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cultura - JUEVES, 20 DE DICIEMBRE DE 2007


antonio fuentes. nicol's.

MÚSICA
 

De cómo comenzó
el rock en Ceuta

Antonio Fuentes presenta hoy en el
Palacio de la Asamblea un libro
en el que documenta el nacimiento en la ciudad del movimiento musical más importante del siglo XX, a través de sus protagonistas, las bandas del momento
 

CEUTA
Rober Gómez

local
@elpueblodeceuta.com

Antonio Fuentes León vence mis reticencias pronto. Pensaba que sería otro melómanoide desconectado que sentenciaría que el mejor rock y pop se hizo en los años 60 y que después de los Beatles, Rolling, Who o Hendrix se produjo un apocalipsis musical; pero no es así. Antonio es propiamente un melómano: entiende que en todas las décadas hay genios, independientemente de lo lejos que a uno le puedan quedar sus días de juventud.

No obstante, Antonio viene a hablar de los 60, que le pillaron como un adolescente que frecuentaba las tiendas de vinilos y asistía a los conciertos de los grupos caballas que protagonizaban la asimilación del rock y el pop anglosajón. De hecho, ha escrito el primer libro que deja constancia de aquellos grupos con gafas de pasta a lo Buddy Holly, uniformados con trajes y corbatas negras al estilo Animals y con opacos flequillos como los primeros Beatles. El libro se titula Notas para la historia del rock en Ceuta. Años 60, que se presenta esta tarde, a partir de las ocho, en la Sala de Prensa del Palacio de la Asamblea, a donde está previsto que acuda Juan Jesús Vivas, presidente del Gobierno autonómico, y Mabel Deu, consejera de Educación y Cultura, pues, de hecho, el libro ha sido publicado por el Archivo Central de la Ciudad Autónoma, como una acción para recuperar un trozo de la historia musical de Ceuta.

“Este libro es un modesto homenaje a todos aquellos jóvenes que con ilusión hicieron posible que, a través de la música, pudiéramos sentirnos libres”, ha escrito en la contraportada Antonio Fuentes, quien ahora vive en Barcelona trabajando en una multinacional del papel y afirma que le “sigue gustando la música con locura y continuo comprando muchos discos, sólo que ahora ya no son vinilos, sino cd’s”. Allá por los 60, “era muy difícil comprar discos en Ceuta y había que encargárselo a alguien”, recuerda.

“¿Qué cómo me dio por sacar este libro? Primero por afición y segundo por dejar documentada una parte de la historia de Ceuta que hasta ahora no lo estaba”, explica el autor, quien espera “abrir una puerta para que se pueda escribir década a década lo que fue la historia musical de esta ciudad”, añade. Así, él tiene ya pensada una continuación a este primer volumen, que versaría sobre “los supervivientes de los años 60 en la década de los 70”.

“Aquí en los 60 pasó lo mismo que en cualquier ciudad de España y prácticamente en todo el mundo”, advierte, “tras el nacimiento del rock en los 50 y la explosión británica de la siguiente década con los Beatles a la cabeza, los jóvenes de Ceuta, igual que en cualquier otro sitio, se aficionan a la música y hay algunos de ellos que dan un paso más allá y fundan las primeras bandas locales”.

Para Antonio la “música rock ha sido la mayor revolución cultural de la segunda mitad del siglo XX, porque ha cambiado los hábitos de la juventud en todos los aspectos, tanto en estética como en gusto como en cuestiones sexuales”.

Los primeros grupos caballas encuentran la inspiración, como es de suponer, en las grandes bandas del momento: The Beatles, The Rolling Stones, The Animals, The Kinks o The Who, “pero luego los gustos de cada uno podían variar” y así se pone él mismo como ejemplo: “Un enamorado musical de The Doors y su cantante-poeta Jim Morrison”.

A pesar de que “en Ceuta no había muchos sitios para tocar por aquel momento”, el rock fue sobreviviendo por los “típicos cabarets de la época, en las peñas taurinas los fines de semana, algunos centros culturales que organizaban fiestas estudiantiles o, incluso, algún que otro centro parroquial como el de Villajovita”, siempre “ante la atenta mirada del párroco para que se guardaran las normas de decoro correspondientes”.

“Las reuniones de cuatro personas estaban prohibidas”, recuerda Antonio, por lo que el regimen franquista no vio con buenos ojos a la música rock, a la que consideraba, además, “una invasión extranjera”.

“De principio pensaban que era una cosa pasajera y nadie se podía imaginar que llegaría a lo que es hoy en día”, manifiesta este melómano, que añade que “al regimen franquista no le quedó más remedio que adaptarse de la mejor manera que podían a los gustos de los jóvenes”.

El grupo que más fuerte pegó por aquel entonces en Ceuta fue, “sin discusión”, recalca, “los Brisks, que grabaron varios discos, desapareció en la década de los 70 y que se volvió a reunir en la segunda mitad de los 90, estando en activo hasta hace prácticamente tres años, ya que murió uno de los componentes, Julio Rey, y el grupo decidió desaparecer ya definitivamente”.

Respecto a la incidencia de las reuniones de viejas glorias en nuestros tiempos, Antonio considera que hay de todo: “Los hay que lo hacen única y exclusivamente por dinero, otros por añoranza y, unos pocos, por un sentido musical”.

Antonio asegura que cuarenta años después y pese a la lejanía, sigue al tanto de la música que se hace en Ceuta, “porque me sigue gustando saber qué es lo que se cuece y cada vez que vengo intento comprar o que alguien me deje los cd’s nuevos que hayan salido autoproducidos por los grupos”.

“Tengo una buena colección de cd’s de todos los grupos de rock de Ceuta desde la década de los 80, los 90 y lo que llevamos de siglo XXI”, revela Antonio, para quien hoy en día en la ciudad autónoma “es más difícil para las bandas sacar sus discos”.

“La música hizo posible que muchos descubriéramos otro modo de vida”, concluye Antonio Fuentes cerrando el círculo al volver a los 60.
 


“Los grupos de Ceuta tienen ahora una
gran dificultad para darse a conocer”

Antonio Fuentes lamenta las causas que hacen que los grupos de rock que se mueven hoy en día por Ceuta tengan “una gran dificultad para darse a conocer”. Así, este estudioso del rock recuerda que “desde la década de los 80, que hubo dos grupos ceutíes, Rogando Moganbo y Ángel y los Vecinos del Quinto, que se escucharon a nivel nacional en Radio 3, apenas ha salido nadie, a excepción, tal vez, de un grupo de heavy metal llamado Sheilan que están consiguiendo sacar discos”. Antonio afirma que no sabe las causas de por qué las bandas tienen tanta dificultad para salir fuera y darse a conocer. Este melómano agradece, no obstante, el empeño de estos grupos, como agradece “a todos aquellos pioneros” por descubrirle otra forma de vida.
 

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