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OPINIÓN - JUEVES, 20 DE DICIEMBRE DE 2007

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Servidor, cada año, cuando llegan las fiestas navideñas, trata por todos los medios a mi alcance de ser bueno o al menos parecerlo. Ya se sabe la celebre frase de la mujer del César, a la que no les bastaba ser buena, sino que tenía que parecerlo.

Sin embargo debo reconocer que hay personas, en este mundo mundial del que forma parte nuestra tierra que se las dan de buenos y ni son buenos, ni mucho menos lo parecen, Más bien, si se les estudia a fondo, no muy a fondo que digamos, son todo lo contrario, malas personas cuyas caras las llevan cubiertas por las caretas de la maldad y la hipocresía.

Seres malos que se hacen pasar por buenos, con una sonrisa de enorme falsedad, ante la que caen rendidos a sus píes unos pobres incautos atraídos por esa sonrisa beatifica, con la misma atracción que Ulises se sintió atraído por los cantos de sirenas. Todo una gran mentira.

Como estamos en las fechas que estamos, uno se toma un pequeño respiro e intenta ser mejor. Auque, la verdad, eso de ser algo mejor cuando se acercan las fiestas navideñas no es más que una hipocresía. Hay que intentar ser mejores, con nuestros prójimos, cada día del año.

Así que desisto de intentar ser mejor o sea ser más bueno en estas fechas. Eso de ser más buenos en navidad, se lo dejo a todos aquellos que sólo, al parecer, son mejores en tan señaladas fiestas, presentado la cara de la falsedad y la hipocresía haciendo creer, al personal, que son los mejores del mundo mundial, aún cuando sean incapaces de darle un bollo de pan a un pobre.

Ahora, eso sí, todo estos tan buenos, pan que se dice pan no le darán, pero le pasarán la mano por las espaldas, y con buenas palabritas, ¡mira que tienen labia los tíos!, les animarán a mantener la fe y a rezar mucho para conseguir el reino de los cielos.

Todos ellos son más papistas que el Papa, no en vano se pasan todo el día, en las iglesias, pidiéndole a Dios por todos los pobres del mundo. Que digo yo, si es qué se puede decir algo, que en vez de rezar tanto por nosotros, sería mejor salir a la calle y ayudar económicamente a todos esos pobres que, en tan señaladas fiestas, no van a tener nada que llevarse a la boca.

Que todo eso de rezar y pedir por todos los pobres del mundo, está muy bien, pero si entre rezo y rezo, de vez en cuando, le dieran a un pobre un par de euros para un bollo de pan estaría mucho mejor. Claro que todo no puede ser, demasiado trabajo tienen todas esas criaturitas llenas de bondad con rezar cada día por los pobres del mundo mundial, como para que también le tengan que dar un par de euros para un bollo de pan.

Y ni te cuento, serrana del alma, regalarle par de litros de aceite, par de kilos de habichuelas, arroz, garbanzos y alguna caja barata de cosas típicas de la navidad para que celebren las fiestas navideñas. Eso, para esta bonísimas criaturitas que tanto rezan por los pobres del mundo, sería demasiado.

Y es que todos ellos, si por esas casualidades que tiene la vida, le dan a un pobre una moneda de dos céntimos, se pasarán la vida contando ese gran gesto que tuvieron. ¡Sepulcros blanqueados!
 

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