honesto y serio de Francisco Sánchez Paris, jefe de Gabinete, tiene doble valor: uno, responder al tópico de que Juan Vivas es incapaz de dar la cara por nadie. Otro, decirles a quienes no cesan de arremeter contra el asesor que están pinchando en hueso. Y, por lo tanto, que desistan de criticarlo acerbamente, porque no van a conseguir lo que se proponen; o sea, la destitución del hombre venido de una tierra donde el cazador furtivo es pieza vital.

Créanme que me está costando trabajo salir del asombro que me ha producido la lectura de la noticia: Juan Vivas y Pedro Gordillo erigidos en defensores a ultranza de la persona más perseguida en los últimos meses por cuestiones de envidias, celos, y por no dejarse manejar por empresarios tan faltos de escrúpulos como habituados a conseguir sus propósitos por medio de amenazas. Albricias.

Ha sido sin duda la noticia más relevante de estos días. Sí, claro que sí; puesto que no somos pocos los que esperábamos que en algún momento el presidente de la Ciudad diera muestras de que le sobran arrestos para no dejar a uno de los suyos en la estacada. Ya era hora de que Juan Vivas pusiera los puntos sobre las íes. Con el fin de disipar versiones o interpretaciones erróneas o torcidas. En suma: acabar con las discusiones al respecto. Felicitaciones...

Ahora bien, dentro de mi asombro por lo acontecido, no puedo dejar de imaginar cómo les habrá sentado el mensaje de los dos mandas principales del PP a quienes estaban convencidos de que el acoso y derribo a Sánchez Paris acabaría según ellos tenían previstos. Con la decapitación de éste y la alegría de ellos ante el cadalso. Vaya chasco se han llevado.

Rafa Montero, Manuel González Bolorino y Emilio Cózar se habrán quedado con esa cara de tonto que suele quedar cuando no se logra un triunfo que ya se daba por hecho. Fueron incapaces de valorar al adversario y pusieron en duda, además, el ser o no ser de Juan Vivas y Pedro Gordillo. O bien estaban convencidos de que son poderosos hasta cuando están en el baño a merced de las circunstancias fisiológicas. Craso error.

Eso sí, a partir de ahora, el jefe de Gabinete habrá de hilar fino en su tarea. Que no es fácil. Ya que sus enemigos harán de las asechanzas el medio principal para volver a sambenitarlo. Así que le conviene permanecer alerta: incluso cuando duerme.

Ah, antes de que se me olvide, desconocía la convalecencia de Carlos García Bernardo. De quien también se han acordado Vivas y Gordillo para destacar su magnífica labor. Vaya, pues, desde este oasis mi más sincero deseo de recuperación al viceconsejero de Festejos.
 

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